La protonterapia es un tipo de radioterapia.
La radioterapia utiliza haces de radiación para reducir los tumores y eliminar células cancerosas. La radiación funciona al dañar el ADN en las células cancerosas.
La protonterapia usa protones como fuente de energía. La radioterapia convencional utiliza rayos X.
En la radiación convencional, los rayos X atraviesan directamente el cuerpo. Los rayos X pueden dañar los tejidos sanos antes y después de llegar al lugar donde se encuentra el tumor.
En la protonterapia, se puede ajustar la cantidad de energía y qué tan profundo llega al tumor para que coincida con el tamaño y la forma de cada tumor. La radiación puede detenerse en el lugar donde se encuentra el tumor. Esto significa que no afecta el tejido sano ni los órganos del otro lado del tumor.
La protonterapia permite que los médicos dirijan dosis altas de radiación hacia los tumores y minimicen el daño en las células sanas cercanas.
Si está disponible, la terapia de protones generalmente se recomienda para el tratamiento de tumores:
La protonterapia posiblemente tiene menos efectos secundarios a corto y largo plazo que la radiación convencional porque no daña tanto el tejido sano. Eso es particularmente importante en los niños. Sus cerebros y cuerpos todavía están creciendo y desarrollándose. La terapia con protones también podría reducir el daño a los órganos reproductivos.
No todos los centros médicos ofrecen terapia con protones. La Asociación nacional de terapia de protones (National Association for Proton Therapy) tiene un directorio.
La terapia de protones es más costosa que la radiación convencional. Los padres deben consultar con su compañía de seguros sobre la cobertura. Los centros pediátricos tienen oficinas de seguro y departamentos de trabajo social que pueden brindar asistencia.
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Revisado: Junio de 2018