La ansiedad es un estado en el que se experimenta miedo, angustia o preocupación, y a menudo se presenta como respuesta a una situación estresante. Los pensamientos y sentimientos de estrés y preocupación son comunes para toda persona que esté enfrentando los desafíos de una enfermedad grave, como el cáncer pediátrico. En la mayoría de los casos, los niños y adolescentes son resilientes y sobrellevan bien estas emociones durante y después del cáncer.
Con menor frecuencia, la ansiedad causa angustia continua o interfiere en la vida diaria. Esto puede indicar que existe un trastorno de ansiedad específico. La investigación demuestra que los niños con cáncer no tienen más probabilidades de tener un trastorno de ansiedad que otros niños. Sin embargo, todos los pacientes de cáncer pediátrico pueden beneficiarse con estrategias para ayudar a controlar la ansiedad. Se encuentra disponible una variedad de recursos y servicios para controlar los síntomas, mejorar la salud mental y promover la calidad de vida durante y después del cáncer.
Cada persona experimenta la ansiedad de manera diferente. Esto es especialmente cierto en los niños y adolescentes. Los niños pequeños pueden tener problemas para identificar los sentimientos de ansiedad. Los niños mayores y los adolescentes pueden desear no hablar sobre sus preocupaciones porque no quieren molestar a sus padres o hacer que todo sea más estresante.
Los signos y síntomas de la ansiedad pueden incluir los siguientes:
Muchos de estos síntomas pueden ocurrir como consecuencia física de la enfermedad o como un efecto secundario del tratamiento para el cáncer. Un proveedor de salud mental puede ayudar a las familias a comprender los síntomas de la ansiedad y a controlarlos mejor.
Un trastorno de ansiedad es un miedo o una preocupación continua que interfiere en la vida diaria de una persona o genera una angustia extrema. Por lo general, lo que consideramos ansiedad es parte de un rango normal de pensamientos y emociones. No obstante, los síntomas de ansiedad también pueden indicar que existe un trastorno de ansiedad u otra enfermedad mental que requiere un tratamiento específico. Hable con su equipo de atención si los síntomas de ansiedad del niño empeoran, interfieren en sus actividades diarias o persisten incluso después de que el evento estresante haya terminado.
Cada tipo de trastorno de ansiedad tiene un conjunto de síntomas que conduce a un diagnóstico específico. Algunos trastornos de ansiedad pueden tener síntomas y tratamientos parecidos. Sin embargo, es importante que un profesional capacitado realice una evaluación para asegurarse de que la ansiedad se trate de la mejor manera posible.
Controlar la ansiedad es importante, independientemente de si el paciente tiene un diagnóstico de trastorno de ansiedad o no. Los niveles de ansiedad altos pueden provocar lo siguiente:
Controlar los síntomas de la ansiedad es importante para la salud y la calidad de vida durante y después del cáncer. Lo mejor es usar varios tipos de estrategias diferentes para lidiar con la ansiedad. Entre los miembros del equipo de atención médica que pueden ayudar se incluyen psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales, consejeros, enfermeros de salud mental, especialistas en vida infantil, musicoterapeutas, arteterapeutas y capellanes.
Además de reducir la ansiedad, muchas de estas terapias tienen otros beneficios para los niños con cáncer, entre los que se incluye que ayuda a aliviar el dolor, las náuseas y la depresión.
Un médico puede recetar una medicina para ayudar con los síntomas de la ansiedad. A veces, puede administrarse una medicina para ayudar a que el paciente se relaje antes de un procedimiento. Estos medicamentos tienden a funcionar rápidamente, y los efectos desaparecen en poco tiempo.
Algunos pacientes pueden necesitar medicamentos contra la ansiedad que funcionan con el tiempo para tratar un trastorno de ansiedad. Estos medicamentos tardan más en funcionar. Algunos pacientes pueden necesitar una combinación de medicamentos. Los medicamentos que se usan para tratar los trastornos de ansiedad en los niños pueden incluir los siguientes:
Los pacientes que toman medicamentos para la ansiedad necesitan asistir a consultas regulares con el médico para asegurarse de que los medicamentos están funcionando de manera apropiada y para monitorear cualquier efecto secundario. Es importante seguir cuidadosamente las instrucciones de dosificación. Los pacientes no deberían tomar más de lo que les recetaron y no deberían dejar de tomar la medicina sin supervisión médica. Asegúrese de informarle al médico si su ansiedad no mejora.
Preguntas para hacerle a su médico cuando le recetan una medicina para la ansiedad:
Los medicamentos que se usan para tratar la ansiedad pueden ser peligrosos si se los toma con más frecuencia o en cantidades mayores que las recetadas, o si se dejan de tomar abruptamente. Pregúntele a su médico antes de cambiar la dosis. Además, asegúrese de almacenar los medicamentos en un lugar seguro y mantenerlos fuera del alcance de los niños.
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Revisado: Enero de 2019