Saltar al contenido principal

Episodios de dolor y anemia falciforme

¿Qué es un episodio de dolor?

Un episodio de dolor en la anemia falciforme ocurre cuando los tejidos del cuerpo no obtienen suficiente oxígeno. Esto se llama una crisis de dolor o vasooclusión aguda.

Los episodios de dolor agudo son la complicación más frecuente de la anemia falciforme. Los episodios de dolor son diferentes a otros tipos de dolor. Ocurren de pronto y pueden durar varias horas, varios días o incluso semanas.

Síntomas de un episodio de dolor

En un episodio de dolor, el dolor puede sentirse palpitante, punzante, sordo o agudo, y ser entre leve y muy grave.

El dolor puede ocurrir en diferentes partes del cuerpo. Los lugares comunes incluyen los siguientes:

  • Espalda
  • Pecho
  • Abdomen (vientre)
  • Brazos y manos
  • Piernas y pies

El dolor puede moverse de una parte del cuerpo a otra. 

Además de episodios de dolor agudo o crisis de dolor, su hijo(a) puede tener un dolor que no tenga nada que ver con la anemia falciforme. Su hijo(a) puede tener dolores de cabeza, esguinces, y otros dolores y molestias

Las personas con anemia falciforme pueden tener también dolor crónico. El dolor crónico es el dolor que ocurre casi todos los días y dura 6 meses o más. Normalmente, se vuelve más intenso a medida que las personas envejecen. Más de la mitad de los adultos con enfermedad de células falciformes tienen dolor crónico.

Glóbulos rojos normales y células falciformes

Un episodio de dolor o crisis de dolor sucede cuando los glóbulos rojos falciformes se agrupan y obstruyen los vasos sanguíneos pequeños, y reducen el flujo sanguíneo y la entrega de oxígeno a los tejidos.

Causas de un episodio de dolor

El dolor agudo en la anemia falciforme puede suceder cuando los glóbulos rojos falciformes se agrupan y bloquean vasos sanguíneos pequeños.  

Los glóbulos rojos normales son redondos y flexibles. Fluyen fácilmente a través de los vasos sanguíneos del cuerpo. Las personas con anemia de células falciformes tienen glóbulos rojos duros, pegajosos y con forma de plátano (forma de hoz). Las células falciformes se agrupan y obstruyen los vasos sanguíneos. Esto ralentiza la entrega de sangre y oxígeno al cuerpo y puede causar dolor.

Posibles desencadenantes del dolor agudo por célula falciforme.

Los episodios de dolor pueden ser difíciles de predecir y suelen suceder sin una clara razón. Los desencadenantes conocidos y frecuentes son los siguientes:  

  • Deshidratación
  • Niveles bajos de oxígeno
  • Infección
  • Actividad física intensa  
  • Elevada altitud
  • Temperaturas frías
  • Fumar o vapear
  • Consumo de alcohol
  • Estrés
  • Dolor o lesión existente

El dolor con la anemia de células falciformes puede ocurrir en cualquier momento. Los episodios de dolor pueden hacer que su hijo(a) falte a la escuela y no participe de las actividades diarias. No siempre es posible prevenir el dolor. Pero intente limitar o evitar cualquier actividad o situación que desencadene el dolor de su hijo(a).  

Diagnóstico de un episodio de dolor

El tratamiento temprano de un episodio de dolor es fundamental. Es posible que tenga que buscar atención en su clínica u hospital si no es capaz de controlar el dolor de su hijo(a) en casa. 

Un proveedor de atención médica realizará un examen físico que incluirá una evaluación del dolor. También es posible que le hagan pruebas de laboratorio o pruebas de imagen para conocer mejor la causa del dolor u otros síntomas.  

Asegúrese de informar al equipo de atención médica si le ha dado a su hijo(a) algún medicamento para el dolor. Necesitarán saber el tipo de medicamento, la dosis y la hora a la que usted les administró el medicamento.

Al evaluar el dolor de su hijo(a), el equipo de atención médica querrá saber información sobre su dolor actual y sus antecedentes de dolor. Se le pedirá a su hijo(a) que califique el dolor en una escala de dolor, si es posible. 

