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Terapia con presión negativa para heridas

En los pacientes con cáncer pediátrico, las heridas necesitan un cuidado especial. El cáncer y los tratamientos para el cáncer pueden retrasar el proceso de curación. Pueden producirse infecciones y otras complicaciones. Un método que se utiliza habitualmente para ayudar a la cicatrización de las heridas es la terapia VAC o la terapia con presión negativa. Este procedimiento también se conoce como terapia de V.A.C.® o cierre asistido por vacío. Puede utilizarse sobre nuevas heridas, heridas más antiguas que no se han curado o incisiones quirúrgicas.

Cómo ayuda la terapia de VAC en la cicatrización de heridas

La VAC para heridas consiste en colocar un apósito sobre la herida y aplicar succión, que puede ser continua o cíclica. La succión logra varios aspectos importantes para la cicatrización de heridas:

  • Elimina el líquido de la herida.
  • Reduce la hinchazón en el área.
  • Ayuda a cicatrizar la herida
  • Aumenta el flujo sanguíneo.

Pasos de la terapia de VAC para heridas

En algunos casos, puede aplicarse o cambiarse el apósito de VAC para heridas bajo los efectos de una sedación o anestesia general.

  • Se limpia la herida y la piel que está alrededor de la herida. Se puede colocar una malla o lámina de contacto sobre el lugar de la herida.
  • Luego, se aplica un apósito de espuma con la forma de la herida sobre el sitio.
  • Se coloca una lámina, o paño, adhesiva transparente sobre la superficie para sellar la zona.
  • Luego, se coloca un tubo de succión sobre la espuma.
  • El tubo se conecta a la pequeña bomba de succión portátil y se enciende el aparato.  

Qué esperar durante la terapia de VAC para heridas

Cuando se enciende la bomba, la succión elimina el aire del sitio. El apósito colapsará y puede que sienta un ligero tirón. Se extraerá el líquido de la herida y este pasará por el tubo hacia un depósito sujeto a la bomba.

En la mayoría de los pacientes, el cierre asistido por vacío de las heridas no provoca más dolor. Cuando comienza la succión, puede que sienta un pequeño tirón, pero esta sensación generalmente desaparece después de unos minutos. A medida que la herida cicatriza, puede que sienta picazón o incomodidad en la zona.

Informe a su médico si el dolor o la incomodidad aumentan, o bien si hay signos de infección, como mayor enrojecimiento, hinchazón o fiebre.

Su equipo de atención le enseñará el funcionamiento básico de la bomba. Sonarán alarmas para informarle problemas habituales, como pérdida de la succión, batería baja o depósito lleno.

La bomba permanece encendida hasta el cambio de apósitos. Por lo general, los apósitos y tubos se cambian al menos una vez por semana (o con más frecuencia, según las características de la herida). Su equipo de atención puede recomendarle medicamentos y otras formas de manejar el dolor durante los cambios de apósitos.

La duración general de la terapia de VAC para heridas varía en función de las necesidades del paciente. Algunos pacientes pueden recibir la terapia durante unos días. Puede que otros la necesiten durante meses.

Los sistemas portátiles de terapia de VAC para heridas permiten que los pacientes hagan la mayor parte de las actividades normales, dentro de los límites establecidos por el equipo de atención. Los pacientes pueden bañarse si sujetan el tubo y retiran la bomba durante un periodo corto de tiempo.

Ventajas de la VAC para heridas

  • Ayuda en el proceso de cicatrización.
  • Reduce la frecuencia del cambio de apósitos.
  • El apósito se queda en su lugar y no se corre tan fácilmente con el movimiento.
  • Mejora la protección de la herida y la piel que la rodea.

Desventajas de la VAC para heridas

  • La bomba portátil puede ser incómoda para el traslado o mantenimiento.
  • Los cambios de apósitos pueden ser dolorosos, pero la incomodidad es similar a la que se siente con otros procedimientos de cuidado de heridas.
  • La VAC para heridas no es adecuada en todos los pacientes.
  • El sistema puede ser costoso; puede que el seguro tenga algunos requisitos para la cobertura.

Consejos y resolución de problemas

Las familias deben consultar los manuales de usuario para obtener ayuda sobre el sistema específico que están utilizando para la terapia de VAC para heridas. Sin embargo, a continuación presentamos algunos consejos y datos generales para la resolución de problemas en casa.

La mayoría de las unidades de terapia VAC para heridas que se utilizan en el hogar tienen las siguientes partes principales:

  • Unidad de terapia (bomba)
  • Depósito o lámina absorbente para recolección de líquidos
  • Almohadilla y tubos de sujeción
  • Apósito de espuma o lámina de silicona
  • Lámina protectora adhesiva (paño transparente resistente al agua)

Los cuidadores de la familia deben controlar el dispositivo con frecuencia y verificar lo siguiente:

  • La bomba debe estar encendida.
  • El apósito de espuma no debe estar colapsado.
  • No se filtra aire desde el paño o el tubo.
  • La batería está cargada.

La unidad de terapia emitirá un sonido o alarma en caso de que haya un problema. El equipo de atención explicará cómo usar el sistema, pero la mayoría de las alarmas se deben a uno de los siguientes motivos: la terapia no está activa, el dispositivo tiene poca batería, hay una filtración o el depósito está lleno y se debe cambiar.

Por lo general, el depósito lleno lo cambia el equipo de atención en la clínica. Sin embargo, se le puede enseñar a un cuidador de la familia a retirar y reemplazar el depósito, si fuera necesario. También se les enseñará a los cuidadores cómo reparar filtraciones en el paño.

Comuníquese con su equipo de atención

Llame a su médico si ocurre cualquiera de los siguientes hechos:

  • El líquido del depósito tiene un color o una consistencia distintos.
  • Aumenta el sangrado.
  • Aumentan el dolor, el enrojecimiento o el olor.
  • El sistema se apagó durante más de 2 horas.


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Revisado: Junio de 2018