Un correcto lavado de manos
Los pacientes con un sistema inmune debilitado tienen un mayor riesgo de contraer infecciones. En ocasiones, estas infecciones pueden ser mortales. Lo más fácil e importante que puede hacer para prevenir infecciones es lavarse las manos.
Use agua y jabón en los siguientes casos:
- Si sus manos lucen sucias
- Si tocó sangre u otros fluidos corporales
- Si está a punto de manipular o preparar alimentos
En otras ocasiones, puede usar un gel a base de alcohol. Ambos métodos eliminan los gérmenes.
Cómo lavarse con agua y jabón
- Mójese las manos.
- Aplique una cantidad de jabón del tamaño de una moneda pequeña sobre su mano.
- Frote hasta generar una buena cantidad de espuma.
- Frótese las manos entre sí por entre 15 y 20 segundos. Presione firmemente mientras se frota las manos.
- Lave toda la superficie de sus manos y muñecas. Incluya el dorso de las manos, el espacio entre los dedos, las yemas de los dedos y las uñas.
- Enjuáguese las manos con las palmas hacia abajo.
- Séquese las manos con toallas de papel. Si está en su hogar, puede secarse con una toalla limpia.
- Use una toalla de papel para cerrar el grifo y abrir la puerta de salida.
Cuándo lavarse las manos
- Después de usar el baño
- Después de cambiar un pañal o ayudar a un niño a usar el baño
- Después del contacto directo con un paciente, incluido su propio hijo(a)
- Antes de entrar y después de salir de la habitación del paciente
- Después de toser, estornudar o sonarse la nariz
- Después de salir
- Después de tocar mascotas
- Antes y después de comer
- Antes y después de alimentar a su hijo(a)
Para obtener más información
Para aprender más acerca del lavado de manos y por qué es importante, pregunte al enfermero de su hijo(a).