La biorretroalimentación es una técnica de la mente y el cuerpo donde se enseña a los pacientes a controlar determinadas respuestas fisiológicas, como la respiración y la frecuencia cardíaca. El objetivo de la biorretroalimentación es aumentar la conciencia y el control sobre determinadas funciones corporales. En otras palabras, la biorretroalimentación puede ayudar a los niños a convertirse en “amos” de sus cuerpos, y es una manera de que vean en forma práctica la conexión entre la mente y el cuerpo. El entrenamiento de la biorretroalimentación puede ayudar a los pacientes a controlar los síntomas de la enfermedad, el estrés, y los efectos secundarios.
Durante el tratamiento oncológico, la biorretroalimentación puede ayudar a los pacientes a controlar lo siguiente:
La biorretroalimentación hace uso de equipos especiales para detectar y monitorear señales fisiológicas a través de sensores que se colocan en el cuerpo (en general, sobre la piel). En función de lo que se esté midiendo, se colocan sensores en distintas áreas del cuerpo como los dedos de las manos, las muñecas, los lóbulos de las orejas, el cuero cabelludo o el tórax. Los pacientes pueden ver los resultados en una pantalla en tiempo real para que sean más conscientes de las actividades específicas del cuerpo. Mediante la práctica, los niños pueden aprender a controlar estas funciones.
Los sensores de biorretroalimentación miden funciones vitales como las siguientes:
Se trata de un proceso interactivo. El terapeuta utiliza esta información para ayudar al paciente a enfocarse en hacer pequeños cambios en el cuerpo y la mente a fin de producir resultados específicos. Por ejemplo, una lectura de aumento en la frecuencia cardíaca puede ser un indicio de estrés. El terapeuta puede usar una técnica de relajación para reducir el estrés y disminuir la frecuencia cardíaca. O bien pueden utilizarse los resultados de una electromiografía (EMG), que mide la actividad muscular, para ayudar a que el paciente relaje determinados músculos que podrían estar provocando dolor o incomodidad.
El objetivo principal es que los pacientes utilicen la biorretroalimentación de los sensores a fin de aprender técnicas para tener control sobre las respuestas del cuerpo y mejorar la salud.
Con el paso de las sesiones y la práctica, los pacientes aprenden a reconocer los cambios fisiológicos del cuerpo y a utilizar estrategias específicas para controlar las respuestas fisiológicas.
La biorretroalimentación es una técnica no invasiva y se considera segura. Sin embargo, los sensores podrían provocar irritación en la piel de los pacientes que reciben determinados tipos de tratamiento. La biorretroalimentación es más efectiva cuando es dictada por un proveedor certificado con capacitación avanzada. Animamos a los pacientes y las familias que estén interesados en la biorretroalimentación a que hablen sobre esta técnica con su equipo de atención médica.
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Revisado: junio de 2018