Trasplante autólogo de células madre (médula ósea)
También conocido como Trasplante Autólogo de Células Hematopoyéticas, TCH Autólogo o TMO Autólogo
¿Qué es un trasplante autólogo?
En un trasplante autólogo, se utilizan las células que conforman la sangre (células madre) propias del paciente para reemplazar las células que se han dañado o destruido por dosis altas de quimioterapia o radiación.
Antes de que comience el tratamiento con dosis altas, el paciente dona sus propias células madre que conforman la sangre sanas. Las células se procesan y se congelan para su uso posterior. Después, el paciente recibe quimioterapia o radiación para tratar su enfermedad. Después del tratamiento, los pacientes reciben sus propias células madre para reemplazar las que se destruyeron.
Las células madre viajan a la médula ósea. Crecen y producen células sanguíneas sanas, incluidos glóbulos rojos, plaquetas y glóbulos blancos.
El proceso de trasplante autólogo consta de lo siguiente:
Pruebas y evaluaciones previas al trasplante
Obtención (extracción) de células madre
Acondicionamiento o tratamiento de preparación con quimioterapia o radiación
Infusión de las células madre del paciente
Injerto
Cuidado médico de apoyo para manejar los efectos secundarios
Pruebas y evaluaciones previas al trasplante
Tu hijo(a) se someterá a una evaluación antes del trasplante. El proceso y la recuperación del trasplante son desafiantes física y emocionalmente. El equipo médico realizará pruebas con el fin de asegurarse de que tu hijo(a) esté apto(a) para el trasplante.
El equipo considerará factores como los siguientes:
La edad de tu hijo(a)
Antecedentes médicos
La salud del corazón, los pulmones y otros órganos de tu hijo(a)
Por lo general, las células madre que conforman la sangre se obtienen de la sangre. En algunos casos, las células se extraen de la médula ósea.
Obtención de células madre de la sangre
Los pacientes reciben un tipo de medicamento llamado factor estimulante de colonias de granulocitos (G-CSF, por sus siglas en inglés). El G-CSF estimula las células madre para que se muevan desde la médula ósea hacia el torrente sanguíneo. También es posible que se administren otros medicamentos.
Las células se obtienen mediante un procedimiento llamado aféresis. En la aféresis, la sangre se extrae a través de una vena del brazo o de un catéter venoso central (un tubo flexible que se coloca en una vena grande del cuello, tórax o área de la ingle). La sangre pasa a través de una máquina que extrae las células. La sangre restante se vuelve a administrar al paciente. En general, la aféresis toma entre 4 y 6 horas.
Las células madre se procesan, se congelan y se almacenan hasta que el paciente esté listo para el trasplante.
Obtención de células madre de la médula ósea
El procedimiento se realiza en un quirófano con anestesia general.
Los médicos insertan una aguja en un hueso (a menudo la pelvis) para extraer la médula.
La médula ósea se procesa para recolectar las células madre.
Las células madre se congelan y almacenan hasta que el paciente esté listo para el trasplante.
Régimen de preparación o acondicionamiento
A fin de prepararse para un trasplante, tu hijo(a) deberá someterse a un proceso llamado acondicionamiento o un régimen preparativo. Por lo general, consta de una quimioterapia de dosis alta. El acondicionamiento también puede incluir radiación, irradiación linfática total (ILT) o irradiación corporal total (ICT).
El objetivo es destruir las células cancerosas que queden en el cuerpo. El tratamiento también destruye las células madre que conforman la sangre sanas.
Los pacientes pueden tener efectos secundarios del régimen de acondicionamiento. Estos pueden incluir los siguientes:
Problemas con el corazón, los pulmones, los riñones, el hígado u otros órganos
Pérdida de fertilidad
El equipo de trasplante estará atento a los efectos secundarios y ofrecerá tratamientos para ayudar a prevenirlos o controlarlos.
Infusión de células madre
Después de la quimioterapia o el tratamiento de radiación, se descongelarán las células que conforman la sangre sanas de tu hijo(a) que se habían almacenado. Después, las células se vuelven a administrar en el torrente sanguíneo de tu hijo(a) a través de una vena. Este proceso se denomina infusión. Es muy parecido a una transfusión de sangre. Tu hijo(a) estará despierto(a) durante la infusión.
Algunos pacientes pueden tener efectos secundarios debido a la infusión. Esto se debe a una sustancia química que se utiliza para preservar las células congeladas. Los efectos secundarios pueden incluir un sentir un sabor u olor extraño, náuseas o vómitos, o un cambio de color de la orina. En raras ocasiones, los pacientes pueden experimentar cambios en la presión arterial o dificultad para respirar.
Injerto de células madre
Después de la infusión, las células madre infundidas se desplazan a la médula ósea y comienzan a dividirse para formar nuevas células madre. Las células que conforman la sangre se convierten en glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas. Esto se denomina injerto.
Este proceso puede tardar de 2 a 5 semanas. Durante este tiempo, tu hijo(a) se someterá a análisis de sangre frecuentes para monitorear la cantidad de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Tu hijo(a) puede recibir medicamentos para promover el injerto.
Los neutrófilos (un tipo de glóbulo blanco) se injertan primero, seguidos de las plaquetas y, luego, los glóbulos rojos.
Cuidado médico de apoyo después del trasplante
Tu hijo(a) recibirá cuidado médico de apoyo durante el proceso de trasplante de médula ósea para ayudar a controlar los efectos secundarios. Esto puede incluir:
Infusiones de plaquetas y glóbulos rojos
Medicamentos para prevenir o tratar infecciones, como antibióticos, antivirales o medicamentos antifúngicos
Medicamentos para prevenir las náuseas y los vómitos
Medicamentos para el dolor
Asistencia para la alimentación
Riesgos de un trasplante autólogo
Los pacientes reciben sus propias células, por lo que no existe riesgo de que el sistema inmune vea las células trasplantadas como extrañas y las ataque o las rechace.
Los posibles problemas después del trasplante autólogo incluyen los siguientes:
Efectos secundarios de la quimioterapia o la radioterapia utilizada durante el acondicionamiento o como parte del tratamiento
Infección debido a un recuento bajo de glóbulos blancos (neutropenia)
Debilidad o fatiga causada por la falta de glóbulos rojos (anemia)
Aumento del riesgo de sangrado o hematomas causados por una baja cantidad de plaquetas (trombocitopenia)
Fracaso del injerto si las células no crecen bien (esto es muy poco frecuente)
Recaída o progresión de la enfermedad
Cómo cuidar a tu hijo(a) después de un trasplante autólogo
Presta atención a los signos de infección o enfermedad. Llama al médico si tu hijo(a) tiene fiebre o presenta síntomas como erupción, llagas en la boca, hematomas o sangrado, dificultad para respirar, dolor de cabeza u otro cambio en la afección.
Administra los medicamentos según las instrucciones. Informa al equipo de atención médica si tu hijo(a) tiene problemas para tomar medicamentos o para retenerlos en el estómago.
El sistema inmune de tu hijo(a) estará muy débil durante semanas después del trasplante. Toma medidas para evitar infecciones. Evita las áreas públicas, observa que se lave las manos con frecuencia, mantenlo alejado de personas enfermas y usa una mascarilla según las instrucciones.
En un trasplante alógeno de células madre (médula ósea), se reemplazan las células madre que conforman la sangre dañadas por células sanas de un donante.
Un trasplante de células hematopoyéticas (médula ósea) es un procedimiento médico que se utiliza para tratar distintas enfermedades, incluido el cáncer infantil.