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Náuseas y vómitos

Las náuseas y los vómitos son efectos secundarios comunes del cáncer y los tratamientos contra el cáncer. Los síntomas pueden variar de leves a graves y pueden producirse antes, durante o después del tratamiento. A menudo, los pacientes con cáncer pediátrico y las familias informan que las náuseas son uno de los efectos secundarios que más les molesta a los pacientes. Si no se controlan, las náuseas y los vómitos pueden tener un efecto negativo en el bienestar emocional, impedir el cumplimiento del tratamiento, interferir en las actividades diarias y producir una nutrición deficiente, pérdida de peso y otras complicaciones de salud.

Para la mayoría de los niños con cáncer, existen formas efectivas de reducir las náuseas y los vómitos. Esto incluye los medicamentos para las náuseas, los cambios en la dieta y las estrategias de afrontamiento, como la respiración profunda y la distracción. Las terapias complementarias como la acupuntura, aromaterapia e hipnosis también pueden ser efectivas.

A menudo, las familias ven o escuchan el término “emesis” durante el cuidado del paciente con cáncer. Emesis es el nombre clínico de los vómitos. Se utilizan medicamentos antieméticos para tratar las náuseas y los vómitos.

¿Qué son las náuseas?

Las náuseas son la sensación de malestar o incomodidad que una persona asocia con la necesidad de vomitar. Las náuseas son subjetivas, es decir que dependen de la propia experiencia de la persona. Habitualmente, las náuseas incluyen sensaciones poco agradables en la garganta, el esófago o el estómago. Otras sensaciones que la persona puede relacionar con las náuseas son los mareos, la dificultad para tragar, la sudoración y la sensación de frío o sonrojo.

¿Qué son los vómitos?

Los vómitos ocurren debido a la acción del diafragma y los músculos abdominales. Estos músculos se contraen y empujan lo que está dentro del estómago hacia afuera por el esófago y la boca. Esta función está regulada por los nervios que responden a determinados desencadenantes. Algunos desencadenantes comunes para las náuseas y los vómitos son los virus y las bacterias, el movimiento y las señales físicas o químicas. Estos factores activan las rutas nerviosas que controlan el reflejo del vómito.

Las náuseas y los vómitos están relacionados, pero cada uno de estos puede ocurrir sin la presencia del otro.

Causas de las náuseas y los vómitos en niños con cáncer

La quimioterapia es la principal causa de las náuseas en niños con cáncer. Sin embargo, la radioterapia y otros medicamentos también pueden desencadenar sensaciones de náuseas. Algunos niños tienen náuseas debido a los efectos del cáncer en sí mismo o por otros problemas de salud. Los niños que tienen tumores cerebrales pueden tener hidrocefalia, una acumulación de líquido en el cerebro. El aumento de la presión puede activar los nervios que provocan los vómitos.

Algunas causas comunes de las náuseas y los vómitos en niños con cáncer incluyen las siguientes:

  • Quimioterapia
  • Otros medicamentos, como los antibióticos, opioides y anticonvulsivos
  • Radioterapia
  • El cáncer en sí mismo, en especial si el tumor afecta el cerebro o el sistema digestivo
  • Trastornos del estómago y el tracto digestivo
  • Problemas en el oído interno
  • Desequilibrios hormonales y metabólicos
  • Fiebre e infección
  • Estrés y ansiedad
  • Dolor
  • Vómitos anteriores

Las náuseas y los vómitos son provocados por una interacción compleja entre distintos sistemas del cuerpo, incluidos el sistema nervioso autónomo, el sistema nervioso central, el sistema endocrino y el sistema digestivo. Los pensamientos y las emociones también tienen un rol importante en las náuseas y los vómitos.

Náuseas y vómitos durante la quimioterapia

Hasta el 70 % de los niños que reciben quimioterapia presentan náuseas en algún momento durante el tratamiento. Los síntomas varían entre el malestar estomacal leve y los vómitos graves. Existen 3 tipos de náuseas y vómitos (emesis) relacionados con la quimioterapia:

  1. Emesis aguda: ocurre durante las primeras 24 horas después de la quimioterapia. En general, comienza entre 1 y 2 horas después de la quimioterapia y empieza a mejorar después de 4 a 6 horas.
  2. Emesis tardía: se produce después de las 24 horas. Por lo general, la emesis tardía es más grave entre las 48 y 72 horas después de la quimioterapia, y mejora durante los próximos días.
  3. Emesis anticipatoria: se produce antes de la quimioterapia y comienza por factores que la persona asocia a la quimioterapia. Es una respuesta aprendida y es más común en pacientes que tuvieron episodios de náuseas y vómitos graves con tratamientos anteriores.

Los medicamentos de quimioterapia pueden clasificarse según su riesgo o la probabilidad que tienen de provocar náuseas y vómitos:

  • Alto (>90 % de riesgo)
  • Moderado (30 a 90 % de riesgo)
  • Bajo (10 a 30 % de riesgo)
  • Mínimo (<10 % de riesgo)

Estas categorías se basan en la probabilidad de presentar síntomas si no se administran medicamentos contra las náuseas. Por lo general, los niños que reciben quimioterapia con riesgo alto o moderado de vómitos toman medicamentos para prevenir las náuseas y los vómitos antes de que se produzcan los síntomas.

¿Qué medicamentos oncológicos provocan náuseas y vómitos?

