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Consejos para el hogar y la alimentación de niños con sistemas inmunitarios débiles

Mujer limpiando una sartén antiadherente negra en el fregadero con agua jabonosa.

Mantener un entorno limpio y seguro es fundamental para prevenir infecciones.

Durante muchos años, he trabajado con familias y equipos sanitarios de todo el mundo para reducir los riesgos de infección en niños con sistemas inmunitarios débiles. Tanto en el hospital como en casa, pequeños cambios en la limpieza y la preparación de los alimentos pueden marcar una gran diferencia a la hora de proteger a los niños contra los gérmenes y mantenerlos sanos.

El sistema inmunitario detecta y combate las infecciones. Los niños que están en tratamiento contra el cáncer y otras enfermedades potencialmente mortales suelen tener un sistema inmunitario débil. Esto les hace más propensos a contraer infecciones. Crear un entorno limpio y seguro es fundamental para ayudarles a recuperarse y prosperar.

Comprender los riesgos

Los gérmenes se encuentran en todas partes: en las superficies, en el aire e incluso en los alimentos. Estos gérmenes pueden ser bacterias, moho (hongos), virus o parásitos.

Los mohos viven en el polvo, el suelo y las plantas. Como gérmenes vivos, los mohos se reproducen creando pequeñas “semillas” llamadas esporas. Estas esporas pueden viajar fácilmente por el aire y llegar a las vías respiratorias de los pulmones. El Aspergillus es un tipo de moho u hongo que puede causar infecciones graves en personas con sistemas inmunitarios débiles. La espora puede germinar dentro del cuerpo y causar una infección fúngica.

Otros tipos de gérmenes llamados bacterias prosperan en zonas húmedas o mojadas, en la tierra o en plantas y macetas. Las bacterias también pueden contaminar los alimentos que comemos.

Un sistema inmunitario sano suele ser capaz de combatir estos gérmenes, pero en el caso de los niños con sistemas inmunitarios débiles, incluso una exposición mínima puede provocar infecciones potencialmente mortales.

Los tratamientos como la quimioterapia pueden debilitar el sistema inmunitario de su hijo(a). Si el sistema inmunitario de su hijo(a) no funciona bien, ciertos gérmenes pueden causarle enfermedades con facilidad. Las infecciones durante este periodo suelen requerir medicamentos fuertes.

Puede ayudar a prevenir infecciones proporcionando a su hijo(a) el entorno doméstico más seguro posible.

Reduzca los gérmenes en su hogar

A continuación, le indicamos algunas formas de reducir los gérmenes y hacer que su hogar sea más seguro:

Controle el polvo

  • Reduzca el desorden para evitar que se acumule el polvo.
  • Limpie las superficies con frecuencia con un paño húmedo para evitar que el polvo se esparza por el aire.
  • Cambie los filtros de aire con regularidad.
  • Mantenga las ventanas cerradas para limitar las esporas.

Evite la humedad y la exposición a las plantas

  • Mantenga secas las zonas habitables de su hogar.
  • Repare las fugas o retire las alfombras húmedas.
  • Evite tener plantas o flores vivas en el interior, ya que pueden transmitir gérmenes a través de la tierra y el agua.

Prepare los alimentos de forma segura

Otra forma de evitar que los gérmenes causen daños es darle a su hijo(a) alimentos seguros. Esta es una comida que tiene menos probabilidades de contener gérmenes. Siga estos consejos para ayudar a su hijo(a) a evitar enfermarse por los gérmenes presentes en los alimentos:

  • Limpie: lávese las manos, los utensilios y las superficies con frecuencia con agua caliente y jabón antes de preparar los alimentos. Desinfecte diariamente los paños y esponjas de cocina, ya sea en el microondas a máxima potencia durante 1 minuto o en el lavavajillas.
  • Separe: mantenga la carne cruda, las aves, los mariscos y los huevos alejados de los alimentos listos para consumir. Lávese las manos después de manipular estos artículos. Si necesita lavar carne cruda, utilice un fregadero aparte y evite usar el fregadero que usa habitualmente para lavar los platos y utensilios de cocina.
  • Cocine: asegúrese de que los alimentos se cocinen a temperaturas seguras:
    • Carne de res, cerdo, cordero: 145 °F (63 °C)
    • Carne picada: 160 °F (71 °C)
    • Aves: 165 °F (74 °C)
    • Evite la carne, los mariscos o los huevos crudos o poco cocinados.
  • Enfríe: refrigere los alimentos rápidamente. Los gérmenes crecen más rápidamente entre 40 °F y 140 °F (4 °C y 60 °C).

Tomar estas medidas de limpieza y seguridad alimentaria reducirá el riesgo de infecciones de su hijo(a) y le proporcionará un entorno seguro y saludable para su recuperación.

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