Las terapias dirigidas son nuevos tipos de medicamentos que actúan o apuntan a características específicas de las células cancerosas. La terapia dirigida a menudo se denomina terapia molecular dirigida o medicina de precisión. Cada medicamento dirigido actúa sobre un determinado aspecto de la función de la célula cancerosa. Estos medicamentos son uno de los enfoques principales de las investigaciones actuales en materia del tratamiento contra el cáncer infantil.
Las células cancerosas se diferencian de las células normales y saludables. Poseen cambios en los genes y proteínas que les indican a las células cómo funcionar. La terapia dirigida usa estas mutaciones para interferir en lo que respecta a la manera en que las células cancerosas crecen, se dividen o se diseminan.
Según el tipo de terapia dirigida, el medicamento puede actuar sobre moléculas que se encuentran en los siguientes lugares:
Un medicamento dirigido puede bloquear las señales que le indican a una célula cancerosa qué hacer. Además, un medicamento puede cambiar la manera en que una célula cancerosa produce una proteína que es importante para el crecimiento de la célula. Algunas terapias dirigidas funcionan al impedir que los vasos sanguíneos les suministren oxígeno y nutrientes a las células cancerosas. Otras terapias dirigidas ayudan a provocar la muerte de las células cancerosas.
No importa a qué se dirige o a qué acción específica apunta, el objetivo principal de la terapia dirigida es alterar la función de las células cancerosas de manera tal que no puedan crecer ni sobrevivir.
La terapia dirigida puede usarse para tratar una variedad de cánceres pediátricos. Antes de usar un medicamento dirigido, los médicos realizan pruebas para ver si hay determinados cambios genéticos o mutaciones en la célula tumoral. Es posible que los médicos también prueben la terapia dirigida si otro tratamiento no ha funcionado o si el cáncer ha regresado.
La terapia dirigida puede usarse sola o junto con otros tratamientos, como la quimioterapia, la cirugía y la radioterapia. A veces, se puede administrar más de un medicamento de terapia dirigida.
Las terapias dirigidas son medicamentos que se suelen administrar por vía oral o a través de una vía intravenosa. Se necesitan varias dosis, y la mayoría se administran a los pacientes de forma ambulatoria.
Se realizarán monitoreos a los pacientes para analizar el buen funcionamiento de la terapia dirigida. Es posible que a veces el medicamento funcione al principio y luego deje de funcionar. Los efectos secundarios son diferentes para cada medicamento, y no todos los niños responden a ellos de la misma manera. En casos poco frecuentes, es posible que las personas sufran reacciones alérgicas a los medicamentos dirigidos.
Las terapias dirigidas son muy prometedoras en lo que respecta a los cánceres pediátricos, pero aún queda mucho por aprender. La mayoría de las investigaciones en terapias dirigidas han sido realizadas en pacientes adultos, y los médicos necesitan conocer con mayor profundidad cómo funcionan estos medicamentos en los niños. Para muchos tipos de cánceres, los medicamentos dirigidos aún no están disponibles. Las células cancerosas son complejas, por lo que resulta difícil encontrar hacia dónde dirigirla con exactitud.
Los científicos tienen esperanzas de que los enfoques de la terapia dirigida y de la medicina de precisión proporcionarán curas a largo plazo con menos efectos secundarios para muchos pacientes con cáncer pediátrico.
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Revisado: Junio de 2018