El delirio es un cambio repentino en la manera en que el paciente piensa, siente o se comporta, causado por una afección médica o tratamiento. El delirio puede causar confusión, agitación o somnolencia en su hijo(a). Puede tener problemas para entender lo que está sucediendo a su alrededor o puede ver u oír cosas que no están realmente allí.
El delirio que no se trata le puede causar a usted y a su hijo(a) más angustia y confusión. Puede aumentar el riesgo de que su hijo(a) sufra lesiones o incluso la muerte. El delirio puede interferir en el tratamiento o hacer que su hijo(a) permanezca más tiempo en el hospital.
El tratamiento del delirio incluye abordar las causas del delirio, la administración de medicamentos o el control del entorno del paciente.
Hágale saber a un miembro del equipo de atención médica si nota un cambio inusual en los pensamientos, emociones, personalidad o comportamiento de su hijo(a). Si su hijo(a) tiene delirio, podría experimentar lo siguiente:
Entre las posibles causas del delirio en lo(a)s niño(a)s que están enfermo(a)s o en el hospital, se incluyen las siguientes:
Su equipo de atención vigilará de cerca el comportamiento de su hijo(a). Esto incluye verificar si su hijo(a) está confundido, inquieto o tiene otros signos de delirio.
El delirio puede aparecer y desaparecer rápidamente. A veces, puede durar varios días o semanas. El tratamiento del delirio a menudo implica encontrar las causas principales y tratarlas. El equipo de atención puede hacer cosas para ayudar a su hijo(a), incluido darle medicamentos y cambiar su entorno si es necesario. El médico de su hijo(a) puede pedirle ayuda al equipo de atención de salud mental o psiquiatría para tratar su delirio.
Los proveedores de atención de salud mental están capacitados para encontrar las causas del delirio y ayudar a detenerlo o evitar que empeore. Por ejemplo, un psiquiatra puede recetar medicamentos para tratar los síntomas de delirio. También pueden revisar los medicamentos habituales de su hijo(a) para saber si alguno de ellos podría causar delirio.
El delirio no significa que su hijo(a) esté mentalmente enfermo. Significa que su enfermedad física está afectando su pensamiento, comportamiento o emociones.
Hasta 7 de cada 10 pacientes en la unidad de cuidados intensivos pediátricos (UCIP) tienen un cambio repentino en su forma de pensar y su estado de alerta. El delirio en el hospital puede ser causado por muchas cosas, como estar muy enfermo, falta de sueño y ciertos medicamentos.
Los pacientes tienen mayor riesgo de sufrir delirio en las siguientes situaciones:
Los enfermeros de la UCIP revisarán regularmente a su hijo(a) para detectar signos de delirio. Informe a su equipo de atención médica si su hijo(a) parece confundido(a) o agitado(a).
Pruebe estas estrategias para ayudar a su hijo(a). Recuerde los siguientes puntos.
Hable clara y lentamente. Utilice palabras o frases sencillas. Repita las cosas según sea necesario.
Trate de mantener las actividades habituales y, si es posible, anime a su hijo(a) a hacer cosas por sí mismo(a). Evite el uso de restricciones físicas, como el uso de un “cinturón de seguridad” para mantenerlos en la cama.
Recuérdele a su hijo(a) dónde están, quién es usted, y qué día y hora es. “Reorientar” significa recordarle, incluso si usted cree que ya lo sabe. Para lo(a)s niño(a)s mayores, tenga un reloj o un calendario donde puedan verlo.
Para ayudar a su hijo(a) a mantenerse concentrado(a), evite situaciones en que ocurran muchas cosas al mismo tiempo. Asegúrese de que la habitación de su hijo(a) esté clara durante el día y oscura por la noche. Trate de mantener la habitación en silencio cuando su hijo(a) esté tranquilo o descansando. Evite tener la televisión encendida cuando su hijo(a) no esté viendo. Si su hijo(a) usa anteojos o audífonos, asegúrese de que los tenga.
Trate de mantener una rutina regular de día y noche. Ayude a su hijo(a) a mantenerse despierto la mayor parte del día, si es posible. Es posible que su hijo(a) no siempre permanezca despierto durante el día debido a medicamentos o procedimientos. Pero dormir menos durante el día ayuda a su hijo(a) a dormir más por la noche.
Entregue a su hijo objetos familiares, como un objeto transicional o juguete favorito. Reproduzca música relajante que conozca. Lleve fotografías u objetos de la casa a la habitación de su hijo(a). Evite tener visitas que su hijo(a) no conozca bien. Pregunte a su equipo de atención médica si los mismos miembros del equipo pueden cuidar a su hijo(a) en la medida de lo posible.
Fomente el movimiento y la movilidad. Ayude a su hijo(a) a sentarse en la cama, levantarse de la cama y caminar tanto como sea posible. Tenga en cuenta que el delirio puede aumentar el riesgo de caídas de su hijo(a). Lea más sobre la movilidad temprana en la UCI.
Tranquilice y consuele a su hijo(a). Hable con su hijo(a) de una manera calmada y reconfortante. Dígale que estará bien y que está seguro(a). Hágale saber que usted u otro ser querido se quedará con él(ella).
Si cree que su hijo(a) puede tener delirio o que su hijo(a) tiene un cambio inusual en el comportamiento, informe a su médico o enfermero lo antes posible.
Si tiene alguna pregunta sobre el delirio, hable con su equipo de atención médica.
Para obtener más información sobre el delirio y los cuidados intensivos, visite estos sitios web:
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Revisado: Septiembre del 2022