Nutrición enteral (alimentación por sonda)

¿Qué es la nutrición enteral?

La alimentación por sonda, o nutrición enteral, proporciona nutrición en forma de líquido o fórmula mediante una sonda hueca colocada en el estómago o intestino. También se pueden administrar algunos medicamentos a través de la sonda de alimentación.

Los dietistas son expertos en alimentación y nutrición. Su dietista trabajará con usted y su médico para planificar la alimentación por sonda y asegurarse de que se cubran las necesidades nutricionales de su hijo(a). Aprenderá a mezclar la fórmula, a administrar la alimentación y a cuidar la sonda de alimentación.

Tipos de sondas de alimentación

Generalmente, hay dos formas de colocar las sondas de alimentación:

1. A través de la nariz (no quirúrgica)
2. A través de un pequeño corte o incisión en el abdomen (quirúrgica)

Las sondas de alimentación más comunes incluyen las sondas nasogástricas (sondas NG) y sondas de gastrostomía (sondas G). Sin embargo, existen varios tipos de sondas de alimentación en función de cómo y dónde se colocan en el sistema digestivo.

Obtenga más información sobre los tipos de sondas de alimentación y cómo se colocan.

Durante la enfermedad y la recuperación, es posible que los pacientes no puedan obtener todas las calorías y los nutrientes que necesitan por boca. Esto no es culpa de nadie. Es importante ayudar a los niños a entender que el apoyo nutricional (nutrición enteral) no es un castigo. La mayoría de los niños se adapta bien a tener una sonda de alimentación. 

Asegúrese de que su hijo(a) no toque la sonda ni tire de ella. Siga las instrucciones de cuidado de la piel que rodea el sitio de la sonda para prevenir irritación o infección.

Efectos secundarios de la alimentación por sonda

Los efectos secundarios de la alimentación por sonda más comunes son las náuseas, vómitos, calambres estomacales, diarrea, estreñimiento e hinchazón.

Otros efectos secundarios posibles incluyen los siguientes:

• Que se genere infección o irritación donde está colocada la sonda.
• Que la sonda se mueva fuera de lugar o se desprenda.
• Que la fórmula ingrese a los pulmones.

La mayoría de los efectos secundarios pueden prevenirse siguiendo las instrucciones de cuidado y alimentación.

Nutrición en niños con sondas de alimentación

En muchos pacientes, la sonda de alimentación generalmente se usa para suplementar lo que el niño puede comer por boca. Otros pacientes pueden obtener todos los nutrientes con una sonda de alimentación.

Un dietista o nutricionista se asegurará de que se satisfagan las necesidades específicas de su hijo. La fórmula de nutrición de su hijo se recetará con base a lo siguiente:

• Calorías
• Hidratación
• Carbohidratos
• Grasas
• Proteína
• Vitaminas y minerales

Muchos pacientes pueden alimentarse con fórmulas estándar. Para los bebés, generalmente se prefiere la leche materna. Otros niños pueden necesitar una fórmula especial por afecciones médicas como alergias, diabetes o problemas digestivos.

Es importante trabajar estrechamente con su profesional de la nutrición. Las necesidades de nutrición pueden cambiar de acuerdo con los factores de salud y efectos secundarios como vómitos o diarrea.

Formas de administrar la alimentación enteral

Existen 3 formas principales de administrar alimentación por sonda: alimentación por bolos, alimentación continua y alimentación por gravedad.

Alimentación por bolos : en la alimentación por bolos, se administran dosis grandes de fórmula varias veces al día por la sonda de alimentación. Esto es más como una rutina de alimentación normal.

Alimentación continua: en la alimentación continua, se usa una bomba electrónica para administrar pequeñas cantidades de fórmula a lo largo de períodos de hasta 24 horas por día. Algunos niños pueden necesitar alimentación continua para ayudar a reducir las náuseas y los vómitos.

Alimentación por gravedad: En la alimentación por gravedad, se coloca una bolsa de alimentación en un porta sueros. Por la sonda gotea una cantidad fija de fórmula a un ritmo lento. La cantidad de tiempo varía según el paciente. 

