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Together es un nuevo recurso para personas afectadas por cáncer pediátrico, ya sean pacientes, padres, familiares y amigos.

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Cómo nutrir la salud espiritual

Poco después de que su hija Maya fuera diagnosticada con un neuroblastoma, llegó una mañana en la que Kirby se preguntó cómo haría para levantarse de la cama. No estaba seguro de tener la fuerza para hacerlo.

Cuando se enteró de que su hija, que en ese momento tenía 4 años, sufría de cáncer, Kirby se hizo el valiente. Exteriorizó una apariencia que lo hacía lucir preparado para este desafío. “No es hasta que estás en el medio de la tormenta que te das cuenta de lo trascendental que es ese evento en tu vida”

Paciente apoyada sobre una mesa con un suéter rosa y un sombrero azul
Paciente, en el centro, entre dos miembros del equipo de atención médica
Primer plano de paciente mirando a la cámara y usando un sombrero gris

Kirby se respaldó en la fortaleza interior que había cultivado a través de su fe budista para poder salir de la cama. “Lo haces porque debes hacerlo”, relató Kirby. “Haces lo que sea necesario para resistir. Por eso es tan importante tener prácticas espirituales”.

El diagnóstico de cáncer de un hijo puede calar hondo en el alma de una persona, el principio espiritual consagrado en los seres humanos. En un momento, la realidad del cáncer elimina lo frívolo y deja al descubierto lo que es verdaderamente significativo Pero en el proceso, esta nueva realidad puede agotar la fortaleza emocional, el espíritu y el sentido de conexión de los padres con las personas que los rodean.. Muchos padres dicen que puede ser útil encontrar maneras de nutrir el alma. A menudo, esto se conoce como prácticas espirituales.

Las prácticas espirituales pueden incluir lo siguiente:

  • Oración
  • Meditación
  • Estudio de escrituras o libros sagrados
  • Relajación
  • Respiración profunda
  • Música
  • Participación en grupos espirituales

Una persona no tiene que identificarse como religiosa para beneficiarse de las prácticas espirituales. Brent Powell, director de atención espiritual en St. Jude Children's Research Hospital, sostiene que una gran parte de alimentar el alma se relaciona con la habilidad que posee una persona para experimentar vulnerabilidad, sentir dolor y expresar sentimientos.

La mayoría de los seres humanos se consideran espirituales en distinta medida. Tienen la necesidad de conectarse con algo más grande que ellos mismos. Esto puede ser una comunidad de creyentes, la naturaleza, el universo o una fuerza superior. La mayoría de los caminos involucran alguna forma de oración o meditación, textos inspiradores y conexión con los demás.

Oración

Malise y su familia, que son cristianos, confiaron plenamente en la oración después de que su hijo Evans fuera diagnosticado con leucemia linfoblástica aguda. Rezaban en todas partes: en el auto, durante un procedimiento de colocación de un catéter implantable, antes de una aspiración de médula ósea. Era un proceso constante.

“La oración es la forma de comunicación con mi Creador”, afirma Malise. “Puedo expresar todos mis miedos, toda mi angustia. Él me creó. Él sabe cuál es su plan, y conoce nuestro camino. Para mí, orar es como beber agua todos los días o comer avena cada mañana. Es alimentar mi lado espiritual, y para mí, eso es mi alma”.

Los diccionarios Oxford definen la palabra “oración” como una petición solemne de ayuda o una expresión de agradecimiento dirigidos a Dios u otra deidad. Las personas pueden orar de muchas maneras.

Para Malise, el libro de Salmos en la Santa Biblia le brindó una guía de oración. Salmos es el nombre que ha recibido el libro de las oraciones en ambas tradiciones, la judía y la cristiana. Pero, a veces, sus oraciones no fueron tan estructuradas. Malise gritaba algunas de sus oraciones. Algunas veces, las cantaba o las escribía en un diario. A menudo, rezaba mientras corría. Correr era uno de los momentos en los que podía estar sola.

“Corría con fuerza, rápido. Era un lugar privado para mí. Nadie podía alcanzarme”, cuenta Malise.

Meditación

Kirby confió en la meditación, una práctica central del budismo. La meditación es una práctica de cuerpo y mente en la que una persona se concentra en algo, como respirar o repetir palabras, para alcanzar un nivel elevado de conciencia espiritual.

Cuando estaba en su casa en Canadá, Kirby meditaba en el centro Toronto Zen Centre. Cuando estaba en el hospital, solía meditar en la habitación de Maya o en la sala anexa para padres. Meditar y orar son acciones muy similares, expresa Kirby. Ambas pueden actuar para calmar y focalizar la mente. “Te acercas a Dios o al universo para que te ayuden”.

