Un cultivo de sangre es una prueba de laboratorio que se usa para verificar si hay infección en la sangre. Estas infecciones pueden ser causadas por bacterias, virus u hongos.
Algunos pacientes están en mayor riesgo de infecciones que ponen en riesgo la vida. Cuando los pacientes presentan fiebre o algunos otros síntomas de infección, esto puede ser un indicio de una enfermedad grave. Los proveedores de atención médica necesitan obtener información sobre qué está provocando los síntomas, de modo que el paciente pueda recibir tratamiento lo más rápido posible.
Es probable que se haga un cultivo de sangre para ayudar a encontrar la causa de la infección.
La fiebre podría indicar una infección grave en pacientes con un sistema inmune débil. Su equipo de atención médica le hará pruebas para averiguar el origen de la infección.
Si su hijo(a) padece cáncer u otra afección que debilite el sistema inmune, su cuerpo tiene menos capacidad para defenderse de los gérmenes que causan infecciones. Una infección de la sangre es grave y debe tratarse de inmediato, por lo general, en el hospital. La sepsis es una complicación de infección que puede poner en peligro la vida, en especial en aquellos pacientes cuyos sistemas inmunes están debilitados.
En general, se realizan cultivos de sangre cada vez que un paciente con cáncer infantil tiene fiebre. La información de los cultivos de sangre puede ayudar al médico a decidir cómo tratar la infección y qué medicamentos pueden ser más eficaces.
El cultivo de sangre requiere muestras de sangre. Normalmente se necesitan al menos 2 muestras de sangre para identificar el origen de la infección.
La cantidad de sangre necesaria depende de la edad y el peso del paciente. Las muestras de sangre deben tomarse lo antes posible tras detectar la fiebre y antes de administrar antibióticos. También es importante tomar medidas para evitar que entren otros gérmenes o contaminen la muestra de sangre.
Una vez recogidas las muestras, se envían al laboratorio. Los frascos con las muestras se colocan en una máquina especial que lee las muestras durante 5 días o más para ver si crece algún organismo. Los técnicos de laboratorio confirman si hay algún crecimiento tras la observación de la muestra en un portaobjetos bajo el microscopio.
Si crecen gérmenes en el cultivo, la prueba es positiva e indica una infección. Si no crecen gérmenes en el cultivo, la prueba es negativa.
El proveedor de atención médica utilizará la información sobre los síntomas de su hijo(a) y los resultados del cultivo de sangre para hacer un diagnóstico.
El laboratorio también puede hacer pruebas para ver qué medicamento funciona mejor contra los gérmenes. Esta prueba puede tardar unos días o incluso más.
Su equipo de atención médica le comunicará los resultados. Ellos trabajarán con usted para crear un plan de tratamiento si hay una infección.
Un cultivo de sangre requiere tomar una muestra de sangre. Esto suele ser seguro, pero existen algunos posibles riesgos. Entre ellos, se incluyen los siguientes:
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Revisado: Septiembre de 2024
Los niños con enfermedades graves pueden ser más vulnerables a las infecciones. Obtenga información sobre cómo puede proteger a su hijo(a).
El sistema inmune es la defensa del cuerpo contra las infecciones. Una red de células, tejidos y órganos especiales trabajan en conjunto para proteger al cuerpo de diversos “invasores” o gérmenes.
Para averiguar la causa de una infección y poder tratarla eficazmente, pueden realizarse distintas pruebas. Obtenga información sobre cómo se diagnostican las infecciones.