Alimentación enteral en el hogar

Su hijo puede irse a casa con una sonda de alimentación. El equipo de atención se asegurará de que usted sepa cómo administrar la alimentación y cuidar la sonda de alimentación. Tenga cuidado con problemas como:

• Aumento o pérdida de peso
• Vómitos o diarrea
• Deshidratación
• Infección

Los equipos y suministros que las familias pueden necesitar incluyen lo siguiente:

• Fórmula: la mayoría de las fórmulas viene lista para usar. Algunas fórmulas vienen en polvo o líquido que debe mezclar con agua.
• Jeringa
• Tubo adaptador de alimentación si su hijo(a) tiene una sonda de botón
• Bomba de alimentación si recibe alimentación continua o por gravedad
• Bolsa de fórmula con sonda si recibe alimentación continua o por gravedad
• Porta sueros si recibe alimentación continua o por gravedad

Consejos para la alimentación por sonda en el hogar:

• Siempre lávese las manos con agua y jabón antes de administrar una alimentación.
• Asegúrese de que la cabeza de su hijo esté en una posición más alta que el estómago.
• Deseche cualquier fórmula lista para consumir o preparada que haya estado abierta y almacenada en el refrigerador por más de 24 horas.
• Refrigere la fórmula mezclada y deséchela después de 24 horas.
• Las fórmulas listas para consumir no deben refrigerarse hasta que se abran. Una vez abiertas, son válidas solo por 24 horas.
• No deje que la jeringa se vacíe completamente durante la alimentación.
• Lave la jeringa (y el adaptador si se utilizó) con agua tibia y detergente para vajilla después de cada uso.
• Cuando administre nutrición, esté atento a los signos de náuseas, vómitos, hinchazón del estómago o irritabilidad. Si esto sucede, detenga la alimentación y llame a su médico de inmediato.
• Controle la piel alrededor del sitio de colocación en busca de signos de irritación o infección.

Cómo ayudar a su hijo(a) a adaptarse a la alimentación por sonda

Mantenga rutinas saludables a la hora de comer

• Intente que la alimentación sea cómoda y relajada. Hable con su hijo(a) y diviértase. Esto le ayudará a sentirse mejor en relación con la alimentación.
• Mantenga rutinas normales de comidas. Estos son algunos consejos para los distintos grupos de edad:
  • Bebés: Tome a su bebé en brazos durante la alimentación. Háblele o cántele a su hijo(a), haga contacto visual y cree un vínculo especial.
  • Niños pequeños: Deje que su hijo(a) se siente en la silla que utilizaba antes de colocarle la sonda de alimentación. Permítale sujetar utensilios o jugar con comida de juguete.
  • Niños mayores: Deje que su hijo(a) se siente con la familia a la hora de comer. Involucre a su hijo(a) en la planificación y preparación de las comidas. Deje de hacer énfasis en los alimentos durante las comidas y conviértalas en un momento especial para conectar con los demás.

Ayude a su hijo(a) a recordar cómo comer por la boca

Comer implica la boca y la cara. Es importante ayudar a su hijo(a) a usar la boca y los labios, y a ser consciente del movimiento y la sensibilidad de la boca y la cara. Tocar los labios, la boca o las encías de su hijo(a) durante la alimentación facilitará que vuelva a comer por la boca cuando le quiten la sonda de alimentación.

• Bebés: dele un chupón, un juguete o un mordedor con vibración. Toque los labios, la boca y las encías de su hijo(a) durante la alimentación. También puede tocarle, acariciarle o darle palmaditas mientras cantan o hacen sonidos divertidos juntos.
• Niños pequeños: toque los labios, la boca y las encías de su hijo(a) durante la alimentación. Dele juguetes para la boca. Practique hacer sonidos divertidos. Frótele la cara con diferentes texturas a su hijo(a) durante la alimentación.
• Niños en edad preescolar y escolar: sople burbujas o toque instrumentos musicales durante la alimentación.

Un patólogo del habla y del lenguaje puede darle otras sugerencias para ayudar a su hijo(a) a recordar que la alimentación implica la boca y la cara. Su terapeuta puede recomendarle herramientas o actividades de estimulación oral para ayudar a su hijo(a) a desarrollar o mantener las habilidades necesarias para alimentarse.

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