Escrito por la Dra. Hana Hakim. Lee este artículo en inglés.
Mi carrera profesional se centra en encontrar formas de prevenir o reducir infecciones en pacientes cuyo sistema inmunitario es débil. Una de las formas principales de hacerlo es asegurarse de que los pacientes con enfermedades graves—y todos los que los rodean—reciban una vacuna anual contra la gripe.
Durante un par de años en la pandemia de COVID-19, la gripe no fue tan prevalente. Esto se debió al distanciamiento físico, al lavado de manos y al uso de mascarillas, por lo que muchas personas no recibieron la vacuna contra la gripe.
Sin embargo, al final de las restricciones por la COVID, la enfermedad de la gripe se ha diseminado igual que antes de la pandemia. Así que es hora de tomar todas las precauciones y vacunarse lo antes posible.
Las familias deben recibir la vacuna antigripal lo antes posible, idealmente entre septiembre y octubre. Es importante vacunarse cada año porque el virus de la gripe cambia y las personas pierden la inmunidad con el tiempo.
La vacuna antigripal es especialmente importante para los pacientes con enfermedades graves, ya que estos pacientes tienen un alto riesgo de contraer infecciónes y, si contraen una infección, en general siguen un curso complicado y pueden enfermar gravemente.
Para la temporada de gripe 2023–24, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos calculan que hubo de 35 a 65 millones de enfermos con gripe que realizaron de 16 a 30 millones de visitas médicas, 390,000 a 830,000 hospitalizaciones y 25,000 a 72,000 muertes; una temporada más grave que la anterior. Las vacunas antigripales son importantes para reducir el riesgo de enfermedad grave, hospitalización o muerte por gripe.
Las personas con más probabilidades de sufrir complicaciones y de ser hospitalizadas por la gripe incluyen a aquellas que:
Estos son 2 mitos frecuentes sobre la vacuna contra la gripe:
Puede obtener más información sobre las vacunas antigripales y otras formas de detener la gripe en el recurso en línea Juntos by St. Jude™. Lo más importante que quiero que recuerden es que se apliquen la vacuna contra la gripe lo antes posible y que se aseguren de que todos los que rodean a un paciente también reciban la vacuna.
Creemos un círculo de protección alrededor de nuestros pacientes mientras nos protegemos.
Directora médica de Prevención y Control de Infecciones,
St. Jude Children’s Research Hospital
La Dra. Hana Hakim ingresó a St. Jude en 2005 para la capacitación como especialista en enfermedades infecciosas pediátricas. Durante su capacitación, también completó un máster en epidemiología en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Tennessee (University of Tennessee Health Science Center). Para comprender mejor a la población inmunodeprimida, completó otro año de subespecialización en VIH/SIDA pediátrico. Actualmente es miembro del cuerpo docente a tiempo completo del Departamento de Enfermedades Infecciosas de St. Jude. Se unió al Programa de Prevención y Control de Infecciones en 2012. Desde entonces, ha sido directora médica de Prevención y Control de Infecciones y presidenta del Comité de Prevención y Control de Infecciones.