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Together es un nuevo recurso para personas afectadas por cáncer pediátrico, ya sean pacientes, padres, familiares y amigos.

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Cómo responder las preguntas espirituales de los niños

Cuando su hijo le hace preguntas difíciles sobre el cáncer, está bien si no tiene todas las respuestas. Algunas preguntas pueden no tener respuesta.

Pero la búsqueda de respuestas es un viaje que su familia puede hacer juntos.

Oír las palabras “su hijo tiene cáncer” puede llevarlo a cuestionarse sus creencias espirituales. Es una reacción natural. Está bien. Pero cuando su hijo tiene preguntas sobre la fe y la espiritualidad, puede sentir que su propia incertidumbre es un obstáculo.

No se preocupe. Sabe más de lo usted cree.

Convierta su incertidumbre en curiosidad. Esto puede iluminar su camino hacia el descubrimiento.

Si bien nadie puede decirle exactamente lo que debe decir, hay herramientas que puede usar como guía:

El padre de un paciente con cáncer pediátrico habla con su hijo en la habitación de un hospital.

Los niños pueden tener miedo de hacer preguntas porque no quieren molestar a sus padres. Hágale saber a su hijo que está bien hacer preguntas.

Reafirme las preguntas de su hijo.

Hágales saber a los niños que sus pensamientos sobre Dios y la espiritualidad son importantes. Manténgase abierto al diálogo, independientemente del tema.

Cuando los niños hacen preguntas, lo invitan a tener una conversación. Están observando sus reacciones. Se están preguntando, “¿está bien que haga preguntas?”

A menudo, los niños temen hacer preguntas porque no quieren molestar a sus padres. Asegúreles que está bien hacer preguntas. Los niños no necesitan respuestas rápidas. Necesitan sentirse escuchados.

No tenga miedo de decir “no lo sé”

Use esta situación como una oportunidad de análisis. Comparta sus creencias y pregúntele a su hijo qué piensa.

Busque información. Acuda a los libros de su fe. Comuníquese con el capellán del hospital. Hable con su ministro, rabino, cura o consejero espiritual de confianza.

Diga la verdad y exprésela de manera simple.

No dé respuestas complicadas. Responda las preguntas de la manera más simple que pueda. Si su hijo tiene más preguntas, atiéndalas. Si su hijo cambia de tema o quiere hacer otra cosa, tome esto como una señal de que no quiere recibir más información por el momento.

Pida ayuda.

Si se siente abrumado, use los recursos del hospital. Los capellanes del hospital están clínicamente capacitados en las necesidades espirituales que rodean a un diagnóstico de cáncer.

Muchas personas del hospital pueden ayudarlo en este viaje.


Revisado: Junio de 2018