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Cómo Cuidar una Vía Intravenosa Periférica (PIV)

¿Qué es una vía intravenosa periférica?

Una vía intravenosa periférica o catéter es un tubo pequeño y corto que se coloca en una vena a través de la piel mediante una aguja. Una vía intravenosa periférica es una forma de tomar muestras de sangre o administrar algunos medicamentos o líquidos en una vena. La mayoría de las veces, se coloca en los siguientes lugares:

  • Mano
  • Brazo
  • Pie
  • Cuero cabelludo (en bebés)

Es posible que escuche que a la vía intravenosa periférica la llamen PIV (por sus siglas en inglés), IV periférica o catéter intravenoso periférico.

La duración de la vía IV depende de qué tan bien funcione y el tiempo que la necesite su hijo(a). Cada niño es diferente. Hable con el médico o el enfermero de su hijo(a) si tiene preguntas.

Una vía intravenosa periférica en un brazo

Una vía intravenosa periférica es una forma de administrar un medicamento o líquido en una vena.

Cuidado de una vía intravenosa en el hospital

Es importante que la vía IV de su hijo(a) permanezca en su lugar y esté bien colocada en su sitio. Los gérmenes pueden entrar en la vía IV y causar una infección, o se puede formar un coágulo de sangre que bloquee la línea.

Mientras su hijo(a) esté en el hospital, su equipo de atención médica tomará las siguientes medidas para mantener la vía IV bien colocada en su sitio y verificar que no haya infecciones ni coágulos de sangre:

  • Colocar un vendaje (apósito) u otra protección sobre el área de la vía IV.
  • Cambiar los tubos de la bomba de la vía IV con regularidad, dependiendo de cómo se utilice la vía IV.
  • Limpiar las aberturas (puertos) y los conectores de la vía IV antes de trabajar con el tubo o la línea de la vía IV.
  • Enjuagar (lavar) la vía IV con solución salina o heparina cuando sea necesario si su hijo(a) no la está usando.
  • Enjuagar la vía IV con solución salina o heparina antes y después de trabajar con ella.
  • Revisar la vía IV para verificar que no haya fugas de líquido, inflamación, enrojecimiento, sensibilidad o dolor.
  • Asegurarse de que el vendaje mantenga la vía IV en su sitio.
  • Verificar si se puede obtener sangre de la vía IV.
  • Realizar otros controles para garantizar la seguridad de su hijo(a).

Cómo cuidar la vía intravenosa de su hijo(a) en el hogar

Si su hijo(a) se va a casa con una vía intravenosa, usted aprenderá cómo cuidarla. Siempre siga las instrucciones que el equipo de atención médica le proporcione.

Mantenga la vía intravenosa segura.

  • No retire el vendaje (apósito) sobre el área de la vía intravenosa.
  • No retire la cinta adhesiva que sujeta la vía intravenosa.
  • Mantenga la vía intravenosa en su lugar. No deje que su hijo(a) u otras personas la muevan o tiren cuando realice actividades cotidianas.
  • No permita que su hijo(a) realice actividades como nadar, jugar bruscamente o practicar deportes de contacto, como el fútbol.
  • No utilice tijera ni otros objetos filosos cerca de la vía.

Mantenga el área de la vía intravenosa limpia y seca.

  • Antes de revisar o atender la vía intravenosa de su hijo(a), lávese bien las manos con agua y jabón durante 20 segundos o use un desinfectante para manos a base de alcohol.
    • Asegúrese de lavarse las muñecas, el dorso de las manos y el espacio entre los dedos. Séquese las manos con una toalla de papel o una toalla de tela limpia.
    • También puede usar un desinfectante para manos a base de alcohol. Aplíquelo por toda la superficie de las manos y frótelas hasta que estén completamente secas.
  • No moje la vía ni el apósito. La humedad puede contribuir a la proliferación de gérmenes y estos pueden causar infecciones.
  • Asegúrese de que pueda revisar la vía y su aspecto.
  • Observe si hay síntomas como dolor o malestar, o señales de que su hijo(a) no se siente bien.
  • No permita que su hijo(a) u otras personas toquen o revisen la vía.

Siempre tome medidas para prevenir infecciones. Una infección puede llegar a ser potencialmente mortal.

Revise la vía intravenosa de su hijo(a) y observe si hay signos de infección

Revise la vía intravenosa de su hijo(a) cada 3 o 4 horas. Asegúrese de limpiarse bien las manos antes de revisar la vía intravenosa. Preste atención a los problemas enumerados a continuación. Estos pueden ser un signo de infección, coágulos de sangre o problemas con la vía.

Llame a la clínica o al hospital si nota cualquiera de estos problemas:

  • Fuga de líquido
  • Inflamación o hinchazón
  • Fiebre
  • Escalofríos
  • Latido irregular o rápido
  • Enrojecimiento, descamación, erupción o ampollas en la piel
  • Sensibilidad
  • Calor alrededor de la vía IV (caliente al tacto)
  • Dolor o ardor
  • Problemas para mover la extremidad (brazo, pierna o mano) con la vía IV
  • Disnea repentina o dolor repentino
  • Si el tubo de la vía IV no está seguro en su sitio o se movió
  • Si pierde una tapa de la vía IV

Importante: Si nota alguno de los problemas mencionados anteriormente, llame a la clínica o al proveedor primario de su hijo(a) de inmediato o acuda a la sala de urgencias local. Es importante no esperar demasiado tiempo, ya que los problemas podrían empeorar o volverse potencialmente mortales. Después del horario de atención o durante el fin de semana, llame al hospital y pregunte por el coordinador de enfermería o el médico de guardia.

Qué hacer si se sale la vía IV

  1. Aplique presión en el lugar donde la vía IV se salió del cuerpo durante 5 minutos con una gasa estéril, si tiene una disponible. De lo contrario, presione con un paño limpio.
  2. Cubra el lugar donde la vía se salió del cuerpo con un vendaje o una gasa y cinta adhesiva.
  3. Llame a su clínica o al Centro de Infusión (901-595-2441).

Aspectos Clave

  • Siempre lávese las manos antes de tocar o revisar la vía intravenosa de su hijo(a).
  • Observe atentamente a su hijo(a) para detectar signos de infección, como inflamación, enrojecimiento, fiebre, escalofríos, calor alrededor del lugar de la vía intravenosa y ritmo cardíaco rápido.
  • Revise el lugar de la vía intravenosa de su hijo(a) con regularidad para detectar cualquier signo de problemas, como movimiento de la vía, dolor o ardor alrededor de la vía, inflamación, enrojecimiento, sangrado o dificultad para respirar.
  • Comuníquese con su proveedor de atención médica de inmediato si nota algún problema.
  • No permita que su hijo(a) toque la vía intravenosa, la moje o juegue de manera brusca.

Para obtener más información

Fiebre y Signos de Infección en Pacientes con Cáncer Infantil y Adolescente 

Cómo Lavar una Vía intravenosa Periférica

Colocación de una Vía IV 

Si tiene preguntas sobre cómo el personal médico mantiene la vía intravenosa de su hijo(a) o sobre cómo mantener una vía intravenosa en el hogar, pregúntele al médico o al enfermero de su hijo(a).


Revisado: Agosto del 2022