Los pacientes suelen sentirse cansados y débiles durante el tratamiento del cáncer. La fatiga relacionada con el cáncer es diferente del cansancio cotidiano. No desaparece con el sueño o el descanso. La fatiga puede hacer que sea difícil completar tareas o realizar actividades normales. Esto puede interferir en la escuela o el trabajo, las relaciones, y la salud emocional y física. En algunos pacientes, la fatiga continúa incluso después de que finaliza el tratamiento.
La fatiga es uno de los efectos secundarios más frecuentes y angustiantes del cáncer y de los tratamientos contra el cáncer para los pacientes y sus familias. Es importante que las familias trabajen estrechamente con el equipo de atención para identificar las posibles causas y desarrollar un plan para abordarlas.
Algunas maneras de ayudar con la fatiga son:
La fatiga relacionada con el cáncer es la sensación de cansancio o agotamiento, o de tener poca energía, que es constante, no se explica por otras causas y no se alivia con el descanso. La fatiga tiene efectos mentales, físicos y emocionales e interfiere en la vida diaria.
La fatiga durante el cáncer infantil, y después de este, suele deberse a una combinación de factores. Estos incluyen los tratamientos contra el cáncer, los efectos del cáncer en sí y otros factores físicos, conductuales y emocionales.
La fatiga durante la quimioterapia puede aumentar y disminuir. Por lo general, la fatiga es peor en los días posteriores a un tratamiento de quimioterapia, cuando las cifras de los hemogramas son más bajas. Los niveles de energía pueden aumentar gradualmente hasta el próximo tratamiento. Los medicamentos que se utilizan en la terapia dirigida y en la inmunoterapia también pueden causar fatiga.
Los medicamentos antineoplásicos pueden causar fatiga de varias maneras. A continuación, se indican los cambios físicos que pueden contribuir a la fatiga:
Los pacientes que reciben radioterapia también informan sentir fatiga. La fatiga producida por la radiación a menudo empeora con el tiempo. Por lo general, mejora después de que finaliza el tratamiento. Es especialmente probable que la radiación al cerebro cause fatiga.
Un primer paso para tratar la fatiga es obtener más información sobre el problema e identificar las posibles causas. Esto incluye preguntas sobre la aparición, la duración, el efecto sobre las actividades diarias y qué hace que la fatiga mejore o empeore. Se utilizan antecedentes médicos, exámenes físicos y pruebas de laboratorio para averiguar las causas subyacentes. La información sobre el sueño, la actividad física y los hábitos alimentarios de un paciente también puede ser útil para evaluar la fatiga.
La Evaluación de la Fatiga Relacionada con el Cáncer puede incluir los siguientes puntos:
Puede ayudar saber que el sentimiento de “falta de energía” es normal con el cáncer y mejorará. Las familias deben trabajar con el equipo de atención para identificar y tratar los factores médicos y emocionales que contribuyen a la fatiga. Es posible que se desconozca la totalidad de los motivos de la fatiga de un paciente.
A continuación, se indican algunas maneras de controlar la fatiga: