Los gangliogliomas son tumores cerebrales y de la médula espinal poco comunes.
Crecen de grupos de células nerviosas (células ganglionares) y de células de apoyo (células gliales). Estas células se encuentran en el sistema nervioso central (SNC).
Los gangliogliomas generalmente se desarrollan en el cerebro. Sin embargo, pueden presentarse en cualquier parte del sistema nervioso central. Los gangliogliomas tienden a ser tumores pequeños de grado bajo que no se diseminan, pero, a veces, son tumores malignos de grado más alto.
Los niños con ganglioglioma generalmente tienen un pronóstico favorable. Tienen una tasa de supervivencia a cinco años superior al 90 %. Los médicos, a veces, recomiendan la observación de los tumores estables pequeños que no crecen en lugar de cirugía.
Cuando los médicos recomiendan un tratamiento, la biopsia/cirugía suele ser la opción preferida. La radioterapia puede ayudar si la cirugía no puede extirpar el tumor o si vuelve a aparecer. La quimioterapia y la terapia dirigida también son otras alternativas.
Las crisis convulsivas son un síntoma clave del ganglioglioma.
Otros síntomas incluyen los siguientes:
Los síntomas del ganglioglioma dependen del tamaño y la ubicación del tumor. Debido a que los gangliogliomas tienden a crecer lentamente, los síntomas pueden ser graduales.
Los médicos buscan el ganglioglioma de varias maneras.
Los gangliogliomas por lo general son tumores de grado bajo. En la mayoría de los casos, crecen lentamente y no se consideran malignos. Sin embargo, entre el 5 % y el 10 % de los gangliogliomas son tumores más agresivos de grado alto.
El grado tumoral es el factor principal que afecta el pronóstico del paciente.
Otros factores que influyen en la probabilidad de una cura incluyen los siguientes:
La cirugía de extirpación del tumor es el tratamiento principal para el ganglioglioma.
La radioterapia puede ayudar si el tumor no se puede extirpar completamente. También puede ser útil si el tumor regresa. Los tratamientos nuevos que usan terapias dirigidas se encuentran en ensayos clínicos.
Las exploraciones por imágenes periódicas ayudan a controlar a los pacientes después del tratamiento. La atención de seguimiento debe incluir la rehabilitación y consultas psicológicas y neurológicas, según sea necesario.
Muchos pacientes toman medicamentos anticonvulsivos después de la cirugía. A veces, los pacientes pueden disminuir la dosis y dejar de tomarlos después de un período.
Existe mayor probabilidad de recurrencia si el tumor no se extirpó completamente.
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Revisado: Octubre del 2021