Medicamentos Corticoides y Comportamiento

Los medicamentos corticoides se utilizan en muchos tratamientos contra el cáncer, la enfermedad de células falciformes y otras enfermedades. Los médicos pueden recetar estos medicamentos para lo siguiente:

• Aliviar la inflamación (calor, hinchazón, enrojecimiento y dolor)
• Prevenir la enfermedad de injerto contra huésped (GVHD, por sus siglas en inglés) después de un trasplante de células madre (médula ósea)
• Tratar las alergias graves, el asma, las náuseas, los vómitos y ciertos tipos de cáncer

Los medicamentos corticoides pueden ser muy importantes para el cuidado de su hijo(a). Sin embargo, los medicamentos corticoides tienen efectos secundarios. Estos pueden incluir cambios en el comportamiento, las emociones y los pensamientos de su hijo(a).

Cómo pueden afectar los corticoides a su hijo(a)

• Comportamiento:  Su hijo(a) podría actuar de manera diferente. Los cambios comunes incluyen arrebatos de enojo, agitación y más llanto de lo normal. Además, su hijo(a) podría actuar de manera muy enérgica o hiperactiva.
• Estado de ánimo y emociones:  Su hijo podría parecer enojado, irritable, deprimido o ansioso. Es posible que note cambios de humor y que las emociones de su hijo(a) cambien de manera rápida y frecuente.
• Pensamientos:  Su hijo(a) podría confundirse fácilmente o tener dificultades para recordar cosas. Su hijo(a) también podría distraerse más fácilmente o tener problemas para concentrarse.
• Sueño:  Su hijo(a) podría tener problemas para dormir. A su hijo(a) le podría resultar difícil irse a dormir o conciliar el sueño.
• Sensaciones:  Su hijo(a) podría ver u oír cosas que no existen.

Cómo ayudar a su hijo(a)

Primero, mantenga la calma. Recuerde que los cambios que ve son un efecto secundario temporal del medicamento de su hijo(a).

Aquí hay algunas maneras de ayudar a su hijo(a) a sobrellevar la situación:

• Ignore los problemas menores.
• Evite los grandes cambios. Mantenga el entorno y el horario de su hijo(a) lo más normal posible.
• Dé tiempo a su hijo(a) para calmarse. Proporcione un lugar tranquilo si es necesario.
• Anime a su hijo(a) a realizar respiraciones profundas y otras actividades de relajación.
• Consuele a su hijo(a) si llora o parece triste.
• Si su hijo(a) nota los cambios, converse sobre cómo los medicamentos pueden afectar a las personas de diferentes maneras. Involucre a su hijo(a) en la planificación de maneras de sobrellevar la situación.

Servicios psicosociales

Informe al equipo de atención médica de su hijo(a) sobre cualquier cambio que note en su comportamiento, emociones o pensamientos. También puede pedir ayuda de los servicios de psicología o psiquiatría de su centro de tratamiento. Si su hijo(a) ya vio a alguien de estas áreas, asegúrese de que su médico esté al tanto de la atención que ha recibido.

Obtener ayuda de los servicios de psicología o psiquiatría no significa que su hijo(a) esté mentalmente enfermo(a). Tampoco significa que siempre necesitará atención de salud mental. El personal de estos servicios puede ayudar con problemas de comportamiento, emocionales o de pensamiento de maneras específicas.

• Los miembros del personal de psicología pueden buscar maneras de controlar los problemas causados por los medicamentos corticoides. Pueden enseñarle maneras específicas de lidiar con los cambios y darle ideas sobre cómo calmar o consolar a su hijo(a).
• Los miembros del personal de psiquiatría pueden recetar medicamentos para ayudar con los efectos secundarios. También pueden ayudar a los demás médicos de su hijo(a) a administrar los medicamentos que afectan el comportamiento, las emociones y el pensamiento.
• Otros servicios, como la vida infantil, el trabajo social, el cuidado espiritual y la musicoterapia, también pueden ayudar a su hijo(a) a desarrollar habilidades para enfrentar problemas y a encontrar maneras de expresar sus pensamientos y emociones.

Encuentre más información sobre Psicología y Servicios de Salud Mental.

Asegúrese de informar a su equipo de atención médica sobre cualquier efecto secundario que tenga su hijo(a) cuando tome los medicamentos. Siempre lea la etiqueta del medicamento y siga cuidadosamente las instrucciones para las dosis. No comience ni deje de tomar ningún medicamento sin antes conversar con su médico.