La disfibrinogenemia es un trastorno poco frecuente que afecta a la capacidad de coagulación de la sangre. Se produce debido a un problema con una proteína llamada fibrinógeno (Factor 1).
La sangre que funciona correctamente forma un tapón gelatinoso (coágulo) que detiene las hemorragias cuando una persona se lesiona. Si su hijo padece disfibrinogenemia, su proteína fibrinógeno no funciona correctamente para ayudar a que la sangre coagule.
El fibrinógeno es una proteína importante para ayudar a la coagulación de la sangre y detener las hemorragias.
Algunos niños con disfibrinogenemia pueden no presentar ningún síntoma.
Los signos y síntomas de la disfibrinogenemia pueden incluir lo siguiente:
Existen dos tipos de disfibrinogenemia: hereditaria y adquirida.
La disfibrinogenemia hereditaria está causada por un cambio genético (mutación) transmitido a un niño por uno de sus padres.
La disfibrinogenemia adquirida está relacionada con otra causa o afección subyacente, como cánceres o tratamientos. La disfibrinogenemia adquirida también puede ocurrir si su hijo tiene una enfermedad autoinmune (cuando el sistema inmune del cuerpo se ataca a sí mismo).
El médico de su hijo puede referir a su hijo a un hematólogo, un médico que diagnostica y trata los trastornos de la sangre. La disfibrinogenemia se diagnostica según los antecedentes médicos, un examen físico y las pruebas de laboratorio de su hijo.
Las pruebas de laboratorio necesarias podrían incluir las siguientes:
Las pruebas de coagulación de la sangre (también llamadas paneles de coagulación de la sangre) miden el tiempo que tarda la sangre en coagularse. Este examen muestra si la proteína fibrinógeno funciona correctamente.
Las pruebas de coagulación de la sangre incluyen otros análisis de sangre, como el tiempo de protrombina (PT, por sus siglas en inglés), el tiempo de tromboplastina parcial activada (aPTT, por sus siglas en inglés) y el tiempo de tromboplastina (TT, sigla en inglés). Estos análisis proporcionan al equipo de atención médica información más detallada sobre la coagulación de la sangre.
El tratamiento de su hijo dependerá de sus síntomas, sus problemas médicos y los antecedentes familiares de coagulación de la sangre y problemas de sangrado. Si la disfibrinogenemia está relacionada con otra enfermedad, es importante identificar y tratar la causa subyacente.
Muchas personas con disfibrinogenemia no necesitan tratamiento. Pero su hijo puede necesitar tratamientos para controlar la hemorragia o ayudar a prevenir complicaciones.
El tratamiento incluye lo siguiente:
—
Revisado: Septiembre de 2024
A la mayoría de los niños con trastornos hemorrágicos se les pueden administrar vacunas rutinarias. Obtenga información sobre cómo prevenir sangrados y moretones con las vacunas infantiles.
Es posible que su hijo necesite una transfusión de sangre si no tiene suficientes células sanguíneas. Obtenga más información sobre los tipos de transfusiones de hemoderivados y qué esperar.