Saltar al contenido principal

Ansiedad en los niños y adolescentes con cáncer

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es un estado en el que se experimenta miedo, angustia o preocupación, y a menudo se presenta como respuesta a una situación estresante. Los pensamientos y sentimientos de estrés y preocupación son comunes para toda persona que esté enfrentando los desafíos de una enfermedad grave, como el cáncer pediátrico. En la mayoría de los casos, los niños y adolescentes son resilientes y sobrellevan bien estas emociones durante y después del cáncer.

Con menor frecuencia, la ansiedad causa angustia continua o interfiere en la vida diaria. Esto puede indicar que existe un trastorno de ansiedad específico. La investigación demuestra que los niños con cáncer no tienen más probabilidades de tener un trastorno de ansiedad que otros niños. Sin embargo, todos los pacientes de cáncer pediátrico pueden beneficiarse con estrategias para ayudar a controlar la ansiedad. Se encuentra disponible una variedad de recursos y servicios para controlar los síntomas, mejorar la salud mental y promover la calidad de vida durante y después del cáncer.

Signos y síntomas de ansiedad en niños y adolescentes

Cada persona experimenta la ansiedad de manera diferente. Esto es especialmente cierto en los niños y adolescentes. Los niños pequeños pueden tener problemas para identificar los sentimientos de ansiedad. Los niños mayores y los adolescentes pueden desear no hablar sobre sus preocupaciones porque no quieren molestar a sus padres o hacer que todo sea más estresante.

Los signos y síntomas de la ansiedad pueden incluir los siguientes:

  • Sentimientos de estrés, preocupación o temor
  • Irritarse o molestarse con facilidad
  • Problemas para pensar o concentrarse
  • Intranquilidad, incapacidad para calmarse
  • Llorar más de lo normal
  • No querer estar solo, mucho apego a los seres queridos
  • Evitar actividades o situaciones que provoquen pensamientos o sentimientos de ansiedad
  • Mayor necesidad de reafirmación
  • Signos de daños autoinfligidos
  • Problemas para dormir
  • Mayor frecuencia cardíaca o respiración acelerada
  • Tensión muscular
  • Dolores de cabeza
  • Pérdida del apetito o cambio en los hábitos alimenticios
  • Malestar estomacal, dolor de estómago, estreñimiento o diarrea

Muchos de estos síntomas pueden ocurrir como consecuencia física de la enfermedad o como un efecto secundario del tratamiento para el cáncer. Un proveedor de salud mental puede ayudar a las familias a comprender los síntomas de la ansiedad y a controlarlos mejor.

Trastornos de ansiedad en niños y adolescentes

Un trastorno de ansiedad es un miedo o una preocupación continua que interfiere en la vida diaria de una persona o genera una angustia extrema. Por lo general, lo que consideramos ansiedad es parte de un rango normal de pensamientos y emociones. No obstante, los síntomas de ansiedad también pueden indicar que existe un trastorno de ansiedad u otra enfermedad mental que requiere un tratamiento específico. Hable con su equipo de atención si los síntomas de ansiedad del niño empeoran, interfieren en sus actividades diarias o persisten incluso después de que el evento estresante haya terminado.

Cada tipo de trastorno de ansiedad tiene un conjunto de síntomas que conduce a un diagnóstico específico. Algunos trastornos de ansiedad pueden tener síntomas y tratamientos parecidos. Sin embargo, es importante que un profesional capacitado realice una evaluación para asegurarse de que la ansiedad se trate de la mejor manera posible.

Tipos de trastornos de ansiedad

Controlar la ansiedad es importante, independientemente de si el paciente tiene un diagnóstico de trastorno de ansiedad o no. Los niveles de ansiedad altos pueden provocar lo siguiente:

  • Causar problemas médicos y síntomas físicos como dolores de cabeza, dolores de estómago, náuseas o diarrea.
  • Interferir en la atención y los procedimientos relacionados con el cáncer.
  • Afectar las relaciones personales. 
  • Dificultar el desempeño en la escuela o el trabajo.
  • Impactar en la nutrición, el sueño, la actividad física y otros comportamientos de la salud.
  • Aumentar el riesgo de padecer otros problemas, como depresión, consumo de alcohol o abuso de sustancias, consumo de tabaco, daños autoinfligidos o trastornos alimenticios.

En general, los pacientes con cáncer pediátrico son resilientes y no son más propensos a presentar un trastorno de ansiedad en comparación con sus pares sanos. La mayoría de todos los pacientes con cáncer se pueden beneficiar con las estrategias para reducir la ansiedad, ya sea en un contexto de tratamientos para el cáncer o de supervivencia.

