Algunas sobrevivientes del cáncer infantil pueden experimentar problemas con su salud reproductiva (períodos menstruales, embarazo y procreación) como consecuencia de determinados tratamientos que recibieron.
El efecto, si lo hubiera, depende de los siguientes factores:
Los órganos del sistema reproductor femenino trabajan en conjunto de manera que una mujer pueda quedar embarazada, llevar un ser humano en crecimiento hasta el momento del parto y dar a luz.
Las mujeres tienen dos ovarios. Durante la pubertad, la hipófisis en el cerebro envía una señal a los ovarios para que comiencen a producir más estrógeno y progesterona. Estas son hormonas necesarias para el funcionamiento del sistema reproductor.
Una vez al mes, los ovarios liberan al menos un óvulo. Si el esperma fertiliza el óvulo, la mujer queda embarazada. Si no lo fertiliza, la mujer menstrúa.
Cada niña nace con todos los óvulos que tendrá durante toda su vida. Cuando el suministro de óvulos es bajo, la mujer comienza la menopausia. Cuando los períodos menstruales cesan, la mujer ya no puede quedar embarazada. La edad promedio de comienzo de la menopausia es a los 51 años, pero puede comenzar a los 40 años.
En general, las mujeres que son adolescentes o adultas jóvenes al momento del tratamiento tienen un riesgo más alto de presentar problemas que las pacientes más jóvenes.
Las sobrevivientes deben realizarse exámenes físicos anuales que incluyan lo siguiente:
Si el proveedor de atención médica observa problemas en estas áreas, es posible que derive a la sobreviviente a un endocrinólogo o a otros especialistas.
Hay tratamientos disponibles para muchas afecciones de las hormonas y la fertilidad.
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Revisado: Junio de 2018