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Rivaroxaban

Cuidado médico de apoyo

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¿Qué es el rivaroxabán?

El rivaroxabán (Xarelto®) es un diluyente de la sangre (también conocido como anticoagulante).  Se utiliza para tratar a pacientes que tienen un coágulo sanguíneo. También se puede utilizar para prevenir la formación de coágulos sanguíneos en pacientes con riesgo de padecerlos.

Este medicamento está disponible en comprimidos de 10 mg, 15 mg y 20 mg que se toman por vía oral.

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Posibles efectos secundarios

  • Posibles efectos secundarios del rivaroxabán
  • Tendencia a presentar moretones con facilidad
  • Sangrado
  • Llame al médico de inmediato si presenta alguno de los siguientes efectos secundarios:
    • Síntomas de sangrado grave, como sangre en la orina, heces de color rojo brillante u oscuro, tos con sangre o dolor de estómago intenso
    • Moretones grandes
    • Síntomas de un coágulo sanguíneo nuevo o que empeora, tales como: dificultad para respirar, dolor en el pecho, mareos, hinchazón de los brazos o las piernas, problemas de visión, dolor al caminar o dolor y calor en los brazos o las piernas

      Estos son los efectos secundarios más comunes o graves, pero puede haber más. Informe a su equipo médico de todos los efectos secundarios.

Los síntomas de una reacción alérgica incluyen los siguientes: erupciones, urticaria, comezón, escalofríos, fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, dificultad para respirar, tos, opresión en la garganta e hinchazón en la cara o en el cuello.

No todos los pacientes que toman rivaroxabán experimentarán estos efectos secundarios. Los efectos secundarios comunes están en negrita, pero también pueden existir otros. Informe cualquier sospecha de efectos secundarios a su médico o farmacéutico.

Obtenga más información sobre los efectos secundarios.

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Posibles efectos tardíos

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Consejos para pacientes y familias

Asegúrese de analizar todas las preguntas e instrucciones con su médico o farmacéutico. 

  • Las dosis superiores a 10 mg deben tomarse con las comidas.
  • El rivaroxabán se toma una (1) vez al día o dos veces al día, dependiendo del uso que se le dé. Asegúrese de comprender cómo debe tomar este medicamento antes de comenzar.
    • La dosis que está tomando puede cambiar mientras toma este medicamento. Su equipo médico debe informarle si se producirán cambios. Si no está seguro, comuníquese con su equipo médico de inmediato.
    • No deje de tomar este medicamento a menos que se lo indique su médico.
  • Es importante tomar este medicamento aproximadamente a la misma hora todos los días y evitar saltarse dosis.
    • Si olvida una dosis y lo recuerda el mismo día en que debía tomarla, tómela inmediatamente (independientemente de cuándo deba tomar la siguiente dosis).
    • Si olvida una dosis y lo recuerda en un día diferente al que debía tomarla, no debe reponerla. No tome una dosis adicional.
  • Informe a todos los profesionales médicos que le atienden sobre este medicamento.
    • Si sufre un accidente o un traumatismo, asegúrese de que el equipo médico (técnicos de emergencias médicas, sala de urgencias) que le atiende sepa que está tomando un anticoagulante.
  • Dado que el rivaroxabán puede aumentar el riesgo de sangrado, es importante evitar otros medicamentos que puedan provocar hemorragias, a menos que los haya recetado un médico. Algunos ejemplos de medicamentos que pueden aumentar el sangrado son:
    • Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el naproxeno (Aleve®) y el ibuprofeno (Motrin®, Advil®).
    • Aspirina o anticoagulantes como la heparina (Lovenox®) o la warfarina (Coumadin®).
    • Si no está seguro de si un medicamento puede ponerlo en riesgo de sangrado, hable con su equipo médico.
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Siempre revisa la etiqueta del medicamento. Muchos medicamentos tienen el mismo aspecto. No tomes ningún medicamento nuevo, incluidos medicamentos de venta libre o suplementos, sin consultar con tu médico o farmacéutico. Habla con tu médico o farmacéutico sobre qué hacer en caso de una dosis omitida, reacción alérgica o emergencia médica. 

Esta información no pretende ser una guía completa ni sustituye la conversación con tu proveedor. Los nombres, el aspecto, las fórmulas o la disponibilidad de los medicamentos pueden variar según la ubicación de la clínica. Siempre sigue las instrucciones proporcionadas por tu equipo de atención médica.

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