Fatiga en niños con cáncer

La fatiga es un efecto secundario frecuente del cáncer y los tratamientos contra el cáncer. La fatiga puede hacer que sea difícil realizar tareas o actividades normales. Puede afectar la escuela, el trabajo, las relaciones y la salud física y emocional. En algunos pacientes con cáncer, la fatiga continúa incluso después de que finaliza el tratamiento.

La fatiga puede ser uno de los efectos secundarios más angustiosos del cáncer y sus tratamientos para los pacientes y sus familias. Es importante colaborar estrechamente con el equipo de atención médica para identificar las posibles causas de la fatiga y elaborar un plan para abordarlas.

Síntomas de fatiga en niños con cáncer

Los signos y síntomas de la fatiga pueden variar. Entre los signos y síntomas comunes de la fatiga en niños, se incluye lo siguiente:

• Sensación de cansancio
• Debilidad
• Baja energía
• Problemas para pensar o concentrarse en una tarea
• Aburrimiento, falta de motivación o pérdida de interés
• Irritabilidad, llanto o inquietud
• Ser pegajoso o querer atención
• Aumento de los síntomas de la enfermedad
• Cambio en los patrones de sueño o alimentación
  

Busque atención médica si su hijo(a) presenta cambios repentinos o extremos de energía, humor o estado de alerta. Podrían indicar un problema médico grave que requiere tratamiento.

Causas de la fatiga en el cáncer infantil

Muchos factores pueden causar fatiga durante y después del cáncer infantil. Estos incluyen los tratamientos contra el cáncer, los efectos del cáncer en sí y otros factores físicos, conductuales y emocionales.

Quimioterapia y fatiga

La fatiga durante la quimioterapia puede aparecer y desaparecer. Por lo general, la fatiga es peor en los días posteriores a un tratamiento de quimioterapia, cuando las cifras de los hemogramas son más bajas. Los niveles de energía pueden aumentar gradualmente hasta el siguiente tratamiento. El tratamiento con terapia dirigida e inmunoterapia también puede causar fatiga.

Radioterapia y fatiga

Los pacientes sometidos a radioterapia también refieren fatiga. La fatiga producida por la radiación a menudo empeora con el tiempo. Por lo general, mejora después de que finaliza el tratamiento. Es muy probable que la radiación en el cerebro cause fatiga.

Otros factores que pueden contribuir a la fatiga durante el cáncer son:

• Medicamentos comocorticoesteroides, medicamentos para el dolor y medicamentos contra las náuseas
• Glóbulos rojos bajos (anemia)
• Enfermedades e infecciones
• Problemas cardíacos, pulmonares o renales
• Cambios hormonales
• Cambios en el cerebro o el sistema nervioso
• Dolor
• Estrés, ansiedad o depresión
• Problemas para dormir
• Baja exposición a la luz natural
• Baja actividad física o mala forma física
• Deshidratación
• Mala alimentación o no cubrir las necesidades de calorías o nutrientes

Formas de controlar la fatiga relacionada con el cáncer

Puede ayudar saber que la sensación de “falta de energía” es normal durante el cáncer. Debería mejorar.

A continuación, se indican algunas maneras de controlar la fatiga provocada por el cáncer:

• Hábitos de sueño saludables: Los problemas de sueño son frecuentes durante el cáncer, especialmente durante la estadía en el hospital. Un horario de sueño regular, la exposición a la luz natural por la mañana y un entorno confortable para dormir pueden mejorar el sueño y disminuir la fatiga.
• Ejercicio y actividad física : incluso pequeñas cantidades de actividad física pueden ayudar a aumentar la energía y reducir la fatiga. El ejercicio también mejora la fuerza y la forma física para facilitar las tareas cotidianas. La fatiga puede hacer que sea difícil hacer ejercicio. Sin embargo, aunque resulte difícil, es importante intentar hacer ejercicio, poco a poco. Un terapeuta ocupacional o un fisioterapeuta podrían ayudarle.
• Buena alimentación: la pérdida de peso y la disminución de masa muscular pueden provocar fatiga. Puede ser difícil obtener suficientes calorías y líquidos durante el cáncer. Esto puede afectar a la capacidad del cuerpo para satisfacer las necesidades energéticas. Los hábitos alimenticios saludables y el apoyo nutricional clínico pueden ayudar a su hijo(a) a obtener los nutrientes que necesita.
• Psicoterapia: los profesionales de la salud mental pueden ayudar con la fatiga relacionada con la depresión, la ansiedad o el estrés. La terapia conversacional o el asesoramiento psicológico pueden proporcionar estrategias para lidiar con la fatiga. Para recibir apoyo espiritual, hable con un capellán.
• Terapia de luz: la exposición a la luz natural, especialmente por la mañana, puede favorecer un sueño saludable y ayudar a que su hijo(a) se sienta menos cansado(a). Es especialmente difícil obtener luz natural durante las estadías hospitalarias. La terapia de luz brillante utiliza una fuente de luz controlada en determinados momentos para ayudar a regular el reloj interno del cuerpo.
• Terapias complementarias y de apoyo: terapias como la musicoterapia, la arteterapia, las técnicas de relajación, la terapia de masajes y la aromaterapia pueden ayudar con la fatiga. El equipo de atención médica de su hijo(a) puede ayudarle a encontrar técnicas que podrían ser útiles.

Fatiga relacionada con el cáncer: Consejos para las familias

• Hable con su equipo de atención médica sobre la fatiga de su hijo(a).
• Mantenga un registro de los síntomas. Anote cuando se presente un episodio de fatiga, qué la empeora, qué la alivia y cualquier factor relacionado, como dolor, estrés o problemas para dormir.
• Asegúrese de que su hijo(a) mantenga un horario de sueño y una rutina diaria constantes.
• Aumente la exposición a la luz natural durante el día.
• Planifique la actividad física según las capacidades de su hijo(a). Incluso un poco de ejercicio puede ayudar.
• Asegúrese de que su hijo(a) descanse lo suficiente y evite que se canse en exceso.
• Asegúrese de que su hijo(a) coma comidas y tentempiés saludables con regularidad y beba suficientes líquidos.

Cuándo buscar ayuda para la fatiga relacionada con el cáncer

La fatiga asociada al tratamiento contra el cáncer es normal y no significa que la enfermedad esté empeorando ni que el tratamiento no esté funcionando. Aun así, es posible que desee buscar ayuda de los cuidadores de su hijo(a).

El primer paso para tratar la fatiga es obtener más información sobre el problema y sus posibles causas. Esto incluye compartir detalles sobre cuándo comenzó el cansancio, cuánto tiempo dura, cómo afecta a las actividades diarias y qué lo mejora o empeora.

Los antecedentes médicos, el examen físico y las pruebas de laboratorio ayudan a su equipo de atención médica a descubrir las causas subyacentes. La información sobre los hábitos de sueño, la actividad física y los hábitos alimenticios también puede ser útil.

Preguntas para hacerle a su equipo de atención médica

• ¿Qué factores podrían estar causando la fatiga de mi hijo(a)?
• ¿Qué debo controlar e informar al equipo de atención médica?
• ¿Qué debe comer y beber mi hijo(a) para tener más energía?
• ¿Cuántas horas de sueño y descanso debe tener mi hijo(a) cada día?
• ¿Qué tipo de ejercicio debe hacer mi hijo(a) y en qué cantidad?
• ¿Existen medicamentos o tratamientos que puedan ayudar a aliviar la fatiga de mi hijo(a)?

Obtener más información

Contenido relacionado