Si bien existen muchos tipos de meditación, la mayoría tiene 4 elementos en común, según el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integral:

  • Lugar tranquilo con las menores distracciones posibles
  • Postura específica, cómoda (sentarse, recostarse o caminar, entre otras posiciones)
  • Enfoque de la atención (una palabra o un grupo de palabras especialmente seleccionados, un objeto o las sensaciones de la respiración)
  • Actitud abierta (permitir que las distracciones vayan y vuelvan de manera natural, sin juzgarlas)

Escrituras o libros sagrados

Malise relató que leer las escrituras y concentrarse en versos específicos de la Biblia los ayudó a ella y a su familia. Colgaron versos de la Biblia en la pared de la habitación del hospital de Evans.

La noche que la familia empacó para hacer su primer viaje al hospital, Malise guardó un marcador Magic Marker® y 4 hojas de cartulina en su maleta. Luego, en una hoja de papel verde escribió un verso de la Santa Biblia, Salmo 23:1: “El Señor es mi pastor”.

Esto fue en 2006. Aún conservan ese pedazo de papel verde.

Los vecinos juntaron versos de la Biblia y los colocaron en una caja. La familia los ha leído muchas veces para ganar fuerzas y concentración.

Relajación

El capellán Mark Brown tiene estas sugerencias para la relajación. El objetivo es recuperarse, aliviarse y renovarse.

  • Encuentre un lugar tranquilo.
  • Involucre a todos los sentidos. Escuche música. Encienda una vela. Lea los libros sagrados. Mire fotografías de la familia. Disfrute el aroma de un aceite esencial agradable.
  • Inhale profundamente 3 veces. Exhale lentamente las 3 veces. Cierre los ojos.
  • Explore pensamientos, dudas y frustraciones, y deje salir sus emociones.
  • Deje a un lado las responsabilidades y baje la guardia.

Respiración

Concéntrese en su respiración y cuente hasta 100. Si se distrae, comience de nuevo.

Inhale positividad. Exhale los sentimientos negativos.

Intente concentrarse en un color particular, una palabra o un pasaje de las escrituras.

Música

Muchos centros pediátricos tienen musicoterapeutas. Recurren a prácticas clínicas basadas en evidencias para usar la música y así reducir el estrés y el dolor, y proveerles un escape creativo a los pacientes.

Algunas personas escuchan música como práctica espiritual. Elija música que refleje un cierto estado de ánimo o le brinde una conexión con su hogar o con pensamientos agradables.

Grupos pequeños

Los hospitales, las organizaciones basadas en la fe y los centros comunitarios suelen tener grupos pequeños en donde los padres y los pacientes pueden encontrar compañerismo y apoyo. Ese sentido de conexión puede vincular a los participantes con una comunidad más grande. Se sienten menos solos.

Buscar a Dios y el bien en las cosas pequeñas

Brown a menudo alienta a los pacientes y sus familias a buscar que Dios y el bien estén presentes en sus encuentros y experiencias diarias. Esto hace que Dios y todo lo positivo sean físicos y tangibles. Ayuda a las personas a sentirse menos aisladas. Promueve la idea de que uno puede encontrar a Dios y el bien como parte de una comunidad. Ayuda a uno a sentirse conectado con las personas y es una fuente de amor, sentido y apoyo.

Haga que sucedan cosas buenas y busque lo bueno de cada persona. Esta práctica puede capacitar su mente para buscar lo positivo. Considere mantener un diario de agradecimiento. Incluya todo lo positivo que haya ocurrido en el día:

  • Quizás recibió una nota o tarjeta de aliento.
  • Alguien le preguntó si había algo que pudiera hacer para ayudarlo.
  • El medicamento contra las náuseas de su hijo funcionó especialmente bien.
  • Pasó algo gracioso. Se rio a carcajadas por primera vez después de meses.

De repente, puede darse cuenta de que está sobrellevando mejor la situación.

“Si siente calma y paz en usted, su hijo tendrá calma y paz”, expresa Malise.

Si bien nadie elegiría que su hijo tenga cáncer, muchos padres aseguran que la experiencia ha incrementado su fe y ampliado sus perspectivas.

“Fue como si me despertara para ver lo precioso de la vida, lo que significa estar vivo, cuáles son las cosas importantes”, manifiesta Kirby. “Atravesar esto implica algo muy puro. La experiencia te obliga a mirar hacia el centro de tu ser”.