Dr. Niki Jurbergs, pediatric psychologist

Tratamiento de la ansiedad en niños y adolescentes

Controlar los síntomas de la ansiedad es importante para la salud y la calidad de vida durante y después del cáncer. Lo mejor es usar varios tipos de estrategias diferentes para lidiar con la ansiedad. Entre los miembros del equipo de atención médica que pueden ayudar se incluyen psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales, consejeros, enfermeros de salud mental, especialistas en vida infantil, musicoterapeutas, arteterapeutas y capellanes.

Terapias psicológicas para la ansiedad

  • Terapia cognitivo-conductual (Cognitive Behavioral Therapy, CBT): La CBT es un tipo de psicoterapia o "terapia de habla" que enseña cómo cambiar los pensamientos negativos y reaccionar ante situaciones de una manera más útil. La terapia puede enfocarse en cómo sobreponerse ante objetos, lugares, eventos o pensamientos específicos que normalmente causan miedo o ansiedad.
  • Técnicas de distracción: La distracción es una herramienta importante para controlar la ansiedad. Sin embargo, no es tan simple dejar de pensar en su estrés. Los niños pueden distraerse de los pensamientos o las situaciones que provocan la ansiedad si se los involucra en actividades que disfruten. Para los niños con cáncer, la arteterapia, musicoterapia y terapia recreativa son actividades importantes que logran que los pacientes controlen la ansiedad.
  • Estrategias de consciencia y relajación: Los pacientes pueden aprender técnicas específicas para controlar y reducir el efecto del estrés y la ansiedad. Un beneficio de muchas de estas estrategias es que se pueden realizar en prácticamente cualquier lugar o momento. Entre los ejemplos de las técnicas de relajación se incluyen la respiración profunda, las imágenes guiadas, el entrenamiento autógeno y la relajación muscular progresiva.
  • Terapias de mente y cuerpo: Muchos pacientes encuentran ayuda en las terapias de mente y cuerpo, incluidas la biorretroalimentación, la masoterapia, el yoga y el ejercicio físico. La investigación demuestra que estas terapias pueden cambiar las señales nerviosas y los mensajes químicos en el cerebro para ayudar a mejorar el manejo de la ansiedad.

Además de reducir la ansiedad, muchas de estas terapias tienen otros beneficios para los niños con cáncer, entre los que se incluye que ayuda a aliviar el dolor, las náuseas y la depresión.

Medicamentos para la ansiedad en niños y adolescentes

Un médico puede recetar una medicina para ayudar con los síntomas de la ansiedad. A veces, puede administrarse una medicina para ayudar a que el paciente se relaje antes de un procedimiento. Estos medicamentos tienden a funcionar rápidamente, y los efectos desaparecen en poco tiempo.

Algunos pacientes pueden necesitar medicamentos contra la ansiedad que funcionan con el tiempo para tratar un trastorno de ansiedad. Estos medicamentos tardan más en funcionar. Algunos pacientes pueden necesitar una combinación de medicamentos. Los medicamentos que se usan para tratar los trastornos de ansiedad en los niños pueden incluir los siguientes:

  • Fluoxetina (Prozac®)
  • Escitalopram (Lexapro®)
  • Sertralina (Zoloft®)
  • Venlafaxina (Effexor®)
  • Duloxetina (Cymbalta®)
  • Fluvoxamina (Luvox CR®)
  • Benzodiacepinas, incluidos el diazepam (Valium®), el alprazolam (Xanax®) y el clonazepam (Klonopin®)

Los pacientes que toman medicamentos para la ansiedad necesitan asistir a consultas regulares con el médico para asegurarse de que los medicamentos están funcionando de manera apropiada y para monitorear cualquier efecto secundario. Es importante seguir cuidadosamente las instrucciones de dosificación. Los pacientes no deberían tomar más de lo que les recetaron y no deberían dejar de tomar la medicina sin supervisión médica. Asegúrese de informarle al médico si su ansiedad no mejora.

Preguntas para hacerle a su médico cuando le recetan una medicina para la ansiedad:

  • ¿Cuándo deberían comenzar a mejorar los síntomas de ansiedad?
  • ¿Hay algún medicamento o suplemento que no debería tomar mientras estoy tomando esta medicina?
  • ¿Hay alguna actividad que debería evitar hacer?
  • ¿Cuáles son los efectos secundarios comunes?
  • ¿Qué efectos secundarios deberían preocuparme particularmente?
  • ¿Qué debo hacer si me olvido de una dosis?
  • ¿Durante cuánto tiempo necesitaré esta medicina?

