Las amígdalas y las adenoides forman parte del llamado sistema linfático, el cual se encarga de combatir las infecciones. Las amígdalas están en la parte posterior de la garganta. Las adenoides están más arriba, detrás de la nariz.
Los gérmenes entran en el cuerpo de su hijo(a) a través de la boca y la nariz. Las amígdalas y las adenoides atrapan los gérmenes y lo/la protegen de las infecciones. A pesar de que combaten las infecciones, las amígdalas y las adenoides también se pueden infectar. Un ejemplo es una infección como la “faringoamigdalitis estreptocócica”. Las infecciones pueden producir lo siguiente:
Los antibióticos son medicamentos que combaten los gérmenes. Por lo general, estos medicamentos sanan una infección en las amígdalas o las adenoides. Si su hijo(a) contrae estas infecciones con frecuencia o tiene problemas respiratorios, es posible que necesite cirugía. Si su hijo(a) contrae cierto número de infecciones durante un período, el cirujano podría indicar que necesita una amigdalectomía, adenoidectomía o adenoamigdalectomía.
La cirugía para extirpar las amígdalas es una amigdalectomía. La cirugía para extirpar las adenoides es una adenoidectomía. El médico puede extirpar cualquiera de las dos. En ocasiones, extirpa ambas al mismo tiempo en una cirugía llamada adenoamigdalectomía. Estas son cirugías comunes.
Si su hijo(a) tiene un trastorno hemorrágico o de coagulación, u otra enfermedad, informe al cirujano antes de la cirugía.
La cirugía dura entre 30 minutos y una (1) hora. Es probable que esté en el hospital por aproximadamente 5 o 6 horas. El equipo de cirugía le administrará anestesia general a su hijo(a). Su hijo(a) no estará despierto(a) durante la cirugía, no estará consciente y no tendrá dolor. El cirujano, generalmente, extirpa las amígdalas y no se necesitan puntos de sutura.
Después de la cirugía, su hijo(a) será trasladado(a) a la sala de recuperación del hospital hasta que se despierte. Cuando se despierte y pueda beber líquidos claros, puede llevarlo(a) a su hogar. En los siguientes casos, es posible que deba permanecer 1 noche o más en el hospital:
El sangrado es uno de los principales riesgos de la cirugía de amígdalas y adenoides. Su hijo(a) no debería sangrar abundantemente por la nariz o la boca. En algunas ocasiones, podría tener un pequeño sangrado lento por la nariz. Compruebe cómo está su hijo(a) 1 o 2 veces durante la primera noche después de la cirugía. Si tiene alguna pregunta, llame a su clínica u otorrinolaringólogo principal.
Su hijo(a) tendrá un dolor intenso (muy fuerte) en la garganta y el oído durante un tiempo después de la cirugía. El dolor de oídos se produce entre el día 3 y el 7 después de la cirugía. Este dolor (conocido como dolor referido) proviene de un nervio que pasa por las amígdalas y los oídos. Este dolor alcanzará su máxima intensidad entre 5 y 7 días después de la cirugía. Este es el momento más importante para asegurarse de que su hijo(a) beba una gran cantidad de líquido.
El médico le administrará a su hijo(a) medicamentos para reducir el dolor y ayudarlo(a) a sentirse más cómodo(a). Siga atentamente las instrucciones de su médico para la administración de analgésicos durante la primera semana después de la cirugía. A continuación, se presentan diferentes formas de reducir el dolor:
Su hijo(a) podría tener otros efectos secundarios después de la cirugía, tales como los que se muestran a continuación:
Entre 5 y 10 días después de la cirugía, la costra se desprende cuando el/la niño(a) cicatriza. Cuando esto ocurre, es posible que escupa mucosidad con sangre. Si la mucosidad con sangre no cesa en unos minutos, lleve a su hijo(a) a la sala de urgencias más cercana.
Su hijo(a) se mantendrá menos activo de lo habitual durante varios días. Es posible que tenga problemas para conciliar el sueño por la noche o que no duerma bien. Debería volver a la normalidad en los siguientes días o hasta 2 semanas.
Comience por darle a su hijo(a) líquidos claros. Beber mucho líquido es importante para evitar la deshidratación, es decir, no tener suficiente líquido en el cuerpo. Mientras esté despierto(a), dele pequeñas cantidades de líquido con frecuencia. Comience con líquidos fríos y claros, como los siguientes:
En la siguiente tabla, se muestra la cantidad de líquido que su hijo(a) debe beber al día. La cantidad correcta depende de su peso. Puede utilizar un vaso medidor, marcado en onzas, para realizar un seguimiento de la cantidad que bebe.
Si su hijo(a) pesa… | Debe beber, al menos, esta cantidad de onzas de líquido |
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Más de 20 libras (9 kg) | 34 onzas (oz) (1.01 l) |
Más de 30 libras (13.6 kg) | 42 oz (1.242 l) |
Más de 40 libras (18.1 kg) | 50 oz (1.478 l) |
Más de 50 libras (22.7 kg) | 58 oz (1.715 l) |
Más de 60 libras (27.2 kg) | 68 oz (2.011 l) |
Si su hijo(a) no bebe suficiente líquido, es posible que tenga que volver al hospital hasta que pueda hacerlo.
Si su hijo(a) no vomita ni tiene mucho dolor, también puede tratar de comer alimentos blandos para empezar, como puré de papas o compota de manzana. En caso de no tener vómitos ni demasiado dolor, puede adoptar una dieta normal. Sin embargo, evite los alimentos puntiagudos, como las papas fritas, las galletas saladas o los alimentos crujientes durante 2 semanas después de la cirugía.
Cada niño(a) es diferente. Su hijo(a) podrá volver a la escuela cuando lleve una dieta casi normal y realice actividades normales (en general, entre 7 y 10 días después de la cirugía). Debe evitar la actividad física intensa durante los 14 días posteriores a la intervención, ya que podría provocar sangrado. La actividad intensa consiste en correr, saltar, jugar bruscamente, montar en bicicleta a gran velocidad o practicar deportes. Consulte con el médico o el enfermero si tiene preguntas sobre lo que puede hacer su hijo(a).
Si tiene preguntas sobre la cirugía de amígdalas o adenoides de su hijo(a), hable con su médico, enfermero, otorrinolaringólogo o clínica principal.
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Revisado: Septiembre del 2022