Quimioterapia con alto riesgo de náuseas y vómitos Quimioterapia con riesgo moderado de náuseas y vómitos
Carboplatino Carmustina
Cisplatino Clofarabina
Ciclofosfamida (dosis alta) Ciclofosfamida (dosis baja)
Citarabina (dosis alta) Citarabina (dosis moderada)
Dactinomicina Daunorrubicina
Metotrexato (dosis alta) Doxorrubicina (dosis baja)
Dacarbazina Ifosfamida
Doxorrubicina (dosis alta) Imatinib
Citarabina + etopósido o tenipósido Quimioterapia intratecal
Doxorrubicina + ifosfamida Metotrexato (dosis baja)
Etopósido + ifosfamida Temozolomida
Ciclofosfamida + doxorrubicina, epirrubicina o etopósido  

¿Por qué la quimioterapia provoca náuseas y vómitos?

La relación de las náuseas y los vómitos con la quimioterapia es algo que no se comprende bien. Sin embargo, puede que la quimioterapia libere determinados neurotransmisores que regulan las náuseas y los vómitos. Los neurotransmisores, como la dopamina, la serotonina y la sustancia P, actúan como señales químicas en las áreas del cerebro que controlan las náuseas y los vómitos. Algunos medicamentos contra las náuseas actúan sobre estos sistemas de neurotransmisores para bloquear las señales.

Formas de tratar las náuseas y los vómitos en los niños

Existen distintas maneras de ayudar a controlar las náuseas y los vómitos durante el tratamiento contra el cáncer. Es importante que las familias trabajen en estrecha relación con el equipo de atención para asegurarse de que se controlen los síntomas de los niños.

Medicamentos para las náuseas

Los medicamentos para las náuseas (antieméticos) pueden utilizarse para prevenir y tratar las náuseas y los vómitos. Algunos medicamentos comunes utilizados en pacientes con cáncer pediátrico incluyen los siguientes:

Algunos pacientes reciben una combinación de medicamentos. Muchos de los medicamentos utilizados para reducir las náuseas y los vómitos tienen otros usos. Las familias siempre deben hablar con su médico o farmacéutico para conocer el propósito y las instrucciones de dosificación para cada medicamento que su hijo esté tomando.

Los médicos recetan medicamentos para las náuseas en función del plan de quimioterapia, la edad del niño, el tipo de cáncer y otros factores del paciente. Algunos pacientes recibirán la receta del medicamento antes de comenzar la quimioterapia. Sin embargo, los medicamentos para las náuseas también se recetan según sea necesario. Es muy importante que las familias analicen los síntomas con el equipo de atención a fin de que las náuseas y los vómitos puedan controlarse de la mejor manera posible.

Cambios en la dieta que ayudan con las náuseas

Determinados alimentos y olores pueden empeorar las náuseas. Muchos pacientes pierden el apetito cuando están recibiendo un tratamiento contra el cáncer. Los niños pueden ser muy distintos en torno a lo que pueden comer cuando no se sienten bien. Puede que se necesite del método de “prueba y error” para descubrir qué es lo mejor. Estos son algunos consejos generales:

  • Coma refrigerios y comidas pequeñas.
  • Coma y beba lentamente.
  • Evite beber líquidos con las comidas.
  • Ofrezca alimentos secos y de sabor suave, como galletas o tostadas.
  • Evite los alimentos picantes, ácidos o pesados.
  • Coma en un lugar que no tenga olores fuertes.
  • Deje que el niño elija cuándo y qué comer.

Encuentre más consejos de nutrición para pacientes con náuseas y vómitos.

Los nutricionistas son miembros importantes del equipo de atención, en especial para los niños que sufren de náuseas y vómitos. El dietista puede ayudar a las familias a que encuentren maneras de abordar los desafíos nutricionales. Si los niños presentan náuseas y vómitos graves, puede que necesiten tener una sonda de alimentación (nutrición enteral) o recibir nutrición IV (nutrición parenteral). Estos son tipos de cuidado médico de apoyo importantes para fomentar una nutrición e hidratación adecuadas. Obtenga más información sobre la nutrición clínica en el cáncer pediátrico.

Otras estrategias para controlar las náuseas y los vómitos

Existen distintas estrategias de afrontamiento y terapias complementarias que tienen efectividad comprobada para tratar las náuseas y los vómitos. Estas incluyen las siguientes:

Las familias deben hablar con su equipo de atención antes de probar cualquier terapia complementaria para asegurarse de que sea segura. El equipo de atención también puede ayudar a las familias a descubrir qué combinación de terapias funciona mejor para controlar los síntomas.

Náuseas y vómitos en niños con cáncer: Consejos para las familias

  • Hable con su equipo de atención sobre las náuseas y los vómitos. Existen medicamentos y otras estrategias que pueden ayudar.
  • Lleve un registro de los síntomas. Escriba cuándo se producen las náuseas, qué las empeora, qué las mejora y cualquier otro síntoma, como dolor, pérdida del apetito, diarrea o estreñimiento. Esto puede ayudar a que usted y el equipo de atención comprendan los síntomas y desarrollen un plan.
  • Informe a su equipo de atención si su hijo tiene dificultades para comer o beber. Puede que necesite apoyo de nutrición o líquidos por vía IV.
  • Cuando su hijo tiene náuseas, no le ofrezca su comida preferida. Puede que asocie estos alimentos con la sensación de malestar.
  • Pruebe mascando chicle o chupando caramelos duros, paletas o hielo. 
  • Evite acostarse después de comer.
  • Asegúrese de enjuagarse la boca después de vomitar. El ácido del estómago puede provocar irritación en la boca y caries.
  • Siga las instrucciones de dosificación de los medicamentos para las náuseas. Asegúrese de renovar los medicamentos antes de que se terminen.


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Revisado: Enero de 2019