El sarampión es un virus que se transmite rápidamente de una persona a otra. El sarampión puede ser peligroso para los bebés, los niños pequeños y las personas con sistemas inmunitarios débiles. Muchos niños con cáncer, enfermedad de células falciformes y otros trastornos graves tienen un sistema inmunitario débil.
Alrededor de 1 de cada 4 personas que contraen sarampión necesitan atención hospitalaria. El sarampión puede ser mortal.
A continuación, se indican los síntomas:
El sarampión se diagnostica mediante un análisis de sangre o de garganta.
El sarampión se propaga a través del aire por medio de partículas que contienen el virus. Se transmite fácilmente de una persona a otra. El sarampión se puede transmitir desde 4 días antes de que aparezca la erupción hasta 4 días después de que aparezca.
Si usted o su hijo(a) han estado cerca de alguien con sarampión, estuvieron expuestos al virus.
La vacuna triple vírica (MMR) contiene cepas vivas de sarampión, paperas y rubéola. Las cepas de la vacuna son más débiles que el virus real y son inofensivas para las personas con sistemas inmunitarios normales. Los bebés, generalmente, reciben la primera dosis de la vacuna MMR después de que cumplen un año.
A los niños con sistemas inmunitarios débiles no se les puede administrar la vacuna triple vírica, porque contiene virus vivos. Cuando a todos los demás familiares se les administra la vacuna triple vírica, se crea un círculo de protección en torno al paciente.
Si tiene alguna pregunta sobre el sarampión o la vacuna triple vírica, comuníquese con el médico o el enfermero de su hijo(a).
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Revisado: Septiembre del 2022