El osteosarcoma es un cáncer óseo que se observa con más frecuencia en niños y adultos jóvenes. Es el tumor óseo infantil más frecuente.
En los Estados Unidos, cerca de 400 niños y adolescentes reciben diagnóstico de osteosarcoma por año.
El osteosarcoma se puede desarrollar en cualquier hueso. Pero suele formarse en los extremos anchos de los huesos largos de la pierna y el brazo. Con mayor frecuencia, se inicia en las células óseas inmaduras que forman nuevos tejidos óseos.
Los lugares más comunes donde el osteosarcoma se desarrolla son los siguientes:
A veces, se forma en huesos planos tales como la pelvis o el cráneo.
En casos poco comunes, el osteosarcoma puede formarse en los tejidos blandos, además de en los huesos.
Los osteosarcomas pueden formarse dentro del hueso o en la superficie exterior del hueso. La mayoría de los osteosarcomas pediátricos están en el interior del hueso.
El osteosarcoma se trata generalmente con quimioterapia seguida de cirugía.
Los niños con un único foco de osteosarcoma que puede extirparse mediante cirugía tienen entre 65% y 70% de probabilidades de curación a largo plazo. Las tasas de supervivencia son inferiores si el cáncer se ha diseminado al momento del diagnóstico.
Los síntomas del osteosarcoma dependen del lugar donde esté ubicado el tumor. El osteosarcoma se encuentra con más frecuencia cerca de la rodilla, en la parte inferior del hueso del muslo o en la parte superior de la canilla. También se puede desarrollar cerca del hombro, en la pelvis o en el cráneo.
El osteosarcoma daña y debilita los huesos. Los síntomas dependen del lugar donde esté ubicado el tumor. Es posible que sean difíciles de notar al inicio. También pueden tener síntomas similares a otras afecciones.
Los síntomas del osteosarcoma incluyen:
El dolor puede empeorar con las semanas o los meses. El dolor puede causar que su hijo(a) se despierte en medio de la noche.
Los medicamentos para el dolor de venta libre, como el ibuprofeno o el paracetamol, pueden no aliviar el dolor con el paso del tiempo.
Típicamente, el osteosarcoma se desarrolla después de los 10 años. Es muy poco frecuente antes de los 5 años.
Estos factores pueden aumentar el riesgo de tener osteosarcoma:
El osteosarcoma se puede desarrollar en cualquier hueso, pero generalmente se forma en los extremos anchos de los huesos largos de las piernas o los brazos. Los osteosarcomas pueden formarse dentro del hueso (tumores centrales) o en la superficie exterior del hueso (tumores superficiales). La mayoría de los osteosarcomas infantiles están centralizados en el interior del hueso. Es posible que se usen pruebas por imágenes, como los rayos X, para ver si el cáncer se ha diseminado a otras partes del hueso.
Se usan muchas pruebas para diagnosticar el osteosarcoma. Estas incluyen las siguientes:
Se utilizan los rayos X para ver si el cáncer se ha diseminado a otras partes del hueso.
La exploración por TC del tórax se usa para ver si el osteosarcoma se ha diseminado a los pulmones.
Que el osteosarcoma sea metastásico significa que el cáncer se ha diseminado a otros lugares, tales como los pulmones u otros huesos. El lugar más común adonde el osteosarcoma se disemina es a los pulmones.
El osteosarcoma se describe generalmente como localizado o metastásico.
El osteosarcoma se trata generalmente con quimioterapia seguida de cirugía.
Es posible que se necesiten otros tratamientos como la radioterapia si no se puede extirpar el tumor o si persiste la enfermedad después de la cirugía.
El pronóstico depende de diversos factores:
Los pacientes con un único osteosarcoma localizado que puede ser extirpado por completo mediante una cirugía tienen entre un 65 y un 70% de probabilidades de cura a largo plazo.
Si el osteosarcoma ya se ha diseminado en el momento del diagnóstico, la probabilidad de supervivencia es del 30% aproximadamente.
Cerca del 30% de los pacientes tendrá un cáncer que regresa. Esto ocurre más a menudo en los pulmones.
Para aquellos que recaen, el pronóstico depende de factores como los siguientes:
Si se trata el cáncer y regresa, la tasa de supervivencia a 10 años es de cerca del 17%. Avances en las terapias continúan ayudando a algunos niños.
Hable con su equipo de atención médica sobre los problemas que pueden esperarse y las maneras de ayudar a controlarlos. Los cuidados paliativos pueden ayudarle a manejar los síntomas, promover la calidad de vida y tomar decisiones informadas.
Su hijo necesita atención de seguimiento cada pocos meses para ver si el cáncer ha regresado. Estas visitas ocurren durante muchos años después de finalizado el tratamiento.
Las pruebas de detección suelen incluir:
Los pacientes con ciertos síndromes o afecciones genéticas heredadas pueden estar en riesgo de tener cánceres futuros. Es posible que necesiten otra atención de seguimiento.
A la mayoría de pacientes que tienen una amputación o cirugía para preservar las extremidades les va bien con el tiempo.
Informan tener un funcionamiento físico y una calidad de vida buenos. La atención de seguimiento es importante.
Su hijo debería tener un examen anual para verificar el funcionamiento de los músculos y huesos. Es importante asegurarse de que no haya problemas en curso. El largo desigual en las extremidades, los cambios en la manera en que su hijo camina, los problemas con las articulaciones y otros problemas pueden causar un dolor crónico o una discapacidad.
Todos los sobrevivientes deberían continuar realizándose los controles y exámenes regulares con un proveedor de atención médica. Se recomienda a su hijo mantenerse físicamente activo, comer sano y dormir lo suficiente. Estos hábitos de vida favorecen la salud general y ayudan a evitar enfermedades.
Los sobrevivientes del cáncer de huesos tienden a ser menos activos. Hacer ejercicio regularmente es importante para mantener un estado físico saludable y funcional. Esto es muy importante para pacientes que se sometieron a una cirugía para preservar las extremidades o una amputación.
Los sobrevivientes tratados con quimioterapia o radiación deberían realizarse controles para detectar efectos tardíos de la terapia.
El equipo de atención de su hijo(a) debería darle un plan de atención del sobreviviente después de finalizado el tratamiento. Este informe incluirá exámenes de detección y consejos para tener un estilo de vida sano.
Converse con el proveedor de atención médica de su hijo si tiene un tratamiento para el osteosarcoma o efectos tardíos. Siempre siga las instrucciones proporcionadas por su equipo de atención médica.
Paris Prinsen, sobreviviente de neuroblastoma y osteosarcoma, usó su creatividad para superar los sentimientos de aislamiento y depresión.
Obtenga más información sobre cómo ella encontró poder y paz como sobreviviente del cáncer.—
Revisado: diciembre de 2022
Algunos tratamientos contra el cáncer infantil pueden ocasionar la pérdida de resistencia en los huesos. Esta pérdida es preocupante, en particular, porque normalmente los huesos crecen y se vuelven más pesados durante la niñez y la adolescencia.
El sarcoma de Ewing es un tipo de cáncer que crece en los huesos o en el tejido blando alrededor de los huesos. A menudo, se produce en las piernas, la pelvis, la caja torácica o los brazos.