Una transfusión de hemoderivados es un procedimiento mediante el cual se administra sangre o componentes sanguíneos a través de una vena.
Una transfusión de sangre es un procedimiento mediante el cual se administra sangre entera o hemoderivados (partes de la sangre) a un paciente a través de una vena. Su hijo(a) puede necesitar una transfusión de sangre si su organismo no puede producir suficientes células sanguíneas.
Las células sanguíneas se desarrollan en la médula ósea, que se encuentra en el centro de los huesos. Algunas enfermedades y tratamientos pueden afectar a la sangre o a la médula ósea y reducir el número de células sanguíneas. Entre ellas, se incluyen las siguientes:
La sangre se compone de varias partes. Estas se separan de la sangre para fabricar hemoderivados. Entre las partes de la sangre se incluye lo siguiente:
La sangre suele separarse en partes, de modo que su hijo(a) solo recibe los productos sanguíneos que necesita. Las células sanguíneas pueden proceder de un donante o del paciente.
Si su hijo(a) tiene anemia o una disminución de glóbulos rojos, puede necesitar este tipo de transfusión. Su hijo(a) también puede necesitar glóbulos rojos si no tiene suficiente hemoglobina para transportar oxígeno por el cuerpo.
Su hijo(a) puede necesitar este tipo de transfusión si tiene un recuento bajo de plaquetas, una afección conocida como trombocitopenia. Una transfusión de plaquetas puede ayudar a prevenir o tratar sangrados.
Su hijo(a) puede necesitar esta transfusión si tiene una infección grave que no mejora con antibióticos. Los granulocitos son el tipo de glóbulos blancos que se transfunden.
Si su hijo(a) sangra demasiado, el proveedor de atención médica puede solicitar una transfusión de plasma. El plasma contiene unas proteínas llamadas factores de coagulación que ayudan a coagular la sangre y a detener los sangrados.
Las transfusiones de glóbulos rojos y plaquetas son los tipos más habituales de transfusión de productos sanguíneos.
La mayoría de las transfusiones de sangre se realizan en un hospital, a menudo en el centro de infusión, durante una intervención quirúrgica o junto a la cama del paciente.
Antes de algunas transfusiones, se realiza un análisis de sangre para comprobar el grupo sanguíneo de su hijo(a). Esto se conoce como “definición de tipo y cribado”.
Durante una transfusión, su hijo(a) recibirá células sanguíneas a través de un pequeño tubo (catéter) que viaja hasta una vena de su cuerpo. El tiempo necesario para la transfusión depende del tipo de transfusión, la cantidad de hemoderivados y el peso de su hijo(a).
Al momento de realizar la transfusión a su hijo(a):
En la mayoría de los casos, los efectos secundarios son generalmente leves y temporales. Siempre existe el riesgo de efectos secundarios poco comunes o desconocidos.
La transfusión de sangre puede provocar una enfermedad o infección, pero es poco frecuente. Existen medidas de seguridad para examinar a los donantes de sangre y asegurarse de que estén sanos. La sangre donada se analiza exhaustivamente antes de que el paciente reciba una transfusión.
Algunos pacientes pueden tener reacciones a las transfusiones. Suelen causar síntomas leves, como fiebre o erupciones cutáneas. En ocasiones poco frecuentes, la reacción puede ser grave. En algunos casos, la reacción puede tratarse y la transfusión puede continuar. En otros casos, el equipo de atención médica detendrá la transfusión.
Los síntomas de una reacción a la transfusión de sangre pueden incluir los siguientes:
Un paciente debe recibir un producto sanguíneo que funcione con su grupo sanguíneo. Si los hemoderivados no se ajustan correctamente al grupo sanguíneo del paciente, el organismo puede atacar a la sangre del donante y enfermar al paciente.
En ocasiones poco frecuentes, puede producirse una reacción hemolítica grave a la transfusión. Esta reacción se produce cuando el producto donado no es compatible con el grupo sanguíneo del paciente. El organismo del paciente ataca las células sanguíneas transfundidas, que liberan sustancias que pueden dañar los riñones. Se detendrá la transfusión ante el primer signo de esta reacción.
Los síntomas de una reacción hemolítica incluyen los siguientes:
Si su hijo(a) recibe sangre o hemoderivados, esté atento a estos síntomas que indican una posible reacción a la transfusión.
Durante las primeras 24 horas después de la transfusión
Hasta 2 semanas después de la transfusión:
Si nota alguno de estos signos o síntomas, comuníqueselo inmediatamente a su equipo de atención médica.
Los productos sanguíneos son donados generalmente por donantes de sangre voluntarios. A veces, un amigo o familiar dona sangre para un paciente concreto. En algunos casos, se puede usar la propia sangre del paciente.
Los bancos de sangre toman medidas para garantizar la seguridad de la sangre:
Si tiene preguntas sobre las transfusiones de sangre, incluidos los riesgos y beneficios, hable con su equipo de atención médica.
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Revisado: Septiembre de 2024
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