Un episodio de dolor en la anemia falciforme ocurre cuando los tejidos del cuerpo no obtienen suficiente oxígeno. Esto se llama una crisis de dolor o vasooclusión aguda.
Los episodios de dolor agudo son la complicación más frecuente de la anemia falciforme. Los episodios de dolor son diferentes a otros tipos de dolor. Ocurren de pronto y pueden durar varias horas, varios días o incluso semanas.
En un episodio de dolor, el dolor puede sentirse palpitante, punzante, sordo o agudo, y ser entre leve y muy grave.
El dolor puede ocurrir en diferentes partes del cuerpo. Los lugares comunes incluyen los siguientes:
El dolor puede moverse de una parte del cuerpo a otra.
Además de episodios de dolor agudo o crisis de dolor, su hijo(a) puede tener un dolor que no tenga nada que ver con la anemia falciforme. Su hijo(a) puede tener dolores de cabeza, esguinces, y otros dolores y molestias
Las personas con anemia falciforme pueden tener también dolor crónico. El dolor crónico es el dolor que ocurre casi todos los días y dura 6 meses o más. Normalmente, se vuelve más intenso a medida que las personas envejecen. Más de la mitad de los adultos con enfermedad de células falciformes tienen dolor crónico.
Un episodio de dolor o crisis de dolor sucede cuando los glóbulos rojos falciformes se agrupan y obstruyen los vasos sanguíneos pequeños, y reducen el flujo sanguíneo y la entrega de oxígeno a los tejidos.
El dolor agudo en la anemia falciforme puede suceder cuando los glóbulos rojos falciformes se agrupan y bloquean vasos sanguíneos pequeños.
Los glóbulos rojos normales son redondos y flexibles. Fluyen fácilmente a través de los vasos sanguíneos del cuerpo. Las personas con anemia de células falciformes tienen glóbulos rojos duros, pegajosos y con forma de plátano (forma de hoz). Las células falciformes se agrupan y obstruyen los vasos sanguíneos. Esto ralentiza la entrega de sangre y oxígeno al cuerpo y puede causar dolor.
Los episodios de dolor pueden ser difíciles de predecir y suelen suceder sin una clara razón. Los desencadenantes conocidos y frecuentes son los siguientes:
El dolor con la anemia de células falciformes puede ocurrir en cualquier momento. Los episodios de dolor pueden hacer que su hijo(a) falte a la escuela y no participe de las actividades diarias. No siempre es posible prevenir el dolor. Pero intente limitar o evitar cualquier actividad o situación que desencadene el dolor de su hijo(a).
El tratamiento temprano de un episodio de dolor es fundamental. Es posible que tenga que buscar atención en su clínica u hospital si no es capaz de controlar el dolor de su hijo(a) en casa.
Un proveedor de atención médica realizará un examen físico que incluirá una evaluación del dolor. También es posible que le hagan pruebas de laboratorio o pruebas de imagen para conocer mejor la causa del dolor u otros síntomas.
Asegúrese de informar al equipo de atención médica si le ha dado a su hijo(a) algún medicamento para el dolor. Necesitarán saber el tipo de medicamento, la dosis y la hora a la que usted les administró el medicamento.
Al evaluar el dolor de su hijo(a), el equipo de atención médica querrá saber información sobre su dolor actual y sus antecedentes de dolor. Se le pedirá a su hijo(a) que califique el dolor en una escala de dolor, si es posible.
Es posible que le hagan preguntas como las siguientes:
Es posible que el equipo de atención médica le pregunte sobre los antecedentes de dolor de su hijo(a):
Si su hijo(a) sufre un episodio de dolor, es importante tratarlo lo antes posible. Si el dolor de su hijo(a) es intenso, busque atención médica en su clínica u hospital.
Los medicamentos para el dolor son el principal tratamiento para los episodios agudos de dolor por células falciforme. En caso de dolor intenso, su hijo(a) puede necesitar medicamentos opiáceos, como morfina, hidromorfona o fentanilo.
