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Infecciones Sanguíneas Asociadas a Catéteres Venosos Centrales (CLABSI)

¿Qué es la CLABSI?

Los pacientes que tienen un catéter venoso central o “vía central”, como una vía de catéter central de inserción periférica (PICC, por sus siglas en inglés), un catéter tunelizado o un puerto, corren el riesgo de contraer una infección sanguínea asociada a catéteres venosos centrales o CLABSI. Esta infección puede producirse cuando los gérmenes entran en la sangre del paciente a través de la vía central.

Entre los signos de una infección de la vía central se incluye lo siguiente:

  • Dolor
  • Enrojecimiento, hinchazón o calor alrededor de la zona de la vía central
  • Pus o mal olor alrededor de la zona de la vía central
  • Escalofríos
  • Fiebre de 100.4 grados o más

Las CLABSI constituyen un grave riesgo para la salud. Si un paciente presenta cualquier signo de infección, es importante ponerse en contacto con un médico de inmediato o acudir a emergencias para recibir atención. Las familias deben pedirle a su equipo de atención médica instrucciones específicas sobre lo que se debe hacer.

Lea más sobre fiebre y signos de infección.

Las infecciones sanguíneas asociadas a catéteres venosos centrales en niños con cáncer pueden producirse cuando los gérmenes ingresan a la sangre del paciente a través de la vía central.

Las infecciones sanguíneas asociadas a catéteres venosos centrales en niños con cáncer pueden producirse cuando los gérmenes ingresan a la sangre del paciente a través de la vía central.

Vías centrales en niños

Un catéter venoso central o “vía central” es un catéter intravenoso colocado en una vena grande que se dirija al corazón. Se puede usar una vía central para administrar medicamentos, líquidos, productos sanguíneos y nutrición.

Las vías centrales son importantes para la atención médica y la calidad de vida. Generalmente, una vía central puede permanecer en su lugar durante todo el tratamiento (desde meses hasta años). Sin embargo, las vías centrales a veces pueden infectarse y provocar una infección sanguínea muy grave y potencialmente mortal. La infección puede retrasar  los tratamientos y dar lugar a más procedimientos médicos. Puede ser necesaria una intervención quirúrgica para retirar la vía infectada y colocar otra. Los pacientes y sus familiares deben seguir las instrucciones para el cuidado de la vía central y estar atentos a los signos de infección.

Tipos de vías centrales

  • Catéter central de inserción periférica (vía CIPP)
  • Vía venosa central tunelizada (catéter Powerline®, Hickman® o Broviac®)
  • Puerto subcutáneo (implantado)
  • Vía femoral o yugular interna (IJ, por sus siglas en inglés)
  • Vía de diálisis
 

Importancia del cuidado de la vía central

Los pacientes, las familias y los proveedores de atención médica pueden contribuir a la prevención de las CLABSI. Antes de que un paciente se vaya a casa con una vía central, un miembro del equipo de atención médica le enseñará los pasos para el cuidado de la vía en casa. En el hospital y en la clínica, los pacientes y las familias también pueden ayudar a asegurarse de que el personal médico siga los pasos básicos para el cuidado de la vía central. Siga estos pasos clave para el cuidado de la vía central:

  1. Limite el uso de la vía central siempre que sea posible. Cada vez que se utiliza la vía central existe el riesgo de introducir gérmenes y bacterias.
  2. Utilice la técnica aséptica de forma correcta para acceder a la vía central (lávese las manos y póngase guantes desechables si se le indica hacerlo). Limpie los puntos de acceso con alcohol o clorhexidina según las instrucciones, y deje secar al aire. Siga las instrucciones del equipo de atención médica para “lavar el cubo”.
  3. Siga el programa de cuidados recomendado para los cambios de apósitos, agujas, conectores sin aguja y tubos.

Formas de ayudar a prevenir la infección de la vía central

Mantenga la zona de la vía central limpia y seca.

  • Realice el cuidado de la vía central en una zona de la casa que pueda limpiarse con una toallita desinfectante. Limpie bien las superficies antes del cuidado de la vía.
  • Lávese bien las manos antes y después de realizar el cuidado de la vía central.
  • Solo los familiares o cuidadores que hayan sido capacitados por el personal del hospital pueden cuidar la vía.
  • Mantenga la zona de la vía central cubierta con un apósito limpio y seco. Si ha recibido capacitación, cambie el apósito o llame al médico inmediatamente si se moja, ensucia o afloja.
  • Utilice una funda impermeable para mantener la sonda y el apósito secos durante los baños o duchas.
  • Utilice la técnica aséptica para acceder a la vía. Lávese las manos, póngase guantes desechables si se le indica, limpie bien los puntos de acceso y utilice dispositivos estériles.
  • Evite tocar la vía siempre que sea posible.

Mantenga al paciente y al entorno limpios.

  • Asegúrese de que su hijo(a) se bañe o duche con regularidad. Recuerde mantener seco el apósito. Si su hijo(a) no puede bañarse o ducharse, utilice toallitas de baño como parte de la rutina de limpieza diaria.
  • Cambie la ropa de su hijo(a) diariamente.
  • Cambie la ropa de cama regularmente. Evite reutilizar toallas y paños.
  • Mantenga limpio el entorno doméstico.
  • Almacene los alimentos de forma segura. Mantenga la ingesta de alimentos alejada de los medicamentos y los suministros médicos.

Cuide bien la vía central.

