Es importante cuidar bien la boca de su hijo(a) y estar atento(a) a los problemas que podrían surgir. Los problemas bucales como las llagas dolorosas, la sequedad bucal, los labios agrietados y los problemas dentales son frecuentes en niños con cáncer y otras enfermedades.
Una rutina de cuidado de la boca contribuye a la salud bucal de su hijo(a), ahora y en el futuro. El cuidado bucal puede incluir los siguientes elementos:
Asegúrese de seguir una rutina de cuidado de la boca, incluso si su hijo(a) tiene una sonda de alimentación o no come por vía oral. Su equipo de atención médica puede brindarle instrucciones especiales para el cuidado de la boca si su hijo(a) tiene llagas en la boca, recibe ciertos tratamientos, recibió un trasplante de médula ósea (células madre), o bien las cifras de su hemograma son bajas.
Use un cepillo de dientes suave para cepillar los dientes y la lengua, al menos, dos veces al día. Cepille siempre después de consumir dulces, o bebidas o alimentos azucarados.
Los enjuagues bucales pueden ayudar a limpiar la boca y tratar problemas como la sequedad bucal o las llagas en la boca. Use enjuagues bucales o colutorios recetados por su equipo de atención médica. Enjuague la boca de su hijo(a) con entre cinco y diez mililitros (ml) de enjuague bucal, al menos, tres veces al día. Los enjuagues bucales incluyen Biotene®, solución salina alcalina y Cepacol®.
Use hilo dental a diario, a menos que el equipo de atención médica le indique lo contrario. A menos que su hijo(a) tenga llagas en la boca o las cifras de su hemograma sean bajas, por lo general, se recomienda usar hilo dental. Verifique con su equipo de atención médica si no está seguro(a).
La piel de los labios es delgada y delicada. Es fácil que los labios de su hijo(a) se sequen, se partan o se agrieten. Aplique un bálsamo labial, un ungüento o una crema con lanolina en los labios de su hijo(a), al menos, dos veces al día. Además, aplique bálsamo labial según sea necesario cuando los labios estén secos. Elija un bálsamo labial o un ungüento que no tenga fragancia y que sea seguro para la piel sensible. No permita que su hijo(a) tire de la piel descamada. Esto puede causar que se produzcan llagas o infecciones. Lamerse los labios también puede empeorar los labios partidos.
La sequedad bucal ocurre cuando hay muy poca saliva o la saliva es demasiado espesa. Esto puede suceder si su hijo(a) está deshidratado(a). También puede ser un efecto secundario de la quimioterapia, los medicamentos o la radioterapia. Los pacientes que tienen un tubo para ayudarles a respirar (intubación) o que tienen una sonda de alimentación también corren un mayor riesgo de sequedad bucal.
La sequedad bucal puede causar problemas como dolor de garganta, problemas para hablar o tragar, ronquera y mal aliento. La saliva ayuda a proteger los dientes, ya que elimina los restos de alimentos, las bacterias y los ácidos. Con el tiempo, la sequedad bucal puede provocar caries en los dientes.
A continuación, le indicamos algunas maneras en que su hijo(a) puede ayudar a prevenir o controlar la sequedad bucal:
La rutina de cuidado bucal de su hijo(a) debe incluir la examinación para detectar llagas en los labios, las encías, la lengua, las mejillas, la zona debajo de la lengua y el paladar. Diversas afecciones pueden causar llagas en la boca y estas son también un efecto secundario frecuente de la quimioterapia. Las llagas en la boca pueden ser dolorosas y aumentar el riesgo de infección. Además, pueden hacer que tragar, comer y beber sea más difícil.
Si su hijo(a) tiene llagas en la boca, un enfermero puede darle a su hijo(a) un enjuague bucal, un gel o un aerosol para disminuir el dolor causado por las llagas. Su hijo(a) también podría tomar medicamentos para aliviar el dolor o detener una infección.
Obtenga más información sobre las llagas bucales y el tratamiento contra el cáncer.
Una buena salud bucal comienza con el cuidado bucal diario.
A continuación, le indicamos algunas medidas adicionales que puede tomar para tener una boca y unos dientes más sanos:
Encuentre más información en el sitio web de MouthHealthy de la ADA.
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Revisado: junio del 2022