Es posible que sea necesario hospitalizar a su hijo(a) para controlar el dolor.
Los medicamentos opiáceos pueden ser muy adictivos. El equipo de atención médica tomará medidas para prevenir la adicción. Esto puede incluir la prescripción de opiáceos durante un breve período para limitar la cantidad y la frecuencia con que su hijo(a) toma el medicamento. El equipo de atención médica también vigilará la tolerancia. La tolerancia a los opiáceos es una condición en la que el cuerpo se acostumbra a un medicamento, de modo que este no funciona tan bien. Estos factores se tienen en cuenta en el plan de tratamiento del dolor de su hijo(a).
Puede tomar medidas para asegurarse de que su hijo(a) tome los medicamentos recetados de forma segura:
Los tratamientos para el dolor funcionan de manera diferente según la persona. Colabore con el equipo de atención médica para elaborar un plan de manejo del dolor para su hijo(a). Si el dolor es intenso o no se puede controlar, llame al equipo de atención médica de su hijo(a).
Para ayudar a su hijo(a) a controlar el dolor de leve a moderado en casa, haga lo siguiente:
Asegúrese de informar a las demás personas que cuidan de su hijo(a) sobre su enfermedad, su plan de manejo del dolor y lo que se debe hacer en caso de emergencia.
A continuación, se indican algunas estrategias no medicamentosas que puede probar para ayudar a controlar el dolor de su hijo(a). Estas técnicas no sustituyen a las medicamentos para el dolor. Pero pueden ayudar a que los medicamentos para el dolor funcionen mejor y dar opciones adicionales para afrontar el dolor.
Estrategia | Cómo funciona | Ejemplos |
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Relajación | Utilizar estrategias tranquilizadoras para reducir el estrés, la ansiedad y la tensión muscular
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- Respiración profunda - Relajación muscular - Meditación - Música relajante o sonidos de la naturaleza - Aromaterapia |
Distracción | Enfocarse en algo que no sea el dolor | - Ver televisión o películas - Conversar con la familia o amigos - Escuchar música. - Leer - Jugar videojuegos - Contar, cantar, colorear, rezar |
Reformulación o detención de los pensamientos | Identificar y detener los pensamientos negativos y sustituirlos por otros más positivos | - Haga que su hijo(a) hable de sus pensamientos y sentimientos sobre el dolor.
- "Ya he tenido un dolor similar y mejoró". - "¡Soy fuerte, puedo con esto!" |
Imágenes o visualización | Céntrese en una experiencia positiva o en un lugar o recuerdo favorito. | - Haga que su hijo(a) imagine un lugar o un recuerdo feliz. Pídale a su hijo(a) que describa detalles específicos de la imagen, como colores, sonidos, olores, sabores y sensaciones. |
Seguir el ejemplo | Obtenga información sobre el éxito de otra persona para aumentar la confianza y obtener apoyo | - Puede ser útil aprender de otras personas que hayan pasado por una experiencia similar para averiguar lo que les ha funcionado. Haga que su hijo(a) observe cómo otro niño controla su dolor y su ansiedad. |
Encuentre más información sobre cómo manejar el dolor sin medicamentos.
Si su hijo(a) tiene dolor, no espere a iniciar el tratamiento. Siga las recomendaciones del equipo de atención médica para tratar el dolor de su hijo(a).
Acuda al hospital o a una sala de urgencias si su hijo(a) tiene un dolor repentino e intenso que no mejora con medicamentos.{ut}
Busque atención médica si su hijo(a) presenta alguno de estos signos o síntomas:
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Revisado: diciembre de 2024
Es posible que su equipo de atención médica utilice ciertos tipos de medicinas para ayudar a tratar el dolor de su hijo. Obtenga información sobre los medicamentos para el dolor, cómo se administran y qué preguntas hacer.
Es posible que los pacientes con cáncer pediátrico tengan dolor como un síntoma de la enfermedad o como un efecto secundario del tratamiento. Obtenga más información sobre cómo se puede diagnosticar el dolor en pacientes de diferentes edades.