  • Compruebe periódicamente si hay roturas, grietas, fugas, desgarros u obstrucciones.
  • Mantenga bien colocada la vía central. Asegúrese de que nada roce o tire de la vía.
  • Si su hijo(a) lleva pañales, asegúrese de que el tubo de la vía no entre en el pañal. Asegure la vía central lejos de la zona del pañal siempre.
  • Siga el programa recomendado para el cambio de apósitos y el cuidado de la vía.

Practique un buen cuidado bucal.

  • Cepille los dientes, al menos, dos veces al día. Utilice un cepillo de dientes suave y pasta dental con flúor. Para bebés o pacientes con llagas en la boca, utilice una gasa húmeda o una esponja bucal.
  • Sustituya el cepillo de dientes con regularidad, sobre todo si tienen un sistema inmune débil o neutropenia. Utilice un cepillo de dientes nuevo después de una enfermedad.
  • Utilice un enjuague bucal según las recomendaciones.
  • Aplique un bálsamo labial o una crema hidratante de lanolina para evitar que los labios se resequen, agrieten o cuarteen.
  • Beba mucho líquido para mantenerse hidratado y evitar la sequedad bucal.

Esté atento(a) a los signos de infección.

  • Llame a su médico ante cualquier signo de infección, como fiebre o escalofríos, o si la zona de la vía central está enrojecida, hinchada o adolorida.
Las CLABSI son un riesgo grave para la salud de los pacientes pediátricos que padecen cáncer. Comuníquese de inmediato con un médico si un paciente presenta signos de infección.

Las CLABSI constituyen un grave riesgo para la salud de los pacientes con una vía central. Comuníquese de inmediato con un médico si su hijo(a) presenta signos de infección.

Riesgo de infección de la vía central en niños con cáncer

Un buen cuidado de la vía es la forma más importante en que pacientes y cuidadores pueden reducir el riesgo de CLABSI. Sin embargo, también es importante conocer los factores que pueden exponer al paciente a un mayor riesgo de infección. Los niños que reciben tratamiento contra el cáncer ya tienen un mayor riesgo de infección, incluida la infección de la vía central. Otros factores que aumentan el riesgo de CLABSI en niños con cáncer son los siguientes:

En algunos casos, los factores relacionados con la vía central pueden aumentar el riesgo de infección. Entre ellos, se incluyen los siguientes:

  • Duración de la vía central en su lugar
  • Ubicación de la vía central en el cuerpo (las vías de la ingle presentan mayor riesgo que las del tórax o las extremidades).
  • Tipo de vía central (los puertos implantados presentan el menor riesgo)
  • Número de lúmenes (los lúmenes únicos suelen tener menor riesgo)
  • Problemas de la vía central, como obstrucción o necesidad de reparación

Causas de infección de la vía central: fuentes de CLABSI

Las infecciones de la vía central en pacientes con cáncer pediátrico suelen ser causadas por bacterias. Con menor frecuencia, las CLABSI pueden ser el resultado de una infección por levaduras u hongos.

Gérmenes en la piel

Los gérmenes, incluidas las bacterias y los hongos, son comunes en la piel. Las infecciones de la vía central suelen estar causadas por bacterias de la piel del paciente o del cuidador. La piel forma una barrera protectora que impide que los gérmenes entren en el cuerpo. Sin embargo, una vía central puede proporcionar un punto de entrada para los gérmenes, ya sea desde de la zona epitelial donde se encuentra la vía central o desde el cubo de la vía que conduce directamente al torrente sanguíneo. Cuando el sistema inmune está debilitado debido al cáncer o a los tratamientos contra el cáncer, el cuerpo no puede combatir las infecciones tan bien como de costumbre.

Lesión de la barrera mucosa

Las infecciones de la vía central también pueden producirse por bacterias que normalmente se encuentran en la boca o los intestinos. En los pacientes con cáncer, la quimioterapia y la radiación pueden dañar la barrera mucosa a lo largo de la boca, la garganta y el tracto gastrointestinal. Esto se conoce como lesión de la barrera mucosa (MBI, por sus siglas en inglés). La barrera mucosa es una capa protectora que normalmente mantiene las bacterias dentro de la boca y el sistema digestivo. Cuando esta capa se rompe, las bacterias pueden desplazarse a otras partes del cuerpo. En algunos casos, esto puede causar una infección de la vía central. En los pacientes con cáncer, la MBI CLABSI es la fuente más frecuente de infección sanguínea.

Diagnóstico y tratamiento de una infección en la vía central

El tratamiento de las infecciones de la vía central depende del origen y la gravedad de la infección.

  • Cultivos de sangre. El equipo de atención médica realizará pruebas para averiguar la causa de la infección. Esto suele implicar la toma de muestras de sangre de la vía central y al menos una muestra de una aguja colocada en una vena. También pueden recogerse muestras de otras partes del cuerpo, como orina, para comprobar si el origen de la infección es la vía central u otra zona. Se realizan cultivos de las muestras para averiguar si hay bacterias u hongos.
  • Medicamentos. Una vez que se conoce el origen de la infección, suelen administrarse antibióticos o medicamentos antimicóticos.
  • Retirada de la vía central. La retirada de la vía central puede ser necesaria para tratar la CLABSI. En algunos casos, se retira la vía central y se sustituye por un nuevo dispositivo, a veces en una zona diferente. O bien, la vía central puede retirarse por completo hasta que la infección haya desaparecido. Si se mantiene la vía central, es importante administrar antibióticos a través de ella para tratar la infección.

Los pacientes serán vigilados estrechamente durante y después del tratamiento. Es importante que los pacientes sigan tomando los medicamentos según las instrucciones, aunque no haya signos de infección.

Más recursos sobre las CLABSI


Revisado: agosto de 2023

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