Si bien es poco común, algunos tratamientos contra el cáncer pediátrico pueden ocasionar el desarrollo de otro cáncer en el futuro. Para los sobrevivientes del cáncer infantil, el cáncer de piel es la forma más frecuente de cáncer secundario.
La piel ofrece protección contra el calor, la luz del sol, las lesiones y las infecciones. La piel también ayuda a controlar la temperatura corporal y almacena agua, grasa y vitamina D.
La piel tiene varias capas. La capa externa es la epidermis. Está compuesta de 3 tipos de células:
Generalmente, el cáncer de piel se divide en 2 tipos principales:
Los carcinomas de piel no melanoma son la forma más frecuente de cáncer de piel. El carcinoma de células basales es la forma más frecuente de cáncer de piel no melanoma, tanto en los sobrevivientes del cáncer infantil como en la población en general.
Si bien en la mayoría de los casos el cáncer es curable, los tratamientos quirúrgicos para estos tipos de cáncer de piel pueden causar cicatrices.
El tratamiento puede ser costoso, especialmente en pacientes que tienen varios carcinomas de piel.
El melanoma aparece con menor frecuencia que el cáncer de piel no melanoma. Generalmente es más agresivo y se puede diseminar hacia otras partes del cuerpo.
Los sobrevivientes que recibieron tratamiento con radiación tienen un riesgo mayor de desarrollar cáncer de piel. Otros factores de riesgo incluyen los siguientes:
El cáncer de piel es el cáncer más común en los Estados Unidos, pero en la población en general se presenta típicamente en adultos mayores. Por otro lado, el cáncer de piel aparece a una edad más temprana en sobrevivientes de cáncer infantil que recibieron radioterapia que en la población en general.
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Revisado: Junio de 2018