Una sonda de alimentación es un dispositivo médico que ayuda a proporcionar apoyo nutricional (nutrición enteral) a los pacientes que no pueden tragar o que no pueden obtener todos los nutrientes que necesitan de los alimentos.
Las sondas de alimentación más comunes incluyen las sondas nasogástricas (sondas NG) y las sondas de gastrostomía (sondas G). Sin embargo, existen varios tipos de sondas de alimentaciónEnlace se abre en una nueva ventana en función de cómo y dónde se colocan en el sistema digestivo.
Es posible que su hijo(a) necesite una sonda de alimentación en los siguientes casos:
La alimentación por sonda, o nutrición enteral, proporciona nutrición en forma de líquido o fórmula mediante una sonda colocada en el estómago o . También se pueden administrar algunos medicamentos a través de la sonda de alimentación.
Generalmente, hay dos formas de colocar las sondas de alimentación:
El tipo de sonda de alimentación que tiene su hijo(a) depende de cómo se coloca la sonda (a través de la nariz o del abdomen) y del lugar del sistema digestivo en el que desemboca (estómago o intestino).
Entre las sondas nasales se incluyen las siguientes:
La sonda NG se introduce a través de la nariz y baja por la garganta hasta el estómago. Las sondas ND y NJ desembocan en el intestino delgado.
Se puede utilizar una sonda nasogástrica (sonda NG) para proporcionar apoyo nutricional (nutrición enteral).
Por lo general, las sondas de alimentación nasales se utilizan cuando se necesita alimentación por sonda durante un período relativamente corto. La sonda se extiende desde una fosa nasal y se asegura en la piel con cinta adhesiva médica. Tienen varias ventajas, incluidos un menor riesgo de infección y facilidad de la colocación.
No obstante, la sonda debe estar pegada a la cara. Esto puede molestar a algunos niños. Otros niños pueden tener problemas con las sondas nasales por la irritación de la piel y las membranas mucosas debido a la quimioterapia u otros tratamientos.
Algunas sondas de alimentación se colocan mediante una intervención quirúrgica en la que se realiza una pequeña incisión en la pared del abdomen.
Entre las sondas de alimentación que se colocan quirúrgicamente se incluyen las siguientes:
Las sondas de alimentación colocadas quirúrgicamente incluyen las sondas G, J y GJ.
Las sondas colocadas quirúrgicamente (sonda G, J y sonda GJ) se utilizan por un período más largo o en caso de que el niño no pueda tener una sonda nasal. La abertura en el abdomen donde se coloca la sonda se llama estoma. En el exterior del cuerpo, los pacientes tienen una sonda larga o un “botón”, o sonda de bajo perfil. Una vez que sana, el estoma no debería ser doloroso. Los niños deberían poder hacer la mayoría de las actividades regulares.
Obtenga más información sobre los tipos de sondas de alimentaciónEnlace se abre en una nueva ventana y su colocaciónEnlace se abre en una nueva ventana.
La elección del mejor tipo de sonda de alimentación para su hijo(a) depende de varios factores. El médico considerará lo siguiente:
La sonda de alimentación se puede utilizar como apoyo nutricional a corto o largo plazo. La mayoría de los niños pueden ingerir alimentos por vía oral con una sonda de alimentación colocada. Si se produce una infección u otro problema, se retirará la sonda y se reemplazará según sea necesario.
Antes de que su hijo(a) obtenga una sonda de alimentación, el equipo de atención médicaEnlace se abre en una nueva ventana le explicará el riesgo y los beneficios de una sonda de alimentación y lo ayudará a saber qué puede esperar.
Entre los problemas que pueden surgir después de la colocación de una sonda de alimentación se encuentran los siguientes:
Algunos pacientes pueden tener efectos secundarios debido a la alimentación por sonda. Estos incluyen náuseas, vómitosEnlace se abre en una nueva ventana, calambres estomacales, diarreaEnlace se abre en una nueva ventana, estreñimientoEnlace se abre en una nueva ventana e hinchazón.
La mayoría de los problemas se pueden prevenir si se siguen las instrucciones de cuidado y alimentación. Asegúrese de evitar que su hijo(a) toque la sonda o tire de esta. Cuide bien la piel que rodea el sitio de la sonda para evitar irritaciones o infecciones.
Un enfermero o educador de pacientes repasará el cuidado y las instrucciones de la sonda de alimentación. Asegúrese de tener una lista de preguntas y escribir la información para que le sea más fácil recordarla.
El apoyo nutricional puede ayudar a su hijo(a) a sentirse mejor y a tener la energía necesaria para realizar sus actividades diarias.
La mayoría de los niños se adapta bien a tener una sonda de alimentación. Es importante ayudar a su hijo(a) a entender que la alimentación por sonda no es un castigo. En ocasiones, un paciente no es capaz de obtener suficiente nutrición por vía oral. Esto no es culpa de nadie. Las sondas de alimentación pueden ayudar a los niños a estar más sanos y a sentirse mejor.
—
Revisado: Agosto del 2022