Los medicamentos que se usan para tratar la ansiedad pueden ser peligrosos si se los toma con más frecuencia o en cantidades mayores que las recetadas, o si se dejan de tomar abruptamente. Pregúntele a su médico antes de cambiar la dosis. Además, asegúrese de almacenar los medicamentos en un lugar seguro y mantenerlos fuera del alcance de los niños.

Sobrellevar la ansiedad: consejos para padres y cuidadores

  • Hablen abiertamente. Puede que sea difícil para los padres y los cuidadores hablar con los niños sobre los miedos y las preocupaciones.
    • Busque de manera regular las oportunidades para hablar con naturalidad sobre los pensamientos y sentimientos. Esto hace que sea más fácil tener conversaciones difíciles cuando surjan.
    • Use una variedad amplia de palabras para describir sentimientos que ayuden a los niños a procesar las emociones y a hablar sobre la ansiedad.
    • Pregunte en lugar de suponer. Haga preguntas abiertas y demuestre interés en realmente entender sus puntos de vista.
    • Reconozca y respete sus preocupaciones, incluso cuando no esté de acuerdo con ellas.
    • Cuando sea cierto y apropiado, admita que usted a veces también tiene pensamientos y sentimientos similares. Esto los ayuda a saber que no están "locos" ni solos.
    • Lleve un diario para tener registro de los pensamientos y sentimientos.
  • Acérquese a sus amigos y a su familia. El apoyo social es importante para los pacientes y las familias que enfrentan el cáncer infantil. Ayude a los niños y adolescentes a mantener contacto con amigos y a encontrar maneras de enfocarse en las cosas "normales".
  • Tenga en cuenta los grupos de apoyo. Los pacientes y las familias a menudo descubren que es más fácil compartir sus experiencias sobre el cáncer con alguien que ha pasado por lo mismo. Unirse a un grupo de apoyo para el cáncer, participar en actividades grupales o simplemente hacer nuevos amigos dentro del hospital puede brindarles a los pacientes un lugar seguro para hablar sobre la ansiedad y a encontrar maneras de sobrellevarla.
  • Use recursos variados para ayudar a controlar la ansiedad. La experiencia del cáncer es estresante. Acostúmbrese a utilizar estrategias de afrontamiento, incluso cuando las cosas estén saliendo bien. Esto hará que las estrategias sean más fáciles de usar cuando sean necesarias. También es importante tener más de un método para lidiar con la ansiedad. Puede haber ocasiones en las que la estrategia de afrontamiento usual no se pueda usar o no esté ayudando.
  • Controle su propia ansiedad y estrés. Mantenga la calma cuando su hijo esté ansioso. Los niños perciben los ánimos de las personas que los rodean. También aprenden las estrategias de afrontamiento al observar a los demás. Los padres y cuidadores tienen que prestar atención a su propia salud mental. Encuentre maneras de controlar su propia ansiedad para que su hijo sepa que él o ella también puede hacerlo.
  • Aliente a su hijo para que enfrente sus miedos en lugar de evitarlos. Los niños y adolescentes con ansiedad a menudo evitan las situaciones a las que temen. Permitirles a los niños que eviten situaciones temerosas puede disminuir la ansiedad al principio, pero, a largo plazo, la evitación ayuda a mantener o incluso empeorar la ansiedad. Felicite y premie al niño o adolescente por sus esfuerzos al enfrentar o superar una situación que le provoca ansiedad.
  • Ofrezca seguridad sin ser sobreprotector. Los padres quieren proteger a sus hijos del dolor físico y emocional. Durante el cáncer, los padres tienen que prestar más atención en ofrecerles a los hijos las oportunidades para ser independientes de maneras apropiadas para sus edades. Esto ayuda a que los niños desarrollen confianza en sus propias capacidades para adaptarse y resolver problemas.
  • Busque ayuda para su hijo (o para usted) si los síntomas de ansiedad empeoran. La salud mental a menudo tiene un rol secundario dentro de las necesidades médicas durante el cáncer. No obstante, la ansiedad puede tener un impacto negativo en la salud y los resultados médicos. Pedir ayuda no es un signo de debilidad. Hable con su equipo de atención o con su proveedor de salud mental.


Together
no avala ningún producto de marca mencionado en este artículo.


Revisado: Enero de 2019