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Obtenga más informaciónLos pacientes con cáncer infantil pueden necesitar retrasar la aplicación de ciertas vacunas durante el tratamiento del cáncer.
Las vacunas de rutina son aquellas que se recomiendan para todos en los EE. UU. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC) publican un calendario de vacunación infantil recomendado cada año. En ocasiones, la vacunación se denomina inmunización.
Las vacunas le enseñan al cuerpo cómo defenderse cuando gérmenes específicos (como virus o bacterias) lo invaden.
Por lo general, los pacientes con cáncer infantil tienen un sistema inmunitario debilitado durante el tratamiento del cáncer.
Una vacuna requiere una buena respuesta inmunitaria para que sea efectiva. Es posible que la vacunas no sean efectivas cuando se las administra a una persona que recibe tratamiento para el cáncer. El sistema inmunitario debilitado no puede responder con normalidad ni recordar al germen para poder atacarlo posteriormente.
En casos pocos frecuentes, las vacunas que contienen virus debilitados (atenuados) pueden hacer que los pacientes con sistemas inmunitarios muy debilitados se enfermen si las reciben. Los pacientes no deben recibir estas vacunas cuando sus sistemas inmunitarios están debilitados. Pero, por lo general, no hay problema en que la gente a su alrededor las reciba.
Las vacunas de rutina que contienen virus atenuados y que no deben administrarse a las personas con un sistema inmunitario debilitado son las siguientes:
La Sociedad de Enfermedades Infecciosas de los Estados Unidos recomienda una inyección antigripal anual para todos los niños mayores de 6 meses, entre ellos, los niños que reciben tratamiento para el cáncer. Las personas deben recibir una inyección antigripal una vez al año debido a que la composición de la inyección es diferente cada año. Los virus de la gripe cambian constantemente, y las respuestas inmunitarias del cuerpo disminuyen con el tiempo.
Los niños con un sistema inmunitario debilitado no deben recibir la vacuna antigripal por nebulización nasal ya que contiene el virus vivo.
La inyección antigripal está compuesta por virus de la gripe muertos (inactivados). Esta es segura para las personas con cáncer. Puede administrarse por lo menos 2 semanas antes de la quimioterapia o entre los ciclos de quimioterapia.
Los pacientes con trasplante pueden recibir una inyección antigripal 6 meses después del trasplante. Si hay un brote de gripe en la comunidad, pueden recibir la inyección antigripal 4 meses después del trasplante.
Las excepciones a estas reglas se aplican para los pacientes que probablemente no responderán a la vacuna antigripal, aunque es poco probable que se vean perjudicados por ella. Entre los pacientes que probablemente no responderán se encuentran aquellos que recibieron quimioterapia fuerte o anticuerpos contra las células B en un plazo de 6 meses.
Por lo general, los niños que reciben tratamiento para el cáncer pueden recibir todas las vacunas de rutina excepto aquellas con virus atenuados.
Si su hijo no ha completado todas sus vacunas de rutina, puede hablar con su médico acerca de continuar recibiéndolas para protegerlo durante el tratamiento del cáncer. Comúnmente, las inyecciones administradas durante este periodo deben repetirse después de que su hijo termine el tratamiento, ya que podrían no ser efectivas como consecuencia del debilitamiento del sistema inmunitario. Sin embargo, también pueden brindarles algo de protección.
El equipo de atención aconsejará a las familias sobre cuándo retomar el calendario de vacunación. Se puede inmunizar a los pacientes con vacunas con virus inactivos y vacunas vivas contra la varicela y contra el sarampión, paperas y rubeola (triple vírica).
Los hermanos y adultos que viven con un paciente con cáncer infantil deben mantenerse al día con las vacunas para minimizar la probabilidad de exponer al niño a una enfermedad que se puede prevenir con vacunas.
Las personas del hogar no deben recibir la vacuna oral contra la polio. (Esta vacuna no se usa en los Estados Unidos).
Si un bebé en el hogar ha recibido la vacuna contra el rotavirus recientemente, todos los familiares deben lavarse las manos cuidadosamente y con frecuencia después de estar en contacto con el bebé vacunado, especialmente al cambiarle los pañales. Los pacientes de trasplante y quienes reciben terapia contra el cáncer no deben cambiar los pañales.
Los niños con el sistema inmunitario debilitado deben evitar el contacto en los siguientes casos:
Para obtener mayor información sobre la vacunación consulte:
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Revisado: Marzo de 2019