Es posible que le hagan preguntas como las siguientes:

  • ¿Cuándo empezó el dolor?
  • ¿Cómo se siente el dolor?
  • ¿Cuál es la intensidad del dolor?
  • ¿Dónde se ubica el dolor?
  • ¿Es constante o aparece y desaparece?
  • ¿Hay algo que mejore o empeore el dolor?
  • ¿Tiene su hijo(a) otros síntomas además del dolor?

Es posible que el equipo de atención médica le pregunte sobre los antecedentes de dolor de su hijo(a):  

  • ¿Ha tenido antes este tipo de dolor?
  • ¿Cuánto suele durar el dolor?
  • ¿Cómo se trató el dolor en el pasado? 
  • ¿Cómo responde su hijo(a) a los medicamentos para el dolor u otros tratamientos?

Tratamiento de un episodio de dolor

Si su hijo(a) sufre un episodio de dolor, es importante tratarlo lo antes posible. Si el dolor de su hijo(a) es intenso, busque atención médica en su clínica u hospital. 

Los medicamentos para el dolor son el principal tratamiento para los episodios agudos de dolor por células falciforme. En caso de dolor intenso, su hijo(a) puede necesitar medicamentos opiáceos, como morfina, hidromorfona o fentanilo. 

Es posible que sea necesario hospitalizar a su hijo(a) para controlar el dolor. 

Recordatorios de seguridad sobre los medicamentos para el dolor

Los medicamentos opiáceos pueden ser muy adictivos. El equipo de atención médica tomará medidas para prevenir la adicción. Esto puede incluir la prescripción de opiáceos durante un breve período para limitar la cantidad y la frecuencia con que su hijo(a) toma el medicamento. El equipo de atención médica también vigilará la tolerancia. La tolerancia a los opiáceos es una condición en la que el cuerpo se acostumbra a un medicamento, de modo que este no funciona tan bien. Estos factores se tienen en cuenta en el plan de tratamiento del dolor de su hijo(a).

Puede tomar medidas para asegurarse de que su hijo(a) tome los medicamentos recetados de forma segura:   

  • Su hijo(a) solo debe tomar medicamentos opiáceos cuando realmente sienta dolor.
  • No le dé medicamentos para el dolor con más frecuencia ni en mayor cantidad de la prescrita.  
  • Adminístrele a su hijo(a) únicamente el medicamento que le hayan recetado y según las indicaciones. 
  • No triture, corte ni permita que su hijo(a) mastique el medicamento a menos que su médico o farmacéutico lo autoricen 
  • No debe administrar ningún otro medicamento con receta, medicamento de venta libre, suplementos ni remedio a base de hierbas sin hablar con el equipo de atención médica.
  • No debe administrar el medicamento para el dolor en casa por más de 24 horas sin hablar con su médico.
  • Los medicamentos para el dolor pueden provocar estreñimiento. Asegúrese de que su hijo(a) beba mucho líquido y coma alimentos ricos en fibra. Adminístrele los medicamentos para el estreñimiento que le haya recetado el equipo de atención médica.
  • Mantenga todos los medicamentos fuera del alcance de los niños.

Cómo controlar los episodios de dolor en casa

Los tratamientos para el dolor funcionan de manera diferente según la persona. Colabore con el equipo de atención médica para elaborar un plan de manejo del dolor para su hijo(a). Si el dolor es intenso o no se puede controlar, llame al equipo de atención médica de su hijo(a).

Para ayudar a su hijo(a) a controlar el dolor de leve a moderado en casa, haga lo siguiente: 

  • Adminístrele medicamentos para el dolor según las indicaciones. El dolor leve puede tratarse con ibuprofeno. Para el dolor moderado, adminístrele los medicamentos recetados que le recomiende el equipo de atención médica.
  • Asegúrese de que su hijo(a) descanse y beba mucho líquido. 
  • Utilice la terapia de calor para aumentar el flujo sanguíneo. Aplique una manta o toalla caliente en la zona adolorida. Hable con su equipo de atención médica antes de utilizar almohadillas térmicas. No utilice hielo ni terapia de frío, ya que puede empeorar el dolor.  
  • Utilice estrategias no medicamentosas junto con los medicamentos para el dolor.  

Asegúrese de informar a las demás personas que cuidan de su hijo(a) sobre su enfermedad, su plan de manejo del dolor y lo que se debe hacer en caso de emergencia.

Estrategias no medicamentosas para controlar el dolor

A continuación, se indican algunas estrategias no medicamentosas que puede probar para ayudar a controlar el dolor de su hijo(a). Estas técnicas no sustituyen a las medicamentos para el dolor. Pero pueden ayudar a que los medicamentos para el dolor funcionen mejor y dar opciones adicionales para afrontar el dolor.  

Estrategia Cómo funciona Ejemplos
Relajación
Utilizar estrategias tranquilizadoras para reducir el estrés, la ansiedad y la tensión muscular   
- Respiración profunda
- Relajación muscular
- Meditación
- Música relajante o sonidos de la naturaleza
- Aromaterapia
Distracción Enfocarse en algo que no sea el dolor - Ver televisión o películas
- Conversar con la familia o amigos
- Escuchar música.
- Leer
- Jugar videojuegos
- Contar, cantar, colorear, rezar
Reformulación o detención de los pensamientos Identificar y detener los pensamientos negativos y sustituirlos por otros más positivos
- Haga que su hijo(a) hable de sus pensamientos y sentimientos sobre el dolor.
- "Ya he tenido un dolor similar y mejoró".
- "¡Soy fuerte, puedo con esto!"
Imágenes o visualización Céntrese en una experiencia positiva o en un lugar o recuerdo favorito. - Haga que su hijo(a) imagine un lugar o un recuerdo feliz. Pídale a su hijo(a) que describa detalles específicos de la imagen, como colores, sonidos, olores, sabores y sensaciones.
Seguir el ejemplo Obtenga información sobre el éxito de otra persona para aumentar la confianza y obtener apoyo - Puede ser útil aprender de otras personas que hayan pasado por una experiencia similar para averiguar lo que les ha funcionado. Haga que su hijo(a) observe cómo otro niño controla su dolor y su ansiedad.

Encuentre más información sobre cómo manejar el dolor sin medicamentos.

Cuándo llamar a su equipo de atención médica

Si su hijo(a) tiene dolor, no espere a iniciar el tratamiento. Siga las recomendaciones del equipo de atención médica para tratar el dolor de su hijo(a). 

Acuda al hospital o a una sala de urgencias si su hijo(a) tiene un dolor repentino e intenso que no mejora con medicamentos.{ut}

Busque atención médica si su hijo(a) presenta alguno de estos signos o síntomas:

  • Dolor que empeora o no desaparece
  • Falta de aire o dificultad para respirar
  • Fiebre de 101 °F (38.3 °C) o más
  • Se muestra muy cansado o le cuesta despertarse
  • Debilidad repentina, pérdida de sensibilidad o dificultad para mover alguna parte del cuerpo

Preguntas para hacerle a su equipo de atención médica

  • ¿Cuáles son los primeros signos de una crisis de dolor? 
  • ¿Existe un plan de acción ante una crisis de dolor que debamos seguir?
  • ¿Existen formas de ayudar a evitar el dolor de mi hijo(a)?
  • ¿Cómo puedo controlar el dolor de mi hijo(a) en casa?
  • ¿Es necesario modificar la dieta, la actividad física o la ingesta de líquidos de mi hijo(a)?
  • ¿Qué debo decir al colegio, a la niñera o a otros cuidadores respecto a cómo reconocer y manejar un episodio de dolor de mi hijo(a)?
  • ¿A qué señales de advertencia debemos estar atentos?
  • ¿Cuándo debemos acudir a una sala de urgencias?

Aspectos clave de los episodios de dolor y la anemia falciforme

  • Un episodio de dolor o crisis de dolor sucede cuando los glóbulos rojos falciformes se agrupan y obstruyen los vasos sanguíneos pequeños, y reducen el flujo sanguíneo y la entrega de oxígeno a los tejidos.
  • El dolor por célula falciforme suele ser repentino e intenso, y un episodio de dolor puede durar unas horas, días o más.
  • Los episodios de dolor pueden desencadenarse por deshidratación, estrés, infección, temperaturas extremas o esfuerzo.
  • Un plan de manejo del dolor suele incluir medicamentos para el dolor y estrategias no medicamentosas como el reposo, la termoterapia, la hidratación y la distracción.
  • Es importante tratar el dolor lo antes posible. Si el dolor de su hijo(a) es intenso o no mejora, llévelo a urgencias. 


Revisado: diciembre de 2024

Contenido relacionado