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Ayudar a los hermanos con el duelo

Al igual que el duelo de un adulto, el duelo de los niños es un proceso. Como los adultos, los niños sienten y demuestran una escala de emociones cuando experimentan el duelo. Los sentimientos pueden incluir tristeza, enojo, culpa o negación. Las reacciones pueden incluir llanto, mala conducta, retraimiento u otros cambios en el comportamiento. Los niños pueden tener problemas para dormir o no tener mucho apetito. Estos sentimientos y comportamientos son respuestas normales ante el duelo.

Hablar sobre la muerte

Hablar sobre la muerte de un hijo con los otros hijos puede ser uno de los desafíos más difíciles que tengan que enfrentar los padres. Además de cubrir las necesidades emocionales, los padres también deben considerar la capacidad de cada hijo para comprender la muerte y su permanencia. La manera en la que un niño procesa esta información depende de diversos factores entre los que se incluyen la edad, el estadio del desarrollo y las experiencias de vida.

No hay forma de hacer que estas conversaciones sean fáciles. Pero hay algunas cosas que pueden ayudar a los padres a comenzar estas conversaciones.    

  • Hable honesta y directamente. Use palabras simples, como “murió”, en lugar de “falleció” o “pasó a mejor vida”. Los padres a menudo quieren hacer  lo que dicen menos grave. Sin embargo, a veces esto puede confundir a los niños aún más o generarles incertidumbres.
  • Ofrezca explicaciones claras en un lenguaje adecuado para su edad. Algunos niños piensan que la muerte no es permanente. Evite usar frases como “Dios se lo llevó al cielo” o “está con la abuela ahora”. 
  • Repita la misma información varias veces y de diferentes maneras. Corrobore que sus hijos hayan comprendido. 
  • Piense en las primeras conversaciones solamente como el primer paso. Ofrezca solo los detalles que le pida o que le parezca que el niño está listo para recibir. Asegúreles a los niños que está bien hablar y que está bien hacer preguntas.
  • Dé espacio a los niños para procesar la información y esté disponible cuando los niños estén listos para hablar. Algunos niños plantearán el tema por sí solos o darán pequeñas señales de que quieren hablar. Otros pueden necesitar varios intentos antes de que estén listos para compartir lo que están pensando o sintiendo.  
  • Hable sobre los sentimientos. Los niños a menudo siguen la guía de los padres para plantear un tema. Si los padres comparten sus sentimientos, es más probable que los niños hablen sobre sus propios pensamientos y sentimientos.
Una mariposa se posa en una flor.

Una de las cosas más difíciles para los padres que han perdido a un hijo es hablar sobre la muerte de su hijo con sus otros hijos.

Ayudar a los niños a que sepan qué esperar

Saber qué esperar les da a los niños una sensación de seguridad. Para muchos niños, la muerte de un hermano es una de las primeras veces que experimentarán una pérdida y duelo real. Además de intentar sobrellevar sus propias emociones nuevas, los niños deben sobrellevar el hecho de ver las respuestas emocionales de sus padres. Esto puede hacer que los niños sientan incertidumbre y miedo. Los niños tampoco comprenden las preocupaciones concretas con las que las familias deben lidiar después de la muerte.

Es importante para los niños tener una noción de lo que ocurrirá a corto y largo plazo. Esto puede mitigar las dudas y preocupaciones de un niño.   

  • Ayude a los niños a procesar las emociones y analice cómo responden a las emociones de los demás. Asegúreles que sus sentimientos son normales y que todos lidian con el duelo de maneras diferentes.
  • Tanto como sea posible, hágales saber a los niños lo que pasará antes de tiempo. Asegúreles que los cuidarán.
  • Ofrézcales opciones a los niños sobre qué hacer. Ayúdelos a regresar a sus rutinas y actividades familiares. 
  • Como familia, hablen sobre los miedos y la incertidumbre, pero encuentren maneras de reconectarse con sus rutinas y tradiciones de familia.

Responder a las preguntas y emociones comunes

Después de la muerte de un hermano o una hermana, los niños a menudo tienen algunas preocupaciones durante el proceso de duelo. Estas preocupaciones no siempre tienen respuestas fáciles. Pero anticiparse a las preguntas que puedan tener los niños puede ayudar a los padres a tener posibles maneras de responder.

Sentir culpa

 Los niños, a menudo, tienen una sensación de culpa cuando un hermano fallece. Es importante hacer que los niños sepan que no tienen ninguna culpa y que no deberían sentir culpa por lo que pasó. Los enfoques para analizar esto incluyen: 

  • “Nada de lo que tú o cualquiera haya hecho, pensado o dicho hizo que esto pasara”.
  • “Has hecho perfectamente lo que se te pidió, incluso cuando era difícil”.
  • “No es la culpa de nadie”.

Preguntarse por qué su hermano o hermana murió 

Para la gran mayoría de los niños, las causas del cáncer permanecen desconocidas, pero eso no evita que los padres se pregunten por qué pasó. Lo mismo les sucede a los niños. Algunas de las maneras en que puede responder esta pregunta son las siguientes:

  • “No estamos seguros. ¿Por qué crees tú?” Esto puede ayudar a los padres a saber qué piensan los niños y qué es lo que ya saben. 
  • “Parece que quieres hablar de lo que pasó. ¿Es así?” Demostrar interés puede ayudar a los niños a sentirse cómodos para expresar sus sentimientos.
  • “A veces, cuando el cuerpo de una persona se enferma, sin importar cuánto uno lo intente, no se puede hacer nada para mejorarlo. ¿Has pensado en esto?” Esta respuesta abre la puerta para que los niños hagan más preguntas.

Preguntar qué pasa después de la muerte 

Si las familias creen en otra vida, los padres pueden considerar tener conversaciones sobre cómo es este nuevo lugar. Algunos niños encuentran consuelo en analizar quién más puede estar allí y qué están haciendo. Saber que los niños piensan qué ocurre después de que alguien se muere puede resultar un consuelo para los padres también. Este análisis también pueden ser una oportunidad para aclarar ideas equivocadas. Los libros de cuentos que coinciden con los valores y las creencias de la familia también pueden ayudar a los padres a tener conversaciones sobre la muerte. Los padres pueden decir algo como lo siguiente: 

  • “El amor que compartimos nunca se acabará. Se quedará con nosotros y siempre será una parte de nuestras vidas”.
  • “Hay amor en cada uno de los recuerdos que tuvimos juntos, y eso se quedará aquí con nosotros”.

Ver al niño de nuevo 

Es común que un hermano pregunte “¿volveré a ver a mi hermano o hermana?” Según las creencias espirituales, los padres pueden responder con algo como lo siguiente:

  • “No podrás volver a ver a tu hermano de nuevo porque ya no está aquí, en la tierra, con nosotros”. 
  • “No puedes verla o tocarla, pero puedes recordarla en tu corazón y en tu mente”.

Recordar a su hermano o hermana

Es importante asegurarse de que sus hijos sepan que su hermano o hermana siempre será parte de la familia y que no lo o la olvidarán. Los niños pueden querer escuchar historias o recuerdos específicos. Compartir cenas, vacaciones, cumpleaños o actividades favoritas puede asegurarles a los hermanos que seguirán conectados a su hermano o hermana. Los niños pueden tener ideas de cosas que pueden hacer en ocasiones especiales para recordar a su hermano. Esta conversación puede iniciarse al decir algo como lo siguiente:

  • “Para el cumpleaños de tu hermana el año que viene, elijamos un globo, vayamos a un lugar especial y dejémoslo volar alto en el aire mientras pensamos en ella”.
  • “El primer día de cada mes, comamos una de las comidas favoritas de tu hermano”.

Seguir adelante 

Los niños en duelo a menudo preguntan “¿qué haremos?” Puede ser útil para reconocer la dificultad que tiene seguir adelante. Asegúreles a los niños que la familia estará unida y se apoyarán los unos a los otros al decir lo siguiente:

  • “Es muy difícil imaginar que no estemos todos juntos. Encontraremos las maneras de recordar a tu hermana y de incluirla en nuestra familia. Ella siempre será tu hermana”.

Ser honesto con los sentimientos

Cuando los padres expresan sus sentimientos, esto puede ayudar a los niños a comprender que no están solos y que sus sentimientos son normales. Es importante permitirles a los niños que expresen sus nuevas emociones. Los parientes pueden validar las emociones de sus hijos al dejarles saber que ellos comparten los mismos sentimientos y que es normal. Las formas posibles de analizar esto incluyen: 

  • “Mamá se siente triste porque la medicina no pudo hacer que el cáncer dejara de crecer”. 
  • “A veces, me siento triste y llorar es una de las formas en que ayudo a sacar mis sentimientos”.
  • “Papi se está sintiendo horrible en este momento. ¿Cómo te estás sintiendo tú?” 

A veces, los padres no saben qué decir. Está bien que los padres demoren las respuestas a una pregunta hasta que se sientan más preparados. Lo más importante es comunicarles a los niños que está bien hacer preguntas. Si los niños saben que los padres también están luchando con las respuestas, ellos pueden ser más honestos sobre sus propias batallas. Una respuesta simple puede ser: “Esa es una pregunta muy difícil. Yo también me he estado preguntando eso”.

Proyectos para ayudar a los niños con el duelo y a recordar

Una manera de apoyar el proceso de duelo es hacer algo con los niños para honrar y recordar a su hermano o hermana. Los niños pueden tener ideas sobre qué les gustaría hacer y estas ideas pueden ser una fuente de gran consuelo. Los ejemplos incluyen:

  • Hacer un libro de citas, historias memorables o fotos
  • Crear un libro sobre la vida del niño o de sus recuerdos favoritos juntos
  • Escribir un poema o una canción
  • Crear un blog o diario sobre el niño
  • Decir adiós en una carta o discurso que luego pueden dar a las personas especiales 
  • Plantar un árbol o una flor en conmemoración del niño
  • Escribir sobre un globo o poner mensajes dentro de un globo y dejarlo volar
  • Encontrar algo especial que el niño pueda cuidar y mantener cerca


Revisado: Junio de 2018