Todas las decisiones sobre la atención de un niño son importantes. Pero algunas decisiones son más difíciles que otras. Las familias enfrentan decisiones difíciles durante la atención, incluidas las siguientes:
Durante el cáncer infantil, los padres tienen que equilibrar muchos factores. Deben tener en cuenta lo que recomienda el equipo de atención, lo que quiere el niño, cómo se verá afectada la familia y si el curso de acción coincide con sus creencias religiosas o morales.
Existen muchos factores desconocidos en el proceso del cáncer. Puede que a las familias les resulte difícil saber cuál es la “mejor” opción en la atención y el tratamiento. Sin embargo, el equipo de atención ayudará a que las familias comprendan lo siguiente:
Cada niño es diferente. Comprender el pronóstico y las opciones de tratamiento del niño brinda información para muchas de las decisiones más difíciles durante el cáncer. A menudo, el equipo de atención no sabrá exactamente cuándo o cómo responderá el niño al tratamiento. Algunas preguntas importantes para que los padres hagan incluyen las siguientes:
Una vez que se entienda el pronóstico y qué impacto tendrán los tratamientos y procedimientos en la calidad de vida y la probabilidad de supervivencia del niño, el próximo paso es establecer objetivos de tratamiento. Los objetivos de tratamiento pueden incluir los siguientes:
Algunos objetivos pueden extenderse al bienestar de la familia y los demás, incluidos los siguientes:
Discutir y desarrollar los objetivos en familia puede ser útil para tomar decisiones difíciles. Los objetivos pueden cambiar durante el transcurso del tratamiento. Hablar regularmente con el equipo de atención respecto de las opciones y las prioridades de la familia en cuanto a la atención puede reducir el estrés y ayudar en la toma de decisiones.
Las decisiones pueden incluir conversaciones difíciles con el niño. Durante el cáncer, muchas cosas están fuera del control del niño. Es importante darles a los niños la oportunidad de tener una opinión y contribuir a las decisiones que afectan su vida de manera apropiada para la edad y la condición médica. Es posible que los niños que sienten que tienen más control sobre su atención tengan menos ansiedad, y es más probable que cumplan con el tratamiento.
Al prepararse para las conversaciones difíciles con su hijo, haga lo siguiente:
Al prepararse para estas conversaciones, pida asesoramiento. Los familiares, los amigos, otros padres y los líderes religiosos pueden brindar apoyo y consejos. Los miembros del equipo de atención pueden ayudar a preparar las respuestas que mejor se adapten a la edad, las circunstancias y las necesidades del niño. Puede pedirle a un miembro del equipo de atención médica que esté presente durante estas conversaciones.
Los recursos del equipo de atención que sirven para apoyar a los padres cuando se comunican con sus hijos incluyen cuidados paliativos, vida infantil, psicología, trabajo social y atención espiritual. El equipo de enfermería también puede brindar información importante sobre aquellas inquietudes y sentimientos de los niños que quizás intenten ocultar a los padres.
A veces, los familiares no pueden llegar a un acuerdo sobre una decisión. Puede que haya distintas perspectivas respecto de los objetivos de atención o de qué debe contársele al niño. Es normal tener cierto grado de conflicto, pero esto puede ser una gran fuente de estrés. En estas situaciones, las familias pueden tomar medidas para comunicarse con más claridad y desarrollar un plan de acción a fin de resolver el conflicto.
No todos los conflictos familiares pueden resolverse. Pero es importante no dejar que los desacuerdos interfieran en la comodidad y el bienestar del niño.
El estrés, la falta de sueño, las opiniones diferentes y la información compleja pueden hacer que sea difícil manejar el conflicto y tomar decisiones. Puede que sea útil buscar asesoramiento para resolver los problemas y obtener apoyo en cuanto a la toma de decisiones.
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Revisado: Junio de 2018