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COVID-19 significa enfermedad del coronavirus 2019. Es una enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2. La COVID-19 afecta al sistema respiratorio, incluidos los pulmones, la nariz y la garganta.
La mayoría de las personas con COVID-19 presentan síntomas leves, muy parecidos a los de un resfriado o la gripe. Pero algunas personas pueden desarrollar complicaciones más graves como neumonía o tener problemas duraderos.
La COVID-19 se transmite fácilmente de una persona a otra. Las personas infectadas pueden propagar el virus, incluso si no presentan síntomas.
Mantenerse al día con la vacuna contra la COVID-19 puede ayudarlo a protegerse contra enfermedades graves. Hable con su proveedor de atención médica sobre las recomendaciones específicas de la vacuna.
Muchos síntomas de la COVID-19 son parecidos a los de un resfriado o la gripe. Algunas personas pueden infectarse con el virus y no presentar ningún síntoma.
La mayoría de las personas con COVID-19 presentan síntomas leves. Es posible que algunas personas no presenten ningún síntoma. Entre los síntomas de la COVID-19 se incluyen los siguientes:
En algunos casos, las personas con COVID-19 se enferman mucho. Los signos de advertencia de una enfermedad grave son los siguientes:
Los niños con ciertas afecciones médicas o que tienen un sistema inmune débil tienen un mayor riesgo de presentar un cuadro grave de COVID-19 si contraen la enfermedad. La mayoría de los pacientes no presentan complicaciones si contraen la COVID-19. Sin embargo, la COVID-19 es potencialmente mortal para algunos pacientes.
Algunos niños tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades graves debido a la COVID-19. Entre las afecciones o los factores que pueden aumentar el riesgo que corre su hijo(a), se incluyen:
En niños con enfermedad de células falciformes, la COVID-19 puede provocar lo siguiente:
Si su hijo(a) tiene un sistema inmune débil, es importante tomar medidas para prevenir la enfermedad. Llame a su médico si su hijo(a) ha estado expuesto(a) a la COVID-19 o presenta síntomas.
Utilice una mascarilla o un protector facial según lo recomiende su médico. Si su hijo(a) es paciente inmunodeficiente, consulte con su equipo de cuidados sobre el tipo de máscara que debe usar y las instrucciones de uso.
Unas medidas sencillas pueden ayudar a prevenir la propagación de la COVID-19 y proteger contra enfermedades.
La vacuna contra la COVID-19 es una manera segura y efectiva de prevenir un cuadro grave de COVID-19. Todas las personas elegibles deben vacunarse contra la COVID-19.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan que todas las personas mayores de 6 meses reciban una vacuna actualizada contra la COVID-19.
Los efectos secundarios de la vacuna contra la COVID-19 suelen ser leves e incluyen inflamación, hinchazón en el lugar de la inyección y dolores corporales. Estos efectos secundarios pueden aparecer en los 3 primeros días de la vacunación y desaparecer dentro de 1 o 2 días.
Si su hijo(a) tiene un sistema inmune débil, el proveedor de atención médica puede recomendar dosis adicionales de la vacuna. Hable con su equipo de atención médica sobre las recomendaciones de la vacuna para las necesidades médicas de su hijo(a).
El libro para colorear es una forma divertida de que los niños aprendan sobre las vacunas contra la COVID-19 y cómo funcionan.
Ver y DescargarObtenga la información más reciente sobre la COVID-19 y las Vacunas contra la COVID-19 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
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Revisado: enero del 2024
La mayoría de los pacientes con una infección respiratoria como la COVID-19 o la gripe recibirá cuidados en el hogar. Aprenda cómo cuidar a una persona con una enfermedad infecciosa en el hogar.
La fiebre es uno de los síntomas más comunes de la COVID-19. Sin embargo, las personas con COVID-19 a veces pueden presentar un grado bajo de fiebre o ausencia total de fiebre.
Los pacientes con cáncer infantil pueden necesitar retrasar la aplicación de ciertas vacunas durante el tratamiento del cáncer. Por lo general, los pacientes con cáncer infantil tienen un sistema inmunitario debilitado durante el tratamiento del cáncer.
