Los pacientes de cáncer infantil a veces necesitan una transfusión de sangre cuando no pueden producir glóbulos sanguíneos suficientes.
Los cánceres de la sangre, como leucemia y linfoma, pueden afectar la médula ósea, la parte blanda interna de los huesos, donde se forman los glóbulos sanguíneos Los diferentes tratamientos para el cáncer también pueden afectar la sangre y la médula ósea.
El corazón bombea sangre a través de una red de arterias y venas en todo el cuerpo. La sangre transporta oxígeno y nutrientes a los órganos y tejidos del cuerpo.
La sangre está compuesta por diferentes componentes o partes:
Los productos que más se transfunden son los glóbulos rojos y las plaquetas. En muy pocas ocasiones se usa la sangre entera. Cuando los donantes donan sangre entera, por lo general, se separa en diferentes partes.
Los pacientes con cáncer infantil con anemia grave pueden necesitar la transfusión de glóbulos rojos. La anemia ocurre cuando el cuerpo tiene una cantidad de glóbulos rojos menor de lo normal. También puede ocurrir cuando los glóbulos rojos no tienen suficiente hemoglobina, una proteína rica en hierro de los glóbulos rojos que transporta oxígeno.
Una transfusión de glóbulos rojos puede llevar entre 2 y 2 horas y media. El tiempo necesario para realizar el procedimiento depende del peso del paciente y del volumen de producto sanguíneo que necesita el paciente.
Los pacientes con cáncer infantil a veces necesitan transfusiones de plaquetas si tienen un conteo bajo de plaquetas, una afección denominada trombocitopenia.
Una transfusión de plaquetas puede llevar entre 1 y 1 hora y media. Depende del peso del paciente y del volumen de transfusión.
Las transfusiones de glóbulos blancos son muy poco frecuentes. Se utilizan en pacientes con infecciones graves que no responden a los antibióticos. Los granulocitos son el tipo de glóbulos blancos que se transfunden.
Las transfusiones de plasma se realizan en pacientes con cáncer infantil que pueden tener problemas de sangrado excesivo. El plasma contiene factores de la coagulación que ayudan a la sangre a coagular.
La mayoría de las transfusiones se realizan en un ámbito hospitalario, generalmente, en una sala de quimioterapia del hospital, durante un procedimiento quirúrgico o en la habitación del paciente.
Los pacientes deben prepararse para esperar algunas horas antes de que comience su transfusión de sangre. Una vez que los médicos realizan un pedido de productos sanguíneos, el personal del banco de sangre debe realizar un proceso para asegurarse de que el paciente reciba el producto adecuado. El producto sanguíneo debe entregarse en el área del procedimiento. El proceso puede llevar 2 horas o más. Si el paciente es un paciente ambulatorio, la familia puede realizar otras actividades en el hospital durante este periodo.
La transfusión en sí misma puede llevar 1 o 2 horas o más. La duración depende del tipo de transfusión, el volumen de producto y el peso del paciente. El equipo de atención médica le puede brindar a las familias información específica para su hijo.
La mayoría de las transfusiones de sangre se realizan sin problemas. Sin embargo, algunos pacientes pueden tener reacciones a las transfusiones. En algunos casos, la reacción puede tratarse y la transfusión puede continuar. En otros casos, el equipo de atención médica detendrá la transfusión.
Los síntomas de una reacción pueden incluir los siguientes:
En pocos casos, puede ocurrir una reacción grave denominada reacción hemolítica a la transfusión. Esto ocurre si el grupo sanguíneo que se le administra al paciente durante una transfusión no coincide o no funciona con el grupo sanguíneo del paciente. El cuerpo ataca las nuevas células sanguíneas, que luego producen sustancias que pueden dañar a los riñones.
Los síntomas incluyen los siguientes:
El enfermero detendrá la transfusión ante el primer signo de esta reacción.
Los padres deben asegurarse de informar cualquiera de estos signos y síntomas al equipo de atención médica.
Los hospitales reciben productos sanguíneos de los hemocentros, que son centros que recolectan, preparan, almacenan y distribuyen sangre para transfusión. Algunos hemocentros son independientes. Otros son parte de un hospital.
Los productos sanguíneos son donados generalmente por donantes de sangre voluntarios. A veces, las familias donan sangre para un paciente específico. En algunos casos, se puede usar la propia sangre del paciente. Pero, por lo general, esto no es posible para los pacientes con cáncer infantil.
Un paciente debe recibir un producto sanguíneo que funcione con su grupo sanguíneo. Si el producto sanguíneo no es compatible, los anticuerpos de la sangre atacarán la sangre del donante y hará que el paciente se enferme.
Todas las personas tienen un grupo sanguíneo: O, A, B o AB. Es Rh positivo o Rh negativo. Los grupos sanguíneos son:
Los bancos de sangre clasifican en grupos y emparejan los productos sanguíneos para asegurarse de que sean compatibles con la sangre del receptor.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration, FDA) regula las donaciones de sangre. Los bancos de sangre toman muchas precauciones para garantizar la seguridad del suministro de sangre.
Debido a los rigurosos exámenes que se realizan, los productos sanguíneos son muy seguros en los Estados Unidos. Las probabilidades de contraer alguna enfermedad debido a una transfusión de sangre son muy poco frecuentes.
Para obtener más información sobre la seguridad de la sangre, visite Aspectos fundamentales de la seguridad de la sangre de los CDC.
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Revisado: Junio de 2018