Hacer transiciones es parte de ser paciente de cáncer pediátrico.
Diagnóstico a tratamiento. Tratamiento a atención de seguimiento. Consultas de seguimiento a atención del sobreviviente a largo plazo.
Pasar de la atención médica pediátrica a la atención médica para adultos es una de las transiciones más importantes. Marca el momento cuando los pacientes toman la responsabilidad por su bienestar médico.
La Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) aconseja que los padres y los pacientes planifiquen esta transición cuando el paciente tiene entre 14 y 18 años de edad.
Luego de terminar la terapia, los pacientes menores de 18 años por lo general recibirán atención médica regular de su pediatra en la comunidad de su hogar.
Pero cerca de los 18 años, los pacientes deberán comenzar a acudir al consultorio de un proveedor de adultos, por lo general un médico de medicina familiar o medicina interna. Los médicos de medicina familiar pueden tratar a los pacientes desde bebés a adultos. Los médicos de medicina interna tratan adultos. Muchas mujeres también eligen consultar a un ginecólogo.
Los sobrevivientes de cáncer infantil también pueden buscar la atención de especialistas en su comunidad, como un endocrinólogo o un cardiólogo.
Los padres y el equipo de atención pediátrica pueden ayudar a los adolescentes y adultos jóvenes a prepararse para administrar su atención médica. Por ejemplo, los pacientes deben saber cómo:
Los padres, los pacientes y el equipo de atención pueden:
El objetivo es que la transición ocurra en algún momento entre los 18 y los 20-23 años de edad.
Los pacientes primero deberán determinar cómo pagarán por la atención. Eso influirá mucho en los proveedores que elijan.
Los pacientes también pueden pedir a su equipo de atención del cáncer pediátrico remisiones a proveedores en su comunidad.
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Revisado: